En la agricultura convencional, el sulfato amónico todavía se sigue utilizando masivamente, especialmente para cultivos menos rentables y como fuente importante de nitrógeno acompañada de azufre, un precursor en su asimilación.
La forma de amonio se asimila rápidamente por los cultivos, aunque en grandes volúmenes puede llegar a ser fitotóxica para la planta. De hecho, en hidroponía, su uso está limitado a un máximo de 15-20% de la fracción total del nitrógeno, siendo el restante 80-85% nitrógeno nítrico.
Sin embargo, controlando la dosis y la aplicación en todo tipo de cultivos en suelo, el sulfato amónico es una muy buena fuente de aporte de este elemento, siendo fácil de mezclar y utilizar.
En este artículo queremos destacar las posibilidades que tiene este fertilizante en la agricultura actual, la forma de utilizarlo, propiedades y dosis en todo tipo de cultivos.
Como introducción, comentar que el sulfato amónico no es un abono ecológico, ya que su proceso se obtiene por transformaciones de síntesis y, por tanto, no está recogida en la normativa europea de agricultura ecológica.
Formas de sulfato amónico
Características del sulfato amónico
El sulfato de amonio no es únicamente un fertilizante utilizado en agricultura. Este componente industrial también se utiliza como floculante. Una de las grandes propiedades de las aminas y todos los compuestos ricos en nitrógeno es que facilitan la mezcla de distintos componentes.
Es el caso de la urea, el cual puede ser mezclado con combustible (AdBlue) para optimizar la mezcla y aumentar el rendimiento de la combustión.
En este caso, cuando tenemos una solución ácida, la incorporación de una pequeña cantidad de sulfato amónico consigue purificarla, dejándola clara y transparente.
Por ejemplo, en presencia de proteínas, este aditivo es capaz de separar proteínas solubles (por ejemplo, globulinas) de glóbulos rojos.
Propiedades químicas
Todo el nitrógeno de este fertilizante se presenta en forma amoniacal. Si bien es altamente asimilable por la planta, es preferible que lo absorba en forma nítrica.
En el suelo, su comportamiento es bueno, ya que por tener carga positiva, se queda fijado en el complejo arcillo-húmico y no se lixivia tanto a campas profundas (como sí lo hace la forma nítrica).
Sin embargo, la presencia de microorganismos nitrificantes (nitrobacter y nitrosomonas, entre otros), facilita su transformación a nítrico. En verano, el aumento de las temperaturas en el suelo puede lograr transformar este nitrógeno en pocos días.
Como es de reacción ácida, es utilizado para acidificar suelos con pH alcalino y alta presencia de calcios y magnesios no solubles. Además, el azufre incorporado en el fertilizante mejora la disponibilidad del nitrógeno y actúa de forma sinérgica en su asimilación.
Riqueza
21%p/p nitrógeno amoniacal
60% p/p azufre (SO3)
Fórmula química
La fórmula química del sulfato amónico es (NH4)2SO4
La presencia de cristales de azufre y de amonio hace que el color final del producto sea blanco.
Nº CAS: 7783-20-2
Precio actual
El sulfato de amonio presentado en sacos de 25 kg tiene un precio de entre 0,2 €/kg y 0,25 €/kg.
Por cada unidad fertilizante aportada (1 UFN), su coste es de 1€ o 1,19€
Solubilidad y pH
Solubilidad: dependiente de la temperatura.
70,6 g/100 mL (0 °C)
74,4 g/100 mL (20 °C)
103,8 g/100 mL (100 °C)
pH: cuando solubilizamos este fertilizante, debido a la capacidad tampón del amonio, el pH suele estar comprendido entre 5 y 7.
Sin embargo, que el pH del fertilizante sea ese no quiere decir que, una vez aplicado, se conserve. De hecho, la reacción en el suelo de este elemento es ácido, de ahí que esté recomendado su uso en suelos alcalinos con alto contenido en calizas, por facilitar su asimilación por la planta.
Densidad relativa: 1,77 g/cc
Proceso de obtención
La obtención del sulfato amónico como producto industrial es la transformación del amoniaco gaseoso (NH3), mezclado con agua de vapor para crear una saturación y la incorporación de ácido sulfúrico.
Esta reacción realizada de forma controlada se transforma en la mezcla de azufre (SO4) y amonio (NH4), el cual, por ser atacado con un ácido, se incorpora a la fórmula un hidrógeno más (H).
Leer más: uso del azufre en agricultura
Tipos de sulfato amónico
Cómo utilizar sulfato amónico
Sulfato amónico líquido
La solubilidad de este fertiliante es bastante alta, aunque menos que otros fertilizantes más comunes como nitrato amónico. Existen casos en los que el agricultor prefiere trabajar con fórmulas líquidas ya solubilizadas de sulfato de amonio.
Una fórmula concentrada sería diluir hasta el 40% del fertilizante, consiguiendo una concentración de nitrógeno de 8,4% p/p y de azufre (SO3) del 24% p/p
Sulfato de amonio en polvo
Una de las fórmulas más conocidas y utilizadas, presentado el fertilizante en forma sólida pero polvo, fácilmente soluble.
Se utiliza cuando se preparan soluciones líquidas, para ser directamente aplicadas en fertirrigación.
Al ser altamente soluble, este fertilizante siempre debe aportarse en cobertera, es decir, cuando ya tenemos cultivos plantados.
Sulfato amónico granulado
El sulfato amónico granulado es lentamente soluble y se utiliza en presiembra o en cultivos arbóreos, cuando no se puede incorporar agua mediante la fertirrigación (periodo de lluvias o encharcamientos).
Contiene la misma riqueza que cualquier otra fórmula, y es bastante común su aporte en cultivos como almendro, olivar o frutales, especialmente en la época de brotación y desarrollo de nuevas hojas.
Leer más: la gran importancia del nitrógeno para las plantas
Información adicional
Ficha técnica tipo
Ficha de seguridad tipo
Situación actual
El sulfato amónico no es un fertilizante que debería aplicarse en grandes cantidades, ya que no es muy eficiente en cuanto al aporte de nitrógeno. Es decir, la función actual es servir de apoyo junto con otros aportes de nitrógeno de liberación rápida.
Esto es debido a que la transformación de la forma amoniacal a la forma nítrica, aunque es rápida, tiene un sobrecoste medioambiental. Y es que un suelo medio con materia orgánica y presencia relativamente normal de microorganismos, la pérdida gaseosa de amoniaco (el producto de limpieza que utilizamos en casa) es del 30%.
Es decir, del 100% de la transformación del nitrógeno a forma nítrica,un 30% lo hace en forma gaseosa al medio ambiente.
Uso de inhibidores
Por ello, es cada vez más común incorporar inhibidores de la nitrificación, como la diciandiamida (DCD) o DMPP, los cuales actúan evitando el desarrollo de microorganismos nitrificantes y mantiene en su forma inicial el nitrógeno durante más tiempo.
Leer más: la importancia de los inhibidores de la nitrificación
Dosis y uso como fertilizante en agricultura
Cultivos hortícolas: aplicado en fertirrigación, de 1 a 1,5 kg/1000 m de superficie y riego.
Cultivos arbóreos: en secano, cultivos como almendro u olivar, aplicar en cobertera de 2 a 3 kg/pie de fórmula granulada y lentamente soluble.
Fertilizantes relacionados
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Nitrato de potasio
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Ácido fosfórico
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Fuente: agromatica.es