Conservar la biodiversidad garantiza poder tener alimentos, medicinas, ropa o cosméticos
La biodiversidad, la enorme variedad de especies que habitan en el planeta, puede parecer un concepto lejano y poco importante para los ciudadanos. Sin embargo, afecta en nuestra vida cotidiana de muchas maneras. Por ello, la pérdida de biodiversidad, un problema que se está acelerando en las últimas décadas, nos perjudica a todos. Este artículo señala por qué es importante cuidar la biodiversidad, cuáles son sus principales amenazas y qué es posible hacer para protegerla.
¿Por qué hay que proteger la biodiversidad?
Los responsables de la Organización de Naciones Unidas (ONU) recuerdan que la biodiversidad es la base de la vida y de los servicios esenciales que brindan los ecosistemas. Por lo tanto, es el fundamento del desarrollo sostenible de la población en todos los sectores económicos, como la agricultura, la silvicultura, la pesca, la industria farmacéutica o el turismo, entre otros. «Al detener la pérdida de la diversidad biológica estamos invirtiendo en la gente, sus vidas y su bienestar», subrayan desde este organismo internacional.
La Unión Europea (UE) también valora la importancia de cuidar la biodiversidad para el bienestar de los ciudadanos y estima que su pérdida cuesta cada año a los Estados miembros el 3% de su Producto Interior Bruto (PIB). Para conocer si los europeos son conscientes de ello, la Comisión Europea (CE) publicaba en 2015 un Eurobarómetro sobre la biodiversidad. La encuesta, con respuestas de 27.718 habitantes de la UE (un millar de ellos españoles), señalaba que ocho de cada diez europeos piensan que su pérdida es un problema «grave» y que más de cinco creen que les afectará. Los españoles se consideraban más preocupados que la media de ciudadanos comunitarios.
La Fundación Biodiversidad, una institución del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), impulsa proyectos e iniciativas para conservar este bien común en España, precisamente el país con mayor biodiversidad de Europa.
Su directora, Sonia Castañeda, asegura que «estamos rodeados de biodiversidad en nuestro día a día. Está en nuestra casa, en nuestra nevera, en nuestro botiquín, en la ropa, etc. Hablar de biodiversidad es hablar de genes, de especies, de ecosistemas. Por eso es necesaria para que haya vida en el planeta. Sin ecología no hay economía: el 40% de la economía mundial depende de tener unos ecosistemas sanos. Y también es bienestar social, ya que de ella depende que tengamos medicinas, alimentos, textiles, etc.».
Cuáles son sus principales amenazas
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la tasa de desaparición de especies en el último siglo es mil veces superior a la natural, como consecuencia del cada vez mayor impacto de las actividades humanas.
La destrucción de los hábitats, la extracción insostenible de los recursos naturales, las especies invasoras, el calentamiento global o la contaminación son algunas de las principales amenazas contra la biodiversidad, según los expertos.
La conservación de la biodiversidad supone pensar en todas las especies, por insignificantes, repulsivas o dañinas que puedan parecer, ya que todas tienen una función en el equilibrio terrestre. Un insecticida que pretende acabar con las plagas puede matar también a otros organismos que las controlan de forma natural. Asimismo, hay especies claves dentro de los ecosistemas a los que pertenecen, cuya desaparición arrastra la de muchas otras.
Y no menos importante es la conservación de los espacios y ecosistemas naturales donde habitan todas las especies. Si desapareciera el río Amazonas, además de perder una de las zonas con más biodiversidad del planeta, el clima, los vientos, la humedad, la disponibilidad de oxígeno y otros muchos factores se verían seriamente afectados a escala mundial. La biodiversidad no es uniforme, y es en los trópicos donde se halla en mayor cantidad.
¿Qué podemos hacer?
Los expertos señalan varias acciones que los ciudadanos pueden hacer para cuidar la biodiversidad:
Concienciarse sobre su importancia y las consecuencias de su pérdida. El primer paso para hacer frente a un problema es conocerlo. La biodiversidad es mucho más que una enorme cantidad de especies; nos da la vida.
Consumir de forma sostenible con la naturaleza. Para ello resulta esencial seguir las tres erres del consumidor ecológico (reducir, reutilizar y reciclar).
Evitar actividades ilegales con especies y denunciarlas. El contrabando de especies pone en riesgo la supervivencia de muchos seres vivos, algunos de ellos en peligro de extinción. Consumir animales comercializados de forma ilegal daña la biodiversidad.
Visitar espacios naturales sin causar impactos. Disfrutar de la naturaleza es una buena idea, pero para que pueda seguir siendo así, y de paso para proteger a todos sus habitantes, es importante evitar prácticas que puedan causar daños ambientales.
Apoyar a organismos conservacionistas. El apoyo de ONG o instituciones que se dedican al cuidado de la naturaleza, ya sea haciéndose socios o contribuyendo como voluntario ambiental, también ayuda.
Por:Alex Fernández Muerza
Imagen: Don Peruchos
Fuente: consumereroski.es