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Las bolsas de cultivo son una gran alternativa a las macetas e ideales para cultivar plantas con raíces pequeñas como las patatas, las zanahorias, diferentes variedades de berries, arándanos y, por supuesto, flores.

Cuentan con la ventaja de poderse transportar fácilmente, lo que nos permite colocarlas en cualquier espacio y moverlas en caso de que sea necesario. Además, son duraderas y reutilizables y en la mayoría de los casos cuentan con una resistencia térmica y química excelente. Por otro lado, en comparación con las macetas, destacan por ser más resistentes a los impactos.

bolsas de cultivo

Las bolsas de cultivo son una herramienta de gran utilidad para el desarrollo de los cultivos, especialmente cuando estos se dan en espacios que no cuentan con las condiciones óptimas. En nuestro invernadero también podemos sacarles partido, utilizándolas para optimizar el espacio y aprovechando sus características para cultivar ciertas variedades de hortalizas.

¿Qué son las bolsas de cultivo?

Las bolsas de cultivo son unos recipientes fabricados con plástico o tela transpirable que destacan por su gran capacidad de drenaje y aireación que se utilizan para cultivar flores y hortalizas con raíces cortas.

Son una alternativa a las macetas y en comparación con estas, destacan por ofrecer un mejor proceso de drenaje y aireación. Esto permite que las plantas se desarrollen con unas raíces más grandes, fuertes y saludables; lo que les permite absorber más nutrientes y agua.

¿Cuándo deben utilizarse?

Las bolsas de cultivo cuentan con numerosas ventajas pero solo es recomendable utilizarlas con plantas que tengan raíces de poca profundidad. Por ejemplo, algunas opciones son los tomates, pimientos, berenjenas, pepinos, frijoles, zanahorias, lechugas y hierbas aromáticas. Del mismo modo, también están recomendadas para cultivar flores.

bolsas de cultivos

Otro aspecto importante de las bolsas de cultivo es que necesitan una hidratación constante y contundente. Se recomienda su uso si se pueden regar de forma independiente o utilizando sistemas de riego por goteo.

Ventajas e inconvenientes de las bolsas de cultivo

Vamos a comenzar viendo cuáles son las ventajas de las bolsas de cultivo:

– Mayor capacidad de drenaje en comparación con otras opciones.

– Mejor aireación que la mayoría de macetas.

– Favorece el desarrollo de una masa de raíces fibrosas.

– Ayudan a que las plantas reciban una mayor cantidad de nutrientes y de agua.

– Permiten la creación de raíces nuevas y saludables.

Las bolsas de cultivo también cuentan con algunos inconvenientes, los vemos a continuación:

– Sus tamaños son limitados.

– Existen alternativas con mayor resistencia.

– Requieren grandes cantidades de agua.

Principales tipos de bolsas de cultivo

Podemos distinguir principalmente entre dos tipos de bolsas de cultivo: las de tela y las de plástico.

Las bolsas de cultivo de tela destacan por ser bastante resistentes, contar con una buena aireación y tener correas para facilitar su traslado siempre que sea necesario.

Esta opción es más eco friendly ya que ha sido fabricada con materiales amigables con la naturaleza y puede ser reutilizada o desechada sin problema. Aunque, en comparación con la alternativa de plástico, necesita más agua ya que no la retiene con tanta facilidad.

bolsas de cultivos

Mientras, las bolsas de cultivo de plástico suelen ser de mayor tamaño y contar con un espacio más grande en el que sembrar.

Son más resistentes a los factores ambientales y su consumo de agua es moderado, siguen necesitando bastante agua aunque el plástico ayuda a retenerla mejor. No son tan eco friendly como las de tela al haber sido fabricadas con plástico.

¿Cómo usar bolsas de cultivo correctamente?

Hay cuatro puntos fundamentales que debes tener en cuenta para utilizar las bolsas de cultivo: El suelo, el riego, los fertilizantes y el cultivo. ¡Te damos todas las claves!

– Suelo: Es el alma de todo cultivo y contar con una buena composición es fundamental. Una buena composición puede conseguirse mezclando un tercio de musgo, otro de compost y un último de vermiculita.

– Riego: Necesitas un buen sistema de riego, los más recomendados son el sistema de riego por goteo, del que ya te hemos hablado en artículos anteriores, o el denominado autorriego, que consiste en colocar un recipiente bajo la bolsa para que la planta absorba el agua de forma independiente.

– Fertilizantes: Al contar con muy poco suelo, las plantas que estés cultivando necesitarán ser fertilizadas adecuadamente.

– Cultivo: Es importante tener conocimientos de agricultura ya que no todas las hortalizas pueden cultivarse de esta forma. Recuerda que solo puedes plantar hortalizas que tengan raíces de poca profundidad.

Imágenes del artículo: projarinternational.comwww.dutchplantin.comr/gardening

Fuente: sistemashorticolasalmeria.com

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El centro tecnológico Neiker ha logrado, gracias a la bioponía, un sistema que combina la hidroponía -cultivos sin suelos- con fertilizantes orgánicos en lugar de minerales, lechugas un 20% más grandes que las obtenidas mediante cultivos hidropónicos.

Según ha indicado Neiker en un comunicado, el sector agroalimentario está experimentando «una transición hacia sistemas productivos más saludables para el ser humano y más respetuosos con el medio ambiente, reduciendo el uso de fitosanitarios químicos en la producción de alimentos vegetales».

«Gracias a la conciencia social de agricultores para impulsar el cuidado del planeta, se ha incrementado la sostenibilidad de los métodos productivos», ha añadido el centro tecnológico.

En ese sentido, ha señalado que cada vez son más los profesionales que optan por el uso de fertilizantes orgánicos y de cultivos hidropónicos, sistemas en los que las plantas crecen sin suelo gracias al aporte de una solución compuesta por agua y nutrientes a base de abonos minerales generados mediante reacciones químicas con sales, gases y otras sustancias inorgánicas.

Al cultivo sin suelo que reemplaza el uso de abono inorgánico por fertilizante orgánico se le conoce como bioponía y supone «un avance para la salud humana y medioambiental, ya que reduce la huella de carbono», ha destacado Neiker.

En este contexto, el centro tecnológico Neiker, miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA), ha obtenido lechugas un 20% más grandes utilizando el sistema de cultivo biopónico. Esta investigación se ha realizado en colaboración con dos empresas productoras de fertilizantes orgánicos y de bioestimulantes implantadas en Euskadi, Biobizz y AvanzaBio.

Fertilizantes orgánicos
Con la bioponía se sustituyen los fertilizantes minerales por orgánicos, reduciendo así la emisión de CO2 a la atmósfera. De esta forma, según explica Patrick Riga, jefe de proyecto e investigador principal del departamento de Producción y Protección Vegetal de Neiker, «desarrollar abonos inorgánicos implica un gran impacto en la huella de carbono. Al elaborar un kilo de nitrato cálcico, un fertilizante muy común, se liberan 3,85 kg de dióxido de carbono a la atmósfera».

Este sistema es más respetuoso con el medio ambiente ya que libera nutrientes orgánicos y genera una solución rica en bacterias, levaduras y hongos, microorganismos que favorecen el crecimiento de las plantas.

Para dar con la combinación de nutrientes orgánicos adecuados y confirmar su eficacia, Neiker ha realizado durante dos años varios ensayos en sus invernaderos con plantas de lechuga de tipo batavia y de acelga tipo amarilla en un sistema de cultivo sin suelo en el que las raíces han crecido en un sustrato orgánico a base de fibra de coco regado con una solución de abonos orgánicos y bioestimulantes mediante goteros.

Los resultados de los ensayos han demostrado un aumento de tamaño de los vegetales cultivados. «Tanto las lechugas como las acelgas producidas en un sistema biopónico son más grandes comparadas con las que se cultivan en uno hidropónico con abonos inorgánicos, un 20% más para las lechugas y un 13% más para las acelgas», asegura Riga.

Reacciones químicas naturales
Además de generar productos de mayor tamaño, este método permite sustituir por completo los fertilizantes creados a base de reacciones químicas por los naturales y, por lo tanto, reducir la huella de carbono e incrementar la sostenibilidad de la producción de vegetales.

A partir de los resultados obtenidos, y de cara a fomentar el sistema biopónico en el sector, Neiker realizará ensayos para cultivar otros alimentos como el tomate o el pimiento. El centro tecnológico asesorará y acompañará durante todo el proceso a los agricultores interesados en probar este nuevo método.

Fuente: diariovasco.com

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Si alguna vez soñaste con vivir de forma independiente y ser dueño de la comida que consumes, un invernadero casero puede ser un gran paso hacia ese objetivo. Tener tus propias verduras y hortalizas, de cosecha propia, es sin duda la mejor forma de controlar lo que comes, de saber que la comida en tu casa es lo natural que tu quieres que sea.

Invernadero casero
Y pensando que tu puedes hacer tu propio invernadero para cultivar tus propios alimentos invirtiendo solo 50$ lo hace increíble.

Pero para ello tendrás que reciclar y reutilizar muchos de los materiales a utilizar.

Si esta opción no te convence, te proponemos otra que es construir un invernadero con estructura de madera.

Aquí vas a descubrir como hacer un invernadero de forma sencilla.

Como hacer un invernadero
El diseño que os proponemos nos lo ofrece gratuitamente este sitio web, donde podréis encontrar unas instrucciones muy completas para poder hacer un invernadero paso a paso de unos 15 metros cuadrados, pero que se puede adaptar para hacerlo mas grande dependiendo del espacio que permita tu jardín.

Los materiales principales para construir tu propio invernadero será madera de Palets, tendrás que empezar a guardar palets con tiempo, cañas de bambú, clavos y plástico de invernadero.

Cómo hacer un Invernadero Casero por 45$
Tendrás que empezar limpiando la zona donde vayas a instalarlo. Haremos una zanja a lo largo de todo el contorno del terreno que hayamos elegido. Debe ser de unos 40 cm ya que debe aguantar un palet en vertical.

Debemos unir palet con palet para darle robustez a la estructura. Podemos usar unas tablas de palet y unos clavos adecuados.

Una vez conseguida la estructura de palets, la idea es tener una «viga» de madera central donde pasarán las cañas que sacaremos de los laterales.

Después ya sólo quedará colocar el plástico y asegurar el conjunto.

Ventajas de los invernaderos
Intensifica la producción: establecen buenas condiciones para el desarrollo de nuestras plantas, por el aislamiento del exterior.

Aumenta el rendimiento: se aumenta de 2 a 3 veces en comparación con el campo abierto, en cultivos hidropónicos pueden llegar a ser 10 veces.

Menos problemas: al proteger los cultivos se minimiza el daño climático.
Ahorro de agua: en los invernaderos normalmente se usa el riego por goteo, lo que constituye un gran ahorro en el riego.

Mejor control de plagas y enfermedades: su hermeticidad es clave para un buen control de plagas y enfermedades.

Podemos cultivar todo el año: El control climático dentro del invernadero nos permite poder cultivar todo el año sin problemas.

Fuente: ecoinventos.com

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El proyecto, que comenzó su fase de diseño y conceptualización en 2020, cuenta con el apoyo y financiación del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) y el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Durante dos años se ha llevado a cabo el estudio y desarrollo de este nuevo modelo arquitectónico denominado Vertical Sunning, con un diseño solar pasivo que utiliza estrategias inteligentes de luz y agua para maximizar la eficiencia del sistema.

“Para concebir la estructura, hemos utilizado novedosas tecnologías de Ray Tracing que buscan optimizar la captación de radiación PAR, y homogeneicen la distribución de la luz a los cultivos que estarán situados en su interior”, afirma Juan Pardo, responsable de Innovación en Novagric y manager del proyecto.

El cultivo de alimentos indoor ha ido evolucionando, pero la inversión en las instalaciones sigue siendo elevada, hasta el punto de que numerosas investigaciones ponen de relieve la necesidad de reducir los gastos de explotación para aumentar su rentabilidad. El proyecto I+D+i Vertical Sunning pretende resolver este punto crítico de los módulos de Vertical Farming actuales: el elevado coste energético.

“Nuestro objetivo era el desarrollo de un nuevo modelo de producción de alimentos en vertical sin iluminación artificial, que priorice el acceso y distribución de la radiación solar, con sistemas de climatización de bajo consumo energético y utilizando el agua y la luz solar como base para reducir la huella de carbono”, explica Juan Pardo.

El prototipo construido se encuentra en las instalaciones tecnológicas de Novagric, en Alhama de Murcia, y está en plena producción.

El modelo constructivo utiliza materiales modulares y ligeros en forma de racks móviles que se desplazan para aprovechar el espacio, variando la disposición de los cultivos siguiendo la trayectoria de la luz del sol.

Para minimizar el consumo energético de refrigeración, se utiliza el agua que aprovecha su capacidad de filtro óptico para absorber la radiación infrarroja y permitir el acceso de la PAR, a la vez que se reduce el calentamiento de la envolvente y se distribuye el calor al interior.

El sistema de riego es mediante hidroponía, reduciendo hasta un 50% el consumo de agua frente a otros sistemas de riego en cultivos en sustrato.

Actualmente se encuentran en fase de estudio técnico-agronómico, donde se validará el diseño en entorno de cultivo real. Gracias al gran volumen de cultivo disponible, además de especies de hoja y aromáticas, se han introducido también nuevas variedades más complejas y poco habituales en sistemas de cultivo vertical para resolver el reto de la productividad en estos entornos.

Con esto, se cumplirían los tres objetivos de Novagric para el desarrollo de nuevas tecnologías y estrategias competitivas para producción de cultivos: utilización del sol como fuente de energía, reducción del consumo energético y la introducción de nuevas especies de cultivo para ampliar la gama de vegetales disponibles en este sistema productivo, concluye Pardo.

Fuente: novagric.com

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Los cultivos altamente tecnificados, hidropónicos, invernaderos, aquellos cultivados con luz artificial o con dosis de fertilizantes muy ajustadas requieren de elementos altamente específicos.

Algo tan sencillo como una maceta o recipiente de soporte y sustrato, puede tener variantes inimaginables para cultivos tan precisos. Vamos a ver qué importancia tiene el contenedor en el que la vamos a plantar y los tipos de maceta que podemos ver en tiendas como Eurogrow.

Proporción altura planta/volumen maceta
La proporción maceta/altura de planta es importante para un buen desarrollo radicular de casi cualquier planta. Hay plantas que requieren mucho volumen de sustrato para tener una expansión radicular importante y otras plantas como los cactus o las crasuláceas que prefieran macetas más pequeñas.

Para el cultivo de Cannabis sativa como ejemplo de cultivo muy tecnificado, se utiliza una regla general (muy general) orientativa de 1 litro de capacidad de la maceta por cada 4-5 cm de altura de la planta. Otras plantas tienen otras proporciones. Aplicando una sencilla regla de tres:

Planta de hasta 15 cm: 4 litros de maceta
Planta de unos 30cm: 7,5 litros de maceta
Planta de unos 60 cm: 15 litros de maceta
Planta de unos 100 cm: Unos 25 litros de maceta
Es algo orientativo. De hecho no encontrarás macetas de tamaños exactos a los que te ponemos, pero sí muy similares.

El drenaje. Algo vital para no encharcar el sustrato
Ya no solo en este cultivo es importante. Salvo especies adaptadas a medios saturados de agua (plantas de ribera, pantano etc.) el resto de plantas necesitan un buen drenaje. En el momento en que nosotros utilizamos un recipiente ”estanco” o sin posibilidad de salida de agua sobrante estaremos saturando el sustrato la mayoría de veces. Por ello es necesario que en el fondo haya agujeros que impidan que el agua se estanque en la maceta de cultivo.

Emisión de raíces secundarias
El sistema radicular debe estar sano, con espacio, no encharcado y la planta debe emitir una gran cantidad de superficie radicular de contacto con el sustrato para absorber los nutrientes. Una de las formas de conseguir esto es favoreciendo la emisión de raíces secundarias.

Todos los consejos redundan en una sistema radicular saludable que se basa en espacio, drenaje y posibilidad de desarrollo radicular para aumentar la superficie de contacto con el sustraro y así captar el máximo de nutrientes.

Empecemos por el básico. La maceta normativa
Macetas de plástico de todos los tamaños, colores y formas. Todas ellas tienen la ventaja de que son baratas, reutilizables por años y años y al ser totalmente impermeables, el agua aguanta más tiempo en el sustrato. Esto puede acarrear ventajas (menos frecuencia de riego) e inconvenientes (posibilidad de encharcamiento).

El color es importante según queramos cultivo exterior o interior.

Cultivo exterior: Preferible maceta blanca para que la radiación solar rebote en el color blanco y no sobrecalentemos el sustrato además de secarse por evaporación mucho antes.
Cultivo interior: Nos da un poco más igual pero puede ser negra perfectamente.

Macetas podadoras del sistema radicular
Tal y como lo oyes. Son macetas con orificios en toda la pared del contenedor. Las raíces crecen cuando se encuentran en ambientes oscuros (bajo tierra), húmedos y con la aireación justa. En el momento en el que una raíz toca el aire exterior, deja de crecer (poda aérea) y se fuerce la emisión de raíces secundarias , gobernando el sustrato y consiguiendo mayor superficie de contacto.

Macetas de tela
Es una variante de las anteriores, hechas de tela (tejido) siendo este muy poroso y teniendo por tanto grandes ventajas que enumeramos a continuación:

Al ser poroso cumple la función de poda aérea. En cuanto una raíz quiera «salirse del tiesto» no podrá y forzará emisión de raíces secundarias.
Permite una mayor aireación del sustrato. En climas muy cálidos puede ser una ventaja para que el sustrato no se sobrecaliente, al dejar más paso de aire y absorbiendo menos calor y más aún si el tejido es blanco.
Se pueden lavar en lavadora en caliente y reutilizar en otro cultivo sin problema (es una manera de esterilizarla si la planta ha sufrido de alguna enfermedad producida por bacterias, hongos, nematodos etc.

Bolsas de cultivo. Comodidad vs Contaminación
No es nuestro sistema favorito pero lo ponemos porque también existe. Son desechables de plástico. Son muy cómodas al ser desechables pero ya sabemos que el plástico es contaminante si no se recicla bien. En cultivos de invernadero se usan mucho pero para cultivos particulares no lo recomendamos. Hay opciones más sostenibles (todas las anteriores).

Macetas de rejilla para aeroponia e hidroponia
Son muy específicas para cultivos hidropónicos por ejemplo donde el agua con los fertilizantes exactos va en continua circulación en contacto con las raíces. También en los aeropónicos donde los nutrientes van atomizados y pulverizados en el ambiente radicular del cultivo. La NASA utiliza cultivos de este tipo para sus investigaciones de cultivos en gravedad cero.

Fuente: agromatica.es

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Aunque a priori pueda parecer una pregunta rara, saber iluminar un invernadero tiene su miga. En ocasiones las plantas van a necesitar un pequeño empujón lumínico si están cultivadas en zonas donde las horas de luz son muy pocas o directamente hablamos de un cultivo hidropónico en interior. Sea cual fuere la situación, vamos a meternos de lleno en las clorofilas, las radiaciones solares y qué tipo de luz es la más adecuada para que un cultivo pueda realizar la fotosíntesis correctamente con luz artificial.

¿Y qué tiene que ver esto con iluminar un invernadero?
Lo tiene que ver todo. Las plantas por lo general son verdes. Salvo contadas excepciones, el color verde domina el mundo vegetal y la razón es muy sencilla. La presencia de clorofilas, ese pigmento que permite a la planta realizar la tan conocida fotosíntesis para transformar CO2, agua y nutrientes en compuestos hidrocarbonados. ¿Y por qué son verdes? Esta pregunta ya la contestamos hace unos años en un artículo sobre los satélites Sentinel del programa de la Agencia Espacial Europea (ESA).

¿Por qué las plantas son verdes?

Hablemos de radiaciones y espectro electromagnético

La respuesta a esa pregunta la tenemos aquí. Esto es un gráfico de absorción relativa de los pigmentos vegetales en función de la longitud de onda (color) del espectro electromagnético dentro de la radiación visible (la que capta el ojo humano).

longitudes de onda de luz en las plantas
Un resumen rápido es que las clorofilas a y b (las más importantes) tienen un pico de absorción de radiación principalmente en las longitudes de onda más energéticas dentro del espectro visible (400-500 nm) y esto corresponde a los colores violeta-azul. Los carotenos también tienen picos de absorción dentro de este rango. Es la longitud de onda más importante para el crecimiento vegetativo de la planta.

Otro pico de estas clorofilas se muestra entre los 600 y 700 nm correspondiente a los colores anaranjados y rojos. En esta zona se favorece la emisión de tallos y la floración.

Sin embargo, si vemos la gráfica, observamos un descenso muy acusado en las longitudes de onda correspondientes al verde y al infrarrojo cercano. Esto significa que la luz verde no la absorben para nada reflejándola en su totalidad. Como si de un espejo y esa es la razón principal por la cual vemos las hojas de las plantas de color verde. De la totalidad del espectro visible, lo que menos absorben es la longitud de onda correspondiente a los verdes, lo reflejan y es lo que llega a nuestros ojos.

Todo esto es teoría de color y luz electromagnética. Los colores los vemos así porque los elementos reflejan (o no absorben) las longitudes de onda correspondientes al color que vemos.

Para iluminar un invernadero, entender los picos de absorción de radiación es básico para saber qué tipo de luz elegir.

Tipos de luz para iluminar un invernadero
Dentro de los tipos de luz artificial que tenemos podemos diferenciar:

Lámpara incandescente: Principalmente genera mucha intensidad en el espectro de los rojos. Por tanto la eficiencia fotosintética no va a ser muy notable.

Iluminación con fluorescentes: Son más azules, generan más cantidad en los azules y en los verdes (que no nos interesan). Consumen relativamente poco pero pecan de tener poca intensidad. No son muy utilizadas salvo que el cultivo requiera de poco

Lámparas HID: En general generan mucha radiación en los amarillos, naranjas y rojos (vapor de sodio). Algunas de mercurio a alta pr Son económicas en cuanto a consumo (por eso se ponen en alumbrado público) e irradian una buena cantidad de flujo de luz. El problema principal son sus

Iluminación con halógenos: Mejoran mucho la emisión de radiación en los azules, violetas pero menos en los rojos. son sensiblemente mejores que las anteriores. Su consumo en Wh es excesivo.

Iluminación LED: Aquí es donde la tecnología lumínica ha encontrado el elemento disruptor. Podemos modular el tipo de luz, el color de luz y la intensidad. Combinando LEDs de longitudes de onda muy específicas en los azules, violetas y los rojos podemos conseguir las longitudes de onda perfectas para equilibrar el crecimiento vegetativo y la floración de los cultivos. Además, el consumo es mucho menor.

iluminar un invernadero
La combinación de LEDs azules, violetas y rojos generan la luz ideal para optimizar el crecimiento
Una vez decidido el espectro. ¿Cuántas pongo? Hablemos de intensidades.
Una vez elegido el tipo de luz para iluminar un invernadero el siguiente paso es saber cuántas luminarias se ponen. Como cálculo de ingeniería está todo hecho ya. Los cultivos tienen cálculos de lux necesarios en todo su ciclo vital para dimensionar la intensidad lumínica necesaria para cada cultivo. Cada tipo de planta es distinta. Por ejemplo los pimientos necesitan más radiación para fructificar que un calabacín. Esto se conoce con el nombre de PAR (Photosynthetically Active Radiation) o en español Radiación fotosintéticamente activa. Este parámetro mide los fotones necesarios de tasa mínima fotosintética para cada cultivo.

Sabiendo este parámetro se optimiza la adquisición de luminarias para tener un equilibrio entre la intensidad lumínica necesaria para un PAR adecuado con un consumo contenido de electricidad.

Evidentemente, no hay una intensidad cada vez mayor en que la planta sea capaz de asimilar toda esa radiación. De hecho, hay un consumo asociado a esa absorción para generar las moléculas y nutrientes que la planta va «fabricando». Esta proporción va aumentando hasta determinado punto. A partir de ahí la planta no puede absorber más cantidad de CO2 gracias a la fotosíntesis en la que la intensidad lumínica está directamente implicada.

punto de compensación de la luz
El punto de compensación es el punto en el que la absorción neta de CO2 y el O2 producido es 0. Para que la planta empiece a crecer, tenemos que llegar a este punto como mínimo. De lo contrario, la planta acabará muriendo. Esto aumenta de forma más o menos lineal hasta que llegamos a un máximo.

A partir de este punto, toda la luz extra que estemos aportando no servirá de nada y puede ser incluso contraproducente además de gastar electricidad innecesariamente.

Fuente: agromatica.es

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hortalizas e invernaderos

La agricultura se enfrenta a desafíos sin precedentes debido al aumento de la demanda de alimentos, efectos adversos del cambio climático, sobreexplotación de los recursos naturales, pérdida de biodiversidad y desperdicio de alimentos; arriesgando su capacidad productiva para satisfacer las necesidades alimentarias actuales y del futuro. La agricultura sostenible, hidroponía e invernaderos, persiguen satisfacer las necesidades de alimentación saludable de las generaciones de hoy y del mañana, un mayor respeto con el medio ambiente, y ser social y económicamente aceptables, a través de los siguientes principios:

– Reducir los riesgos ambientales y preservar los recursos naturales.

– Usar eficientemente los recursos agrícolas y fuentes de energía no renovables.

– Adaptarse a los ciclos naturales biológicos y ambientales.

– Apoyar al desarrollo económico rural y la calidad de vida de los agricultores y agricultoras.

Jennifer Cortés (Facultad de Ciencias, Universidad de La  Serena, Chile), alumna en práctica del Programa Transferencia Tecnológica para el Cultivo de Hortalizas Hidropónicas.

La hidroponía incluye acciones y respuestas a las dificultades que enfrenta el área agrícola, especialmente por el reducido consumo de agua, una mayor densidad de cultivo y menor esfuerzo físico para la producción de hortalizas.

Sostenibilidad de hidroponía e invernaderos en la Agricultura Familiar Campesina (AFC)

El Programa Transferencia Tecnológica para Cultivo de Hortalizas Hidropónicas, dirigido a la AFC en las comunas1 del Programa Territorial Zonas Rezagadas de la Región de Coquimbo, está desarrollando un modelo de producción de hortalizas de hoja en Sistema de Raíz Flotante (SRF), cuya capacidad productiva es de 540 plantas en 48 m2 por ciclo de cultivo, proyectando anualmente ocho ciclos que alcanzan un total de 4.320 plantas.

Este informativo tiene por objetivo integrar los principios antes descritos, identificando manejos culturales y orientar a un mejor uso de insumos y recursos para una producción sostenible, que eleve los estándares de calidad en hortalizas en hidroponía e invernaderos.

Reducir los riesgos ambientales y preservar los recursos naturales.

Hidroponía e invernaderos y Manejo Integrado de Plagas (MIP)

Estrategia de Exclusión y MIP: uno de los mayores riesgos en los sistemas agrarios es el mal uso y abuso de plaguicidas, que tienen efectos adversos sobre la salud de la población (peligro de cáncer, leucemia, Parkinson, asma, neuropsicológicos y cognitivos); contaminación al medioambiente (efecto residual) y efectos en los ciclos biológicos del sistema agrario (nuevos brotes y resistencia de plagas -insectos, bacterias y malas hierbas-).

La implementación y uso de mallas antiáfidos como barrera física y “cero ingresos de plagas”, garantizan el bajo a nulo uso de plaguicidas, complementado con estrategias de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y Manejo Integrado de Plagas (MIP), como se presenta en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Complemento de BPA y MIP en sistemas hidropónicos, a estrategias de exclusión, con uso de mallas antiáfidos.

Estrategrias y acciones

 

En los sistemas hidropónicos, las enfermedades del suelo prácticamente no existen, sin embargo, lo que pueda hallarse es debido a contaminaciones externas por herramientas, implementos o almácigos, los que pueden ser controlados con desinfección de cloro.

Las enfermedades provocadas por insectos, como pulgones o trips, se reducen con la instalación de mallas antiáfidos. Para el control de malezas, el uso de malla en la cubierta del suelo impide el crecimiento de plantas no deseadas al interior del invernadero (mallas conocidas comercialmente como antimalezas o “ground cover”).

Figura 1. Implementación de estrategia de exclusión con malla antiáfidos y antimalezas, en invernadero.

Soluciones nutritivas en hidroponía e invernaderos

Soluciones Nutritivas: su uso inadecuado con altos niveles de nitrógeno y fósforo puede llegar a tener implicancias sobre los ecosistemas; su descarga en altas concentraciones contamina el suelo, las aguas superficiales y subterráneas y, además, provoca una producción de autótrofos (ej., algas) y un bajo nivel de oxígeno disuelto (OD), que posteriormente conducen a la eutrofización en cuerpos de agua, ríos y arroyos.

A nivel de cultivo, en especial, cuando las temperaturas sobrepasan los 30 °C o en condición de días largos (verano), aumenta la salinidad, afectando la tasa de oxigenación y los procesos fisiológicos como la actividad fotosintética, apertura estomática y contenido de clorofila, que repercute en la calidad comercial de las hortalizas.

A través de análisis de calidad de agua (biológicos y químicos) constatar que las soluciones nutritivas implementadas respondan a las características propias del agua de riego de cada predio y del cultivo a producir, con niveles adecuados de nitrógeno y fósforo, procurando que la salinidad se encuentre por debajo de 1,0 dS m_1.

Se recomienda que las descargas (después del 3.er ciclo productivo) se efectúe en frutales que no hayan sido fertilizados, y no en canales cercanos o cursos superficiales de agua.

hidroponía e invernaderos

Figura 2. Suministro de solución nutritiva con concentración adecuada de nitrógeno y fósforo a las características del agua (CE: 0,33dS/m y N: <0,1ppm).

Hidroponía e invernaderos y el manejo de plásticos

Manejo de plástico: corresponde a uno de los insumos más controversiales en los sistemas hidropónicos y su relación con el concepto de “sostenibilidad”, ya que estos polímeros por sus características físicas y químicas, son muy difíciles de degradar por los microorganismos que se encuentran en la naturaleza y pueden permanecer casi intactos durante siglos.

También suponen un grave riesgo de contaminación y una grave amenaza para la biodiversidad y para todo tipo de fauna. Según datos de la FAO, en 2019 las cadenas de valor agrícolas utilizaron 12,5 millones de toneladas de productos plásticos, mientras que otros 37,3 millones se utilizaron en envases de alimentos.

Usar eficientemente los recursos agrícolas y fuentes de energía no renovables

El plástico en hidroponía es el principal insumo; ya que contribuye a aumentar los rendimientos de los cultivos, reducir el consumo de agua y de insumos agroquímicos. Las estrategias de su uso deben estar orientadas a la durabilidad y capacidad de reciclaje. Según el grado de resina que contienen se clasifican en siete categorías, como se muestra en la Figura 3.

Es recomendable que al momento de elegir el tipo de plástico se pueda priorizar aquellos identificados con los números 1, 2, 4 y 5, evitando que tengan “un solo uso”, así como quemarlos, ya que esto tiene incidencia directa en el rendimiento de los cultivos (reducción 20-30 %) debido a las altas concentraciones de dioxinas (contaminantes orgánicos persistentes que se encuentran entre las sustancias químicas más tóxicas conocidas).

Además, se recomienda reutilizarlos dentro del predio (por ej., cobertura corrales o bebederos); disponerlos en puntos de reciclaje comunal y cuantificar la cantidad dentro del predio.

Figura 3. Clasificación de plásticos según su capacidad de reciclaje.

Materiales de alta durabilidad

En los sistemas productivos del Programa se trabaja con materiales de alta durabilidad que permitan extender el uso productivo y la vida útil de los mismos. Dentro de las estrategias de uso eficiente de recursos se cuantificó y clasificó la cantidad de plástico utilizado (ver Cuadro 2), garantizando su uso por más de tres años; la mayoría corresponde a dos y cuatro, según capacidad de reciclaje.

Sin embargo, la preocupación y atención se encuentra en las bandejas de plumavit (PS-6), las que tienen una baja durabilidad; adoptándose para ellas técnicas de envoltura que otorgan hermeticidad y mayor durabilidad, como se muestra en la Figura 4.

Cuadro 2. Materiales, clase y cantidades utilizados en el Programa de introducción del cultivo de hortalizas en hidroponía e invernaderos.

hidroponía e invernaderos

Adaptarse a los ciclos naturales biológicos y ambientales

Consumo de agua y densidad de plantación: la respuesta de la hidroponía; ante la escasez de precipitaciones y condiciones de sequía, es que permite reducir el consumo de agua; alrededor de un 40 % en los cultivos de lechuga (ver Cuadro 3) y aumentar la densidad de plantación en una proporción de 1:5 respecto del cultivo tradicional en suelo (Figura 5).

Cuadro 3. Comparación de consumo y ahorro de agua entre cultivo en suelo e hidroponía.

hidroponía e invernaderos

Apoyar al desarrollo económico rural y la calidad de vida de los agricultores y agricultoras.

Figura 4. Cubierta plumavit para aumentar vida útil.

Mujeres y tercera edad y su relación con la hidroponía e invernaderos

 

Mujer y Tercera Edad: la calidad de vida rural se ha visto afectada por el despoblamiento y; por consiguiente, por una reducción de la fuerza de trabajo; debido a las escasas oportunidades para jóvenes, que optan por estudiar en ciudades, o bien, trabajar en otros sectores productivos.

La hidroponía al ser un modelo que requiere de un bajo esfuerzo físico y automatizado, da la posibilidad de incorporar mujeres y adultos mayores; posibilitando aumentar los ingresos familiares y contribuir a la independencia económica, especialmente de quienes están a cargo del cuidado del hogar.

Del total de beneficiarios del Programa el 60 % son mujeres; a quienes se les entregan las herramientas productivas y de comercialización; orientadas a estrategias asociativas entre los beneficiarios/as para la compra de insumos y canales de venta a nivel local. Se estima que el incremento del ingreso familiar anual sería de un 50 %.

Figura 5. Esquema comparativo densidad de plantación. (A) lechugas cultivadas en suelo (0,33 x 0,75 m) y (B) lechugas cultivadas en SRF (0,2 x 0,2 m).

Desafíos

Un abastecimiento energético fiable, eficaz, eficiente, sostenible y económico es imprescindible para garantizar el progreso y el desarrollo productivo en la hidroponía; que demanda de una alta disponibilidad energética, sin limitaciones ni interrupciones de suministro que obstaculicen las tareas diarias.

En este contexto, la independencia del uso de energía en los sectores rurales, a través de fuentes renovables (eólica o solar); desde una mirada productiva y económica hacia la sostenibilidad, son estrategias que deben ser visualizadas por agricultores/as.

El contenido de este artículo fue elaborado por Víctor Pizarro B., Constanza Jana A., Cornelio Contreras S., Víctor Alfaro E., Gonzalo Ibacache A., INIA Intihuasi, para www.inia.cl.

 

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