Muchos conocemos los semilleros caseros. Uno de los más habituales son los de hueveras de cartón. Pero hay gente que da un paso de tuerca más y lo hace ¡directamente en las cáscaras de los huevos! Una original forma de crear semilleros completamente individualizada. Si necesitamos grandes volúmenes de plantones ¡habrá que hacer unas cuantas tortillas!
Sabemos que es agosto, el tiempo de ocio reina y lo que os vamos a contar no es algo que ahora apetezca hacer. Además, no estamos en el momento en que las germinaciones protegidas en semillero abunden. Por eso, si te interesa, márcatelo como favorito en el navegador y acuérdate en una tarde de domingo de invierno en la que te estés aburriendo en casa para hacer una buena tortilla de patata y además semilleros caseros para los cultivos del huerto de la temporada que viene.
La importancia del semillero
Si nos pusiéramos a imitar lo que hace la naturaleza, la siembra directa en el suelo del huerto sería el modo de proceder a la hora de plantar. Claro que la probabilidad de éxito en muchos de los casos se vería muy comprometida por muchos factores como la temperatura o la lluvia entre otros. La germinación y primeras fases de desarrollo de una planta son un tanto delicadas y el semillero, brinda a cada una de las semillas, la oportunidad de germinar y crecer en las mejores condiciones hasta que sean lo suficientemente fuertes para ser trasplantadas al huerto.
semilleros caseros
Semillero convencional
¿Qué necesitamos?
Para hacer semilleros caseros de cáscara de huevo lo primero de todo hacer una buena tortilla o un revuelto para unos cuantos. Si no tienes invitados, siempre puedes ir guardando las cáscaras de huevo que vayas consuminedo.
El envase de cartón de los huevos (soporte)
Un destornillador pequeño, punzón o similar
Cazuela y agua para cocer
Cuchillo afilado
Sustrato y mantillo
Semillas
¿Cómo lo hacemos?
Es muy sencillo. Son solo un par de pasos
Lo primero es cascar los huevos para poder usar su contenido en la ya mencionada tortilla. En vez de romper la cáscara por el centro como solemos hacer, lo haremos cerca de la parte superior del huevo con mucho cuidado. A continuación con un cuchillo intentaremos cortar esa parte superior y dejar la cáscara lo más intacta posible.
Enjuaga las cáscaras con agua y hiérvelas en una cazuela para eliminar cualquier resto de huevo.
Vuelve a enjuagar y deja secar las cáscaras
Con ayuda de un punzón, aguja (un poco gruesa), destornillador fino o similar hay que hacer un pequeño agujero en la parte inferior que servirá de drenaje. Siempre os decimos que el drenaje es esencial. ¡No lo iba a ser menos en un semillero casero! Este paso es el más delicado. No es difícil que intentando pinchar se rompa la cáscara. Utiliza una trozo de corcho o un trapo como base para que el el punzón atraviese la cáscara (y no estropees la mesa de la cocina). Si es posible y tienes paciencia y tiempo, quita la membrana adherida a la cáscara.
¡Pues ya lo tienes! Todo lo que queda es que añadas el sustrato, las semillas, un poco de riego y ¡a germinar se ha dicho!
semilleros caseros
Ahora podrás romper un huevo dos veces
Después de romper el huevo para cocinarlo, cunado tu plántula esté lista para el trasplante, podrás volverlo a romper para sacar el cepellón limpiamente. Los restos de cáscara los puedes tirar o añadir a la pila de compost si necesitas modificar poco a poco el pH del suelo del huerto. La cáscara de huevo es un buen aporte de calcio.
El asunto de las cáscaras de huevo para hacer semilleros no está pendiente de patente ni nada por el estilo pero nosotros se lo hemos visto a los del blog 17apart.com y tienen todas las fotos del proceso así que que menos que agradecerles el reportaje gráfico de gran calidad.