En este apartado vamos a conocer las técnicas y métodos para injertar rosales. Conoceremos los distintos tipos de injertos que se existen, la época de realización, las operaciones de injertado y algunos trucos que no puedes dejar de conocer. El injertado es un proceso básico en el jardín, así que ¡cuanta más información se tenga mucho mejor! Vamos a comenzar mencionando una pregunta que es muy común a la hora de injertar:
¿Cuándo injertar rosales?
Existe un rango de meses en el que la operación del injerto es favorable. En primavera se obtienen los mejores resultados. Injertos de tipo escudete se suelen hacer en verano ( últimos días de julio, agosto entero y los primeros de septiembre), porque necesitamos que el rosal tenga actividad vegetativa y que haya circulación de savia. Podemos realizarlo también entrando en otoño pero teniendo cuidado con las heladas.
Un truco a la hora de realizar el injerto del rosal, sea la época que sea dentro del rango mencionado es regar unos días antes de realizar la operación.
¿Qué injerto?
Las yemas para ser injertadas son proporcionadas por los pedúnculos florales, los brotes del año. Los pedúnculos florales transcurridos entre 5 y 10 días desde el marchitamiento de la flor son los óptimos para el proceso. A la hora de escoger las yemas, elegiremos las del centro, y en caso de que tengas problemas en cuanto a escasez escogeremos las más alejadas a la flor.
Para conservar los brotes es necesario cortar las hojas por la mitad del peciolo y almacenarlas en un lugar húmedo, pudiéndonos ayudar de un trapo o paño mojado.
Las 4 operaciones para injertar rosales
Preparación del patrón
Preparación de la yema
Colocación del injerto
Atado del injerto
La planta no se debe podar o recortar ninguna de sus ramas tras el injerto porque de ese modo provocaríamos un estímulo de brotación en yemas injertadas antes de la llegada del invierno.
Estos cuatro puntos los vamos a simular a través de imágenes, para que quede mucho más claro la forma de realizarlo:
Punto 1: preparación del patrón
injertar rosales
Fig 1: se realiza una incisión en forma de T (imagen del tallo central) y se levantan los labios laterales (tallo derecho).
Punto 2: preparación de la yema para el injerto
injertar rosales
Fig 2: Se prepara la yema para el injerto. Primero se separa la yema, se le quita el pedazo de madera que se le queda y ya estaría dispuesta para injertar.
Punto 3 y 4: colocación y atado de la yema
injertar rosales
Fig 3: se coloca la yema y se ata.
Se realiza una incisión sobre el patrón en forma de T (figura 1), y se levantan los dos labios laterales. Hay que tener cuidado a la hora de realizar el corte, cuya profundidad ha de ser la justa para separar la corteza, siendo el origen de muchos fracasos en el injerto del rosal realizar el corte con mayor profundidad.
Se corta la yema separándola de la rama y con una navaja se quita la porción de madera de ésta (figura 2), o bien se puede hacer extraer la madera una vez se ha cortado la yema.
La colocación del escudete se hace de la siguiente manera. Mientras se mantiene el escudete firme con el dedo pulgar se ata, normalmente con rafia, comenzando desde arriba hacia abajo y teniendo cuidado de no tapar el ojo.
A las 2 semanas (15 días) se comprueba el injerto, y se repetirá el proceso si alguno no se ha injertado bien. A partir del mes de febrero del siguiente año se cortan los patrones por encima del injerto
Recomendaciones
La navaja tiene que estar muy afilada. De esa forma nos aseguramos que los cortes serán limpios y dañarán en la menor medida posible el rosal.
Escoger un día tranquilo y apacible, sin viento ni calor y buenas condiciones.
Fuente: agromatica.es