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La fertirrigación es una técnica que permite la aplicación simultanea de agua y fertilizantes a través del sistema de riego. Se trata por tanto de aprovechar los sistemas RLAF (Riegos Localizados de Alta Frecuencia) para aplicar los nutrientes necesarios a las plantas. A pesar de utilizarse en múltiples sistemas RLAF, la técnica de la fertirrigación está totalmente extendida en el caso del riego por goteo.

fertirrigación

La técnica de la fertirrigación requiere conocimientos básicos tales como:
– Las necesidades nutritivas de los cultivos

– Distribución de los porcentajes de fertilización a lo largo del ciclo de cultivo (en el caso de la fertirrigación por el método cuantitativo)

– Características del agua utilizada (pH, conductividad eléctrica, etc.)

– Saber operar con el cambio de unidades de UF (unidades fertilizantes) a kilogramos de fertilizante

El sistema de fertirrigación es, hoy en día, el método más racional de que disponemos para realizar una fertilización optimizada.

El uso de la fertirrigación aporta ventajas considerables:
1. El agua y los nutrientes quedan perfectamente localizados en la zona de absorción de las raíces.

2. Se pueden establecer diferentes planes de fertilización en consonancia con el estado fenológico del cultivo o en función de las curvas de absorción de los nutrientes.

3. Posibilidad de corregir rápidamente cualquier deficiencia nutritiva del cultivo

4. Utilización de aguas de baja calidad agronómica. Este es un aspecto muy importante a considerar, ya que con un buen manejo y los conocimientos necesarios, podemos utilizar aguas de baja calidad (Conductividad eléctrica superiores a 3 dS/m)

5. Alta dependencia del cultivo al sistema de riego y por tanto mayor control sobre el cultivo. Podremos aumentar o disminuir la velocidad de crecimiento según interese. También, podremos utilizar técnicas de RDC (Riego Deficitario Controlado)

6. Todas las anteriores redundan en un uso más racional del agua y los fertilizantes. Una incidencia directa sobre la capacidad productiva del cultivo. Respeto del medio ambiente y un mínimo impacto ambiental.

Aunque la definición de fertirrigación queda suficientemente explicada en el anterior texto, queda mencionar que básicamente existen dos métodos de fertirrigación:

Métodos de fertirrigación
– Fertirrigación cuantitativa. Este modelo está basado en calcular las necesidades nutritivas en función de distintos parámetros: Número de plantas, edad, superficie foliar, tipo de suelo, área, consumo de nutrientes, etc. Una vez calculados los requerimientos, se introducen en el sistema de riego para aportarlos.

– Fertirrigación proporcional. Es un modelo más utilizado en cultivos sin suelo e hidropónico. Consiste en inyectar una cantidad determinada de fertilizantes por un volumen de agua determinado. Por ejemplo: gramos por litro ó litro por metro cúbico. Este ejemplo se refiere a concentración de fertilizantes en agua; en hidropónico suelen utilizarse unidades de concentración tales como: ppm/l, mmol/l o meq/l (partes por millón y litro, milimoles por litro o miliequivalentes por litro).

fertirrigación
¿Se pude aplicar insecticidas mediante fertirrigación con aspersores y toberas de riego?
Efectivamente es posible hacer tratamientos mediante el riego por aspersión. Es común utilizar (además de los fertilizantes) otras sustancias como fungicidas, aminoácidos, etc. En el caso de insecticidas debes tener presente dos aspectos importantes:

1. Indicar de forma adecuada que la zona ha sido tratada con un insecticida (Cómo se habría hecho en caso de fumigar de forma convencional).

2. Aplicar el producto, calculando la dosis (concentración idónea). Cómo conocerás el caudal de las toberas, puedes calcular la dosis (concentración) deseada. Después, una vez aplicada la concentración idónea mediante los aspersores (toberas), NO debes aplicar agua únicamente (sin insecticida) para evitar lavar el insecticida.

Debes ser muy preciso al calcular el tiempo que tarda el líquido desde que ha sido inyectado a la red de riego hasta que haya salido por los aspersores. En este sentido, hay un truco que puedes utilizar. Puedes aplicar junto al insecticida algún producto colorante (que le de color al agua y no interfiera con el producto insecticida).

Un tip que te daremos es utilizar el quelato de hierro (da una pigmentación roja al agua). Así, el agua sale con esa pigmentación mientras se está inyectando o queda producto. Cuando veas que el agua ya no sale roja es el momento de cortar el agua para evitar lavar el producto.

Fuerte: fertirrigacion.com

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Identificación de problemas y soluciones en el riego por goteo

¿Tu instalación de riego por goteo ya no es lo que era? ¿Tienes sectores en el huerto o jardín a los que les llega menos agua que antes? Es muy posible que después de un tiempo tengas goteros obstruidos. Suele ser un problema bastante frecuente en nuestro huerto y de vez en cuando debemos realizar inspecciones para evaluar la instalación. Te ayudamos a identificar esos problemas y darte soluciones.

Es muy posible que al cabo de un tiempo, tu instalación de riego por goteo sufra obturaciones que descompensan tanto la presión de los diferentes puntos del circuito como la cantidad de agua emitida y merman el buen funcionamiento general.

Se riegan unas zonas más que otras y puede que tengamos sectores de nuestro jardín o huerto, sin la hidratación adecuada. Veamos los problemas más comunes de obturación y sus posibles soluciones:

Problemas y soluciones en el riego por goteo
1. Obturación por partículas sólidas
Las mangueras así como los emisores, pueden llegar a acumular una cantidad importante de partículas sólidas al cabo de un tiempo. Debemos quitar las abrazaderas de los finales y dejar correr el agua para que la suciedad salga de las mangueras.

Si en los goteros persiste la obturación debemos quitarlos y lavarlos con agua o aire a presión.

2. Obturación por arena
Si la obturación por arena es frecuente deberás instalar un filtro de arena a la entrada de la instalación. Evitarás problemas y quebraderos de cabeza futuros.

3. Precipitaciones de sales de Fe
Esto no suele ocurrir en instalaciones de riego pequeñas. Si es muy severo habría que tratar con soluciones de ácido nítrico o cambiar el sistema de riego entero. En pequeñas instalaciones a veces es más cara la solución que uno nuevo.

4. Presencia de algas y bacterias
Tampoco va a ocurrir muy a menudo pero si pasara, lo mejor es tener instalado un filtro específico. La otra opción es usar alguicidas, aunque mejor prevenir que curar ¿no?

5. Barro pegado y seco en el emisor
Puede ocurrir que después de una lluvia quede taponado por fuera, por salpicaduras de barro. Con un poco de agua lo solucionaremos. Si la instalación es muy grande podemos hacer un pequeño riego después de la lluvia para eliminarlo antes de que se seque.

6. Sales de calcio
La temida cal. Es sin duda el problema más común en la obturación de sistemas de riego localizado.

Si vives en una zona donde las aguas son muy calizas, es muy posible que sufras este problema.

Hay diversas opciones en el mercado, desde los caros descalcificadores (no recomendable para instalaciones pequeñas y medianas) hasta los imanes a la entrada del circuito que cambian momentáneamente la polaridad de las sales evitando su cristalización en cierta medida.

Un consejo que te damos en Agromática es que si las mangueras las tienes protegidas del Sol con el acolchado, la cristalización de la cal repentina en el gotero por efecto del calor será mucho menor.

Si el agua que tomamos para el riego por goteo no es de muy buena calidad o está embalsada (mayor riesgo de algas y bacterias), la instalación de filtros de malla, arena o anillas aumentará la vida útil del sistema de riego considerablemente.

También hay que valorar el tamaño y los metros de manguera de la instalación, porque el mantenimiento de los filtros, en ocasiones no resulta barato y habrá que sopesar si cambiar las mangueras y goteros cada 4 o 5 años o invertir en un sistema de filtrado. Tendréis que valorarlo.

En cualquier caso, nosotros recomendaremos siempre que se pueda instalar manguera de riego por exudación. En una pequeña instalación de huerto o jardín e incluso en cultivos de mayor escala, los problemas derivados de la obturación en este tipo de sistema de riego son muy pocos o casi nulos.

Además, los abonos como tal son sales, por lo que también hay que tener especial cuidado con la cantidad que añadimos por riego (para evitar quemaduras y fitotoxicidades), su solubilidad, y su incompatibilidad con otros fertilizantes solubles.

7. Materia orgánica en suspensión
Tanto si se añade por abonadora (ojo, no el compost típico al que estamos acostumbrados, sino aquel que es soluble), como si regamos de pozo o embalse, podemos encontrar todo tipo de materia orgánica. Algas, hongos, bacterias, restos vegetales diminutos. Todo aquello que no ha limpiado el filtro.

¿Cómo evitar las obturaciones en tu sistema de goteo?
En el mercado hay distintos productos, la mayoría de naturaleza ácida, para lograr limpiar todo nuestro sistema. Básicamente podríamos diferenciar entre limpiezas de mantenimiento (aquellas que se hace, por ejemplo, una vez al mes) y limpiezas profundas, donde se aumenta la cantidad de materia ácida y se cierran todos los goteros.

Para eliminar carbonatos, un producto muy usado (y no es caro) suele ser el ácido nítrico. Tiene un pH muy ácido, por lo que viene bien para aquellos terrenos de naturaleza básica.

¿Qué cantidad de ácido nítrico se suele añadir?
Aunque es variable y dependerá de cómo de obturado se tenga la instalación, nos mojamos a recomendar una cantidad de entre 3 y 6 litros por cada metro cúbico y hora de riego.

¡Un momento! ¿Y como sé cuanto es un metro cúbico de agua que pasa por mi tubería?

Muy fácil. Cuenta el número de goteros de tu instalación y su caudal. Si por ejemplo dispones de 250 goteros de 4 L/h, estaríamos hablando de 1 metro cúbico cada hora de riego. Por lo cuál, tendrías que añadir al inyector entre 3 y 6 L.

Limpieza de materia orgánica
Aunque con el ácido nítrico se consigue mucha mejoría en el sistema de riego, también hay otros productos específicos, según la naturaleza del atasco. Por ejemplo, para obturaciones procedentes de cúmulos de materia orgánica se puede añadir hipoclorito sódico, lo que todo el mundo conocemos como lejía. Eso sí, habrá que tener mucho cuidado con la concentración y la cantidad para evitar fitotoxicidades en los cultivos.

Además, el hipoclorito sódico se puede emplear, a mayores dosis, para combatir un problema emergente de nematodos. Se suele aplicar a razón de 1 litro por cada 1.000 metros cuadrados, teniendo en cuenta siempre el número de goteros que disponemos para evitar fitotoxicidades.

Precauciones a tener en cuenta
Por último, debéis tener en cuenta las muchas precauciones que hay que tener cuando se manejan productos de esta naturaleza. Tanto el ácido nítrico como el hipoclorito resultan peligrosos y corrosivos, y desprenden gases tóxicos. Para su manipulación es obligatorio el uso de guantes protectores, trajes impermeables, botas, gafas, etc.

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Una de las cosas más importantes que condicionan cualquier cultivo es el suelo. Sin embargo, la calidad de dicho suelo se puede mejorar o empeorar según el agua que se aporte. Un suelo malo mejorará si se aporta continuamente agua de buena calidad. Por el contrario, un suelo bueno es fácil empeorarlo si siempre regamos con aguas salinas y de baja calidad. Vamos a conocer estos parámetros con la conductividad eléctrica.

Este artículo está bastante relacionado con el de <>. Un exceso de sales en el agua no es bueno en la mayoría de los casos. Y como ves, decimos mayoría porque hay algunos casos donde se juega con el contenido de sales y la conductividad eléctrica para «mejorar» el sabor de los frutos. Esto se hace bastante en uva y en el tomate RAF pata negra cultivado en Almería, donde llegan a niveles de 3 dS/m.

Por otra parte, vamos a intentar empezar con buen pie respondiendo a esta pregunta:

¿Qué es la conductividad eléctrica?
Este término que puede sonar bastante complicado para el usuario que tiene un pequeño huerto nos muestra la capacidad que tiene el agua, en este caso, de hacer circular libremente la corriente eléctrica.

En lo que a la agricultura se refiere, la conductividad eléctrica se utiliza para conocer los niveles de salinidad. Se puede medir tanto del agua (líquido) como del suelo (sólido). Un suelo salino nos hace presagiar que, seguramente, el agua es salina y el problema se irá agravando.

Unidades de medida
Si miramos un análisis de agua podemos ver esta medida en distintas unidades, según el laboratorio:

dS/m (deciSiemens por metro)
mmhos/cm (milimhos por centímetro)
mS/m (miliSiemens por metro)
La conductividad eléctrica, sales VS planta
¿Qué ocurre en el interior de una planta cuando aumenta la salinidad? Para ello hay que tocar algunas cosas de química y biología vegetal. Empecemos.

Una célula vegetal tiene agua en su interior. Dicha agua está regulada por una membrana celular semipermeable.

Deja entrar y salir agua a su juicio en función de la concentración salina en el interior y en el exterior de la célula. Esto queda determinado por la presión osmótica que, como sabes, tiende al equilibrio.

Si en el exterior de la célula hay agua con más concentración salina que en el interior, se intenta equilibrar esa diferencia pasando agua de menor concentración a mayor concentración.

Ahora bien, en el suelo, el agua que hay alrededor de las raíces tiene una conductividad eléctrica mayor que en el interior de la planta (como regla general), si el cultivo quiere absorber agua necesita superar la presión osmótica.

Por eso se dice que un cultivo es más o menos resistente a la salinidad, que no es otra cosa que su capacidad de «succionar» agua. Esto es, la capacidad de vencer la presión osmótica.

En definitiva, cuanto más salina sea el agua (mayor conductividad eléctrica), mayor esfuerzo tiene que hacer la planta para absorber dicho líquido). A modo de recuerdo os ponemos esta tabla para ver la pérdida del rendimiento de cada cultivo.

Rendimientos 100% 90% 75% 50% 0%
EXTENSIVOS ECe ECw ECe ECw ECe ECw ECe ECw ECe ECw
Cebada (Hordeum vulgare) 8 5,3 10 6,7 13 8,7 18 12 28 19
Algodón (Gossypium hirsutum) 7,7 5,1 9,6 6,4 13 8,4 17 12 27 18
Remolacha azucarera (Beta vulgaris) 7 4,7 8,7 5,8 11 7,5 15 10 24 16
Sorgo (Sorghum bicolor) 6,8 4,5 7,4 5 8,4 5,6 9,9 6,7 13 8,7
Trigo (Triticum aestivum)4,6 6 4 7,4 4,9 9,5 6,3 13 8,7 20 13
Trigo (Triticum turgidum) 5,7 3,8 7,6 5 10 6,9 15 10 24 16
Soja (Glycine max) 5 3,3 5,5 3,7 6,3 4,2 7,5 5 10 6,7
Cacahuete(Arachis hypogaea) 3,2 2,1 3,5 2,4 4,1 2,7 4,9 3,3 6,6 4,4
Arroz (Oriza sativa) 3 2 3,8 2,6 5,1 3,4 7,2 4,8 11 7,6
Caña de azúcar (Saccharum officinarum) 1,7 1,1 3,4 2,3 5,9 4 10 6,8 19 12
Maíz (Zea mays) 1,7 1,1 2,5 1,7 3,8 2,5 5,9 3,9 10 6,7
Lino (Linum usitatissimum) 1,7 1,1 2,5 1,7 3,8 2,5 5,9 3,9 10 6,7
Haba (Vicia faba) 1,5 1,1 2,6 1,8 4,2 2 6,8 4,5 12 8
Alubia (Phaseolus vulgaris) 1 0,7 1,5 1 2,3 1,5 3,6 2,4 6,3 4,2
HORTALIZAS
Calabacín (Cucurbita pepo melopepo) 4,7 3,1 5,8 3,8 7,4 4,9 10 6,7 15 10
Remolacha roja (Beta vulgaris) 4 2,7 5,1 3,4 6,8 4,5 9,6 6,4 15 10
Brócoli, Brécol (Brassica oleracea botrytis) 2,8 1,9 3,9 2,6 5,5 3,7 8,2 5,5 14 9,1
Tomate (Lycopersicon esculentum) 2,5 1,7 3,5 2,3 5 3,4 7,6 5 13 8,4
Pepino (Cucumis sativus) 2,5 1,7 3,3 2,2 4,4 2,9 6,3 4,2 10 6,8
Espinaca (Spinacia oleracea) 2 1,3 3,3 2,2 5,3 3,5 8,6 5,7 15 10
Apio (Apium graveolens) 1,8 1,2 3,4 2,3 5,8 3,9 9,9 6,6 18 12
Col (Brassica oleracea capitata) 1,8 1,2 2,8 1,9 4,4 2,9 7 4,6 12 8,1
Patata (Solanum tuberosum) 1,7 1,1 2,5 1,7 3,8 2,5 5,9 3,9 10 6,7
Maíz dulce (Zea mays) 1,7 1,1 2,5 1,7 3,8 2,5 5,9 3,9 10 6,7
Boniato (Ipomoea batatas) 1,5 1 2,4 1,6 3,8 2,5 6 4 11 7,1
Pimiento (Capsicum annuum) 1,5 1 2,2 1,5 3,3 2,2 5,1 3,4 8,6 5,8
Lechuga (Lactuca sativa) 1,3 0,9 2,1 1,4 3,2 2,1 5,1 3,4 9 6
Rábano (Raphanus sativus) 1,2 0,8 2 1,3 3,1 2,1 5 3,4 8,9 5,9
Cebolla (Allium cepa) 1,2 0,8 1,8 1,2 2,8 1,8 4,3 2,9 7,4 5
Zanahoria (Daucus carota) 1 0,7 1,7 1,1 2,8 1,9 4,6 3 8,1 5,4
Judía (Phaseolus vulgaris) 1 0,7 1,5 1 2,3 1,5 3,6 2,4 6,3 4,2
Nabo (Brassica rapa) 0,9 0,6 2 1,3 3,7 2,5 6,5 4,3 12 8
FRUTAS
Palmera datilera (phoenix dactylifera) 4 2,7 6,8 4,5 11 7,3 18 12 32 21
Pomelo (Citrus paradisi) 1,8 1,2 2,4 1,6 3,4 2,2 4,9 3,3 8 5,4
Naranja (Citrus sinensis) 1,7 1,1 2,3 1,6 3,3 2,2 4,8 3,2 8 5,3
Melocotón (Prunus persica) 1,7 1,1 2,2 1,5 2,9 1,9 4,1 2,7 6,5 4,3
Albaricoque (Prunus armeniaca) 1,6 1,1 2 1,3 2,6 1,8 3,7 2,5 5,8 3,8
Uva (Vitus sp.) 1,5 1 2,5 1,7 4,1 2,7 6,7 4,5 12 7,9
Almendra (Prunus dulcis) 1,5 1 2 1,4 2,8 1,9 4,1 2,8 6,8 4,5
Ciruela (Prunus domestica) 1,5 1 2,1 1,4 2,9 1,9 4,3 2,9 7,1 4,7
Mora (Rubus sp.) 1,5 1 2 1,3 2,6 1,8 3,8 2,5 6 4
Fresa (Fragaria sp.) 1 0,7 1,3 0,9 1,8 1,2 2,5 1,7 4 2,7
NOTA:

ECe (Conductividad eléctrica del suelo) expresado en deciSiemens por metro (dS/m) del extracto de saturación del suelo a 25ºC.
ECw (Conductividad eléctrica del agua de riego) expresada en dS/m.
¿Cuándo un agua es salina y cuando no?
Para conocer los problemas crecientes de un suelo salino y cómo va a afectar a las plantas, tenemos que recurrir a esta clasificación de Urbano Terrón:

CE < 0,7: no hay problema. [(milimhos por centímetro)] 0,7 < CE < 3: problema creciente [(milimhos por centímetro)] CE > 3: problema grave. [(milimhos por centímetro)]
Sin embargo, hay que matizar, puesto que he visto cultivos regados con conductividad eléctrica superior a 2,5 y 3 milimhos por centímetro y no tienen ningún problema de rendimiento o pérdida de producción.

Eso denota que las labores de cultivo son tan importantes como la elección de abonos bajos en cloro y sodio, los lavados, el aporte de materia orgánica, etc.

El control continuo del agua de riego o de nuestra balsa es básico para saber si tenemos que reducir la carga de fertilizantes para no estresar demasiado nuestra planta.

Aunque el pH del agua no suele sufrir variaciones, sí lo hace la conductividad (mS/cm), ya que es un factor que depende de los pozos donde se extrae agua, la lluvia (que reduce dicho valor), etc.

Atentos a este parámetro con cualquier conductivímetro, una herramienta indispensable si se requiere un mínimo de profesionalidad.

PD: a modo de ejemplo curioso, os pongo un artículo donde pusimos un sistema de riego con…¡agua de mar!

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El fertirriego o aplicación de fertilizantes a través del agua de riego, es común en sistemas de producción de hortalizas y otros cultivos de alto valor; sin embargo, se ha realizado poca investigación en fertirriego orgánico, por lo que hay muchas preguntas pendientes sobre las mejores prácticas, los beneficios y las desventajas de este sistema.

Foto: www.groworganic.com

A continuación, presentaremos algunas recomendaciones importantes para hacer que su sistema de producción sean mucho más eficiente. Cabe destacar que la aplicación de fertilizante durante las etapas finales del riego ayudará a retener la mayor parte del fertilizante dentro de la zona radicular del cultivo. Asimismo, después de la sesión de fertirriego, es necesario permitir que fluya agua por el sistema durante cierto tiempo para lavarlo y expulsar todas las partículas que hayan quedado dentro y pudieran obstruir los goteros.

Se requiere cierta información para determinar cuándo empezar a inyectar fertilizante. En primer lugar, hay que determinar cuánto tiempo le lleva al agua llegar al gotero más lejano al punto de inyección.

Lineamentos generales

Usen fertilizantes que se mezclen bien en el agua. Si el producto no se disuelve por completo, sus partículas deben ser tan pequeñas que permanezcan en suspensión y pasen a través de los goteros sin obstruirlos.
Presuricen por completo el sistema de riego por goteo antes de iniciar la inyección. El gotero que se encuentra más lejos de la bomba debe tener presión completa cuando se inicie la inyección.
Instalen un dispositivo para evitar el retroflujo entre la fuente de agua y el sistema de inyección de fertilizante, para proteger la fuente de agua.
Instalen un filtro entre el inyector y las líneas laterales para asegurarse de que todas las partículas no disueltas sean filtradas y no vayan a obstruir los goteros. Dependiendo del tipo de fuente de agua y del tipo del inyector, tal vez se requiera un filtro entre la fuente de agua y el inyector.
Inyecten fertilizante al menos durante el tiempo que requiera el sistema para alcanzar la presión completa. Esto permitirá que cada goteo en la línea de riego tenga contacto por cierto tiempo con la solución nutritiva, mientras ésta viaja por el sistema de riego, reduciendo la variabilidad de la distribución de fertilizante.
Laven los nutrientes del sistema de riego después de la inyección, para mantener las líneas limpias y evitar el taponamiento.

Foto: www.haifa-group.com

Tome nota de su desempeño
Es necesario observar el funcionamiento del sistema durante las primeras aplicaciones de riego y tomar nota de este tiempo. Después, es preciso determinar cuánto tiempo se requiere para inyectar la cantidad deseada de fertilizante. Esto puede hacerse cronometrando el tiempo de inyección o puede calcularse basándose en el volumen de la solución que se inyectará, los caudales de flujo que tendrán el sistema y la bomba.

Puede resultar útil monitorear el flujo de nutrientes al inyectar colorante natural grado alimentario como marcador.

También resulta práctico utilizar un medidor de Conductividad Eléctrica (CE) para monitorear la solución en los goteros. Finalmente, es preciso calcular el tiempo que queda disponible antes de que se termine el riego, para empezar a inyectar el fertilizante, sumando:

El tiempo que requiere el agua para viajar del punto de inyección al gotero más lejano.
El tiempo requerido para inyectar la solución de fertilizante.

El tiempo necesario para que la última gota de la solución de fertilizante llegue al gotero más lejano.
El tiempo adicional que se requiere para lavar el sistema.

Por ejemplo, supongamos que se requiere media hora para que el agua viaje del punto de inyección hasta el gotero más lejano; una hora para inyectar la solución y media hora para lavar el sistema; si se necesitan alrededor de siete horas para aplicar la cantidad de agua deseada en el campo, entonces en este ejemplo, el fertirriego debe comenzar 4,5 horas (7-2,5) después de que inicia el riego.

Buen manejo del sistema

Los nutrientes deben ser lavados del sistema de riego después de la inyección para mantener las líneas de riego limpias y evitar el taponamiento. Si el taponamiento llega a ser un problema, se pueden abrir los extremos de las líneas laterales para dejar correr el agua por toda la cintilla permitiendo que salga por los extremos de las líneas. Esta práctica puede hacerse de manera periódica a lo largo del ciclo agrícola.

Los nutrientes aplicados a través del riego por goteo serán distribuidos siguiendo el patrón de humectación del suelo. Los patrones de humectación del suelo tienden a ser hemisféricos u ovalados, con la porción más ancha a la misma profundidad del gotero (o de la superficie del suelo, en caso de que no se entierre la cintilla); siendo el punto más profundo el que queda justo por debajo del gotero.

La distancia que recorrerá el agua de manera horizontal en el suelo y la profundidad de humectación dependen de la textura del suelo, de la tasa de riego y de su duración. La tasa de riego y la duración deben ser ajustadas conforme a las necesidades de riego que tenga el cultivo.

Fertilizantes orgánicos

Para que los fertilizantes sean aplicados de manera efectiva por medio del riego, deben ser solubles y cualquier partícula no disuelta debe ser capaz de viajar mediante el sistema de riego sin ocasionar obstrucciones. Hay muchos fertilizantes líquidos aprobados para la producción orgánica, así como fertilizantes en polvo completamente solubles que pueden ser utilizados para fertirriego.

El manual del Programa Nacional de Producción Orgánica del Departamento de Agricultura de EUA 2010 (NOP, por sus siglas en inglés) tiene información actualizada referente a los fertilizantes orgánicos líquidos.

Consideraciones sobre los fertilizantes orgánicos líquidos
Cuando se selecciona un fertilizante para fertirriego, es preciso tomar en cuenta ciertas consideraciones además del precio por unidad de nitrógeno, tales como:

Presencia de otros nutrientes además del nitrógeno.
Equilibrio de nutrientes.
Facilidad de aplicación.

De manera adicional, algunos productos se disuelven fácilmente en agua y se inyectan con rapidez en el sistema de riego sin ocasionar problemas como filtros y goteros tapados; mientras que otros productos no se disuelven fácilmente o tienen más probabilidades de obstruir los goteros.

Otro aspecto importante es la presencia de sales solubles en el fertilizante.

Manejo de sales
Algunos fertilizantes solubles y fertilizantes líquidos orgánicos, en especial los que tienen alto contenido de nitrógeno, tienden a ser producidos con nitrato de sodio (NaNO3), conocido como nitrato chileno o nitrato de potasio de Chile.

El nitrato de sodio es un compuesto de nitrógeno natural con 16% de nitrógeno (N) que se utiliza en gran medida como fertilizante orgánico y es sumamente soluble en agua. Cuando se disuelve el nitrato de sodio, los iones de sodio quedan a disposición de la planta para ser absorbidos en la solución del suelo; lo cual puede llegar a representar un problema para algunos cultivos cuando su presencia alcanza tasas relativamente altas.

Foto: www.netafim.com

Implementación el sistema
A los productores se les pide probar los productos a pequeña escala para asegurarse de que el producto es adecuado para su sistema de riego y para sus cultivos. Aún cuando el nitrato de solio está permitido, el reglamento NOP estipula que el uso del nitrato de sodio debe limitarse a menos del 20% del total de nitrógeno requerido por el cultivo.

Los productores también deben saber que en octubre de 2009, el Programa Nacional de Producción Orgánica (NOP) de USDA requirió una revisión detallada de todos los fertilizantes orgánicos líquidos con niveles de nitrógeno mayores al 3%. Esta revisión se debió a que a principios del 2009, las autoridades del NOP detectaron dos casos de incumplimiento con la normativa NOP de dos fertilizantes orgánicos líquidos que se vendían en el mercado de Estados Unidos.

Por este motivo, y desde entonces, los fertilizantes con porcentajes de nitrógeno más altos (superiores al 3%) deben ir acompañados de documentación que demuestre que el nitrógeno proviene de fuentes aprobadas, después de someterse a una inspección realizada por terceras partes autorizadas.

Como condición para ser reconocidos por NOP, los inspectores de terceras partes deben auditar a los productores de fertilizantes tomando como base los reglamentos NOP, además de haber aprobado ellos mismos las auditorías a las que deben ser sometidos. Estas medidas más rigurosas están encaminadas a ayudar a que los certificadores cuenten con los mejores criterios posibles al momento de autorizar la introducción de fertilizantes orgánicos y otros agroinsumos.

Mantenimiento preventivo en las cintillas de riego con fertilización orgánica
Comparada la fertirrigación convencional con el fertirriego orgánico, en el primero se usan fertilizantes puros (Ca(NO3)2, KNO3, Mg(NO3)2, etc) que son muy solubles en el agua. En la fertirrigación orgánica se utilizan sangre descompuesta de animales, pescado hidrolizado, té guano de aves marinas, té de gallinaza, té de composta, té de lombricomposta, sulfato de calcio, sulfato de potasio, sulfato de potasio-magnesio, nitrato de sodio o chileno, entre otros, éstos fertilizantes y abonos tienen la característica de ser poco solubles en agua y llevar partículas grandes no disueltas en la mezcla nutritiva que al momento de estar fertirrigando van tapando los orificios de los goteros de las cintillas de riego (figura 1).

Figura 1. Gotero de manguera tapado por abonos orgánicos.


Figura 2: Deficiencia de calcio en tomate tipo mini roma, variedad: Flavorino, causado por falta de agua.

Al momento de tener goteros tapados los fertilizantes, abonos y el agua se distribuirán muy desuniformes y habrá lugares del área de producción con un exceso y déficit de agua.

Lo cual va a ocasionar que los elementos nutritivos estén de forma limitada, una de ellas va a ser la deficiencia de calcio en frutos (figura 2), plantas en estrés hídrico por falta de agua, ustedes pueden ver la figura tres como en el borde de las hojas se observa una coloración verde-grisácea síntoma visual que indica falta de agua (figura 3), en tomate el racimo que está en floración será abortado.

Figura 3. Hoja de tomate tipo grape, variedad: Sweetelle

En partes del área de producción donde exista un exceso de agua, lo que va a pasar es que todos los nutrientes se van a lixiviar. En la figura 4 se observa como el surco que se ubica a la izquierda del surco con estacones, las plantas de tomate se observan vigorosas, mientras que las plantas que están en el surco con estacones y el surco de lado derecho observamos plantas cloróticas, moradas, de tallos y hojas delgadas, y chaparras.

Figura 4. Exceso de agua en surcos de plantas de tomate. Tomate para racimo, variedad: Speedella

Fuente: www.hortalizas.com

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Determinación del coeficiente de uniformidad de caudal en sistemas de riego localizado

Coeficiente de uniformidad de caudal: Comúnmente, la programación del riego se realiza con el caudal nominal de cada emisor, definida por el fabricante. Sin embargo, el caudal puede variar por efectos de la presión, temperatura, obturaciones (físicas, biológicas o químicas) y por fallas en el diseño de los sistemas de riego, por lo que normalmente el caudal real, difiere del caudal nominal.

La desuniformidad en el caudal de los emisores implicara que algunas plantas reciban menos agua de la que realmente necesitan, mientras que otras están recibiendo más, con la respectiva pérdida de productividad asociada. Es por esto por lo que debe realizarse un chequeo continuo del sistema, midiendo el volumen de descarga de los emisores.

Con ello podremos comprobar si el sistema de riego presurizado se encuentra funcionando de la manera adecuada, lo que se verifica determinando el Coeficiente de Uniformidad de caudales (CU).

Metodología de Evaluación

Para calcular el Coeficiente de Uniformidad de caudales, se debe proceder de la siguiente forma: m Seleccionar una subunidad o subsector representativo de todo el sistema de riego, según topografía, tipo de suelo, condición de las plantas, etc. Un subsector corresponde a aquella unidad cuyas líneas laterales o emisores son abastecidos por la misma tubería terciaria o múltiple, con regulación de válvula manual o eléctrica.

En este subsector se elegir un número determinado de emisores, distribuidos uniformemente dentro de la subunidad o subsector de riego, según se indica en la Figura 1. Se recomienda seleccionar 16 emisores para calcular el Coeficiente de Uniformidad.

Los laterales para medir el coeficiente de uniformidad de caudal

Para ello, se elige el lateral más cercano y el más lejano del inicio de la subunidad. Entre ambas laterales se eligen otras 2 laterales intermedias, ubicadas a 1/3 ya 2/3 de la longitud de la terciaria. En cada lateral se seleccionan 4 emisores, siguiendo el mismo criterio; es decir, el más cercano y el más lejano del inicio de cada lateral y dos emisores intermedios.

Figura 1. Esquema de distribución de las unidades a muestrear.

Para realizar la evaluación del Coeficiente de Uniformidad en un sistema de riego por cinta, se necesita una canaleta de PVC de un metro de largo, una probeta (para medir volumen) y un reloj.

Cuadro 1. Planilla de registro de datos de campo (caudales).

Foto 1. Instrumentos utilizados en la medición.

Foto 2. Canaleta para medir el caudal de descarga de la cinta de riego.

Los datos de descarga recogidos en terreno se traspasan a una planilla, como la que se muestra en el Cuadro 1. El caudal (g) es el volumen de agua que entra en la canaleta de un metro de largo, durante 1 minuto. Para expresar el Caudal en litros por hora (V/h) se utiliza la siguiente ecuación:

Con los datos expresados en V/h se calculará el Coeficiente de Uniformidad de caudales (CU) de la siguiente manera: a) Ordenar los datos de mayor a menor caudal. b) Calcular el promedio de los 4 emisores de menor caudal. c) Calcular el promedio de todos los emisores. d) Dividir el valor del punto b por el punto c y multiplicar por 100, según la siguiente ecuación:

Los resultados se pueden evaluar con el siguiente cuadro:

Comentario final El contar con herramientas simples y de bajo costo para el monitoreo del riego, permite obtener información relevante y dar cuenta de cómo se esta regando, lo que ayudara al productor a ser eficiente en el uso del recurso hídrico a nivel intrapredial.

Fuente: www.inia.cl

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Introducción

 

Los procesos de desalación tienen una fuerte dependencia de los fenómenos hidráulicos. Por lo tanto, se hace necesario el estudio de las variables que influyen en el proceso, y varios conceptos de hidráulica, tales como, presión, flujo y energía por el transporte del fluido.

Un líquido que circula por el interior de un ducto cerrado, por ejemplo, una tubería, corresponde a la situación física de flujo confinado. El gradiente que permite el flujo es una diferencia de presión, de tal forma que cuando aumenta o disminuye el gradiente de presión, la velocidad aumenta o disminuye.

La energía necesaria para impulsar el líquido es entregada externamente por un equipo electromecánico o bomba.

En este informativo se describen conceptos básicos sobre fluidodinámica que influyen en el proceso de osmosis inversa (Figura 1).

Presión estática y dinámica

 

La presión estática es la que se ejerce en todas las direcciones dentro de una cañería o un estanque, en la misma dirección del fluido, en dirección contraria y en dirección perpendicular, sobre las paredes de este.

Mientras que la presión dinámica depende de la velocidad y la densidad del fluido, ya que cuando los fluidos se mueven en una cañería, la inercia del movimiento produce un incremento adicional de la presión estática al chocar sobre un área perpendicular al movimiento.

Esta fuerza se produce por la acción de la presión conocida como dinámica.

Tipos de flujo

 

El flujo se clasifica de acuerdo con el régimen: laminar, transición y turbulento. El flujo laminar se presenta a bajas velocidades (bajos caudales) y se caracteriza por un movimiento en capas ordenadas (láminas), entre las cuales existen gradientes de velocidad.

Para el caso de una tubería, el perfil de velocidades es parabólico. El flujo turbulento se presenta a altas velocidades, en el cual se visualizan torbellinos, mezclamiento, es un movimiento desordenado. Para el caso de una cañería, el perfil de velocidades tiende a ser plano, sin producirse capas de fluido.

Entre ambos tipos de flujo existe el denominado flujo de transición cuya descripción matemática es compleja.

conceptos de hidráulica

Balance de energía mecánica: Ecuación de Bernoulli

 

Para determinar la potencia de bombeo y/o las pérdidas de energía mecánica de un líquido que circula por tuberías, se aplica la Ecuación de Bernoulli:

conceptos de hidráulica

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Instrumentos para presión y flujo

 

Un manómetro de presión es un indicador analógico utilizado para medir la presión de un fluido, en este caso empleado para medir la presión del agua de alimentación (agua salobre) y del concentrado.

Son dispositivos analógicos con un dial circular y un puntero accionado mecánicamente que han estado en uso durante décadas.

Actualmente, el manómetro analógico está siendo sustituido por manómetros digitales con una pantalla digital y características adicionales, tales como incorporación de alarmas y transmisión inalámbrica del valor indicado.

La medición de la presión es importante debido a que las membranas están diseñadas para soportar un cierto valor de presión. La medición de los cambios de presión durante la desalación es un factor importante de considerar, ya que permite detectar posibles problemas de ensuciamiento y daño de las membranas.

Por otro lado, los flujómetros o caudalímetros son instrumentos que se usa para medir el caudal másico o volumétrico de un fluido. En este caso se utiliza para medir los flujos de alimentación, de permeado y de concentrado. Existen caudalímetros que utilizan distintos principios de físicos de medición:

Principios físicos de medición

 

– Presión diferencial: placa orificio, tobera, tubo Venturi y tubo Pitot.

– Área variable: rotámetro.

– Velocidad: turbina y sonda ultrasónica.

– Fuerza: placa de impacto.

– Tensión inducida: medidor magnético.

En el caso de una planta industrial es conveniente utilizar un caudalímetro digital que permita registrar en línea el caudal de las diferentes corrientes del proceso de desalación, ya que los cambios drásticos o paulatinos de caudal son también un indicador de problemas de operación de las membranas.

Bombeo de líquidos en osmosis inversa

 

Las bombas impulsan la alimentación líquida hacia los bancos de membranas. Esta es la etapa que consume más energía, por esto es muy importante seleccionar la bomba en función de diferentes parámetros: (1) rendimiento, (2) mantenimiento, (3) nivel de ruido, (4) presión de bombeo y (5) caudal de producción.

Las bombas pueden operar a presiones altas cercanas a 60-70 bar para agua de mar y 10-25 bar para agua salobre. En estos rangos de presión, la potencia de la bomba está entre 4 y 100 hp. Las bombas de alta presión pueden ser de dos tipos: bombas de desplazamiento positivo o alternativas y bombas centrífugas.

Tipos de bombas

 

Las bombas de desplazamiento positivo de simple efecto, consisten en una cámara provista de un pistón que se llena de agua cuando este retrocede y bombea el líquido cuando avanza.

Bombas alternativas de doble efecto, que a diferencia de las de simple efecto, cuando retrocede el pistón se llena una de las cámaras de presión en una de sus caras, y al mismo tiempo, con la otra cara, impulsa el fluido de otra cámara contigua invirtiendo la situación cuando el pistón avanza.

Las bombas se accionan con un motor eléctrico acoplado directamente al eje del piñón de ataque, a través de variadores-reductores o mediante un sistema de poleas y correas.

El caudal

 

En una bomba alternativa, el caudal instantáneo tanto en la entrada como en la salida es igual a la suma de caudales aspirados e impulsados en cada momento por cada uno de los émbolos.

Las bombas de desplazamiento positivo se emplean en plantas desaladoras de agua de mar debido a que suministran elevadas presiones, típicamente entre 30 y 60 bar. Se utilizan en plantas pequeñas (3 a 20 m3/h) y medianas (hasta 130 m3/h) cuando se precisan altos rendimientos energéticos en la impulsión y, en consecuencia, bajos consumos específicos de energía.

Las bombas centrífugas multietapas tienen rendimientos inferiores a las bombas de desplazamiento positivo, pero son las más utilizadas en aguas salobres debido a que son confiables y precisan de un mantenimiento bastante sencillo.

Estas bombas requieren dos tipos de válvulas: una válvula reguladora en la línea de descarga de la bomba para controlar la presión/caudal de ingreso a los módulos de ósmosis inversa y una válvula de contrapresión para recircular el caudal en exceso.

Bombas en plantas de desalación

 

Por otro lado, en las plantas de desalación se utilizan las bombas dosificadoras (diafragma, peristálticas) para la dosificación de productos químicos como hipoclorito sódico, ácido clorhídrico, dilución de hidróxido de sodio, preparación de lechada de cal, anti-incrustantes, anticorrosivos, etc.

Cavitación y Golpe de ariete

 

Algunos problemas hidráulicos que pueden verificarse durante la operación de una planta de OI son cavitación de las bombas y golpes de ariete.

La cavitación ocurre en la zona de succión de la bomba, donde se encuentran las condiciones locales de baja presión, lo que provoca que el líquido se transforme en vapor a la entrada del rodete. Este vapor es transportado hasta la zona de descarga de la bomba donde el vacío desaparece y el vapor del líquido es nuevamente comprimido debido a la presión de descarga.

Se produce entonces una violenta caída de presión sobre la superficie del rodete. Un rodete que opera bajo condiciones de cavitación en la succión, terminará presentando fallas por destrucción del rodete, desgaste prematuro del sello mecánico, picaduras, abrasión y erosión de las partes metálicas de la bomba que están en contacto con el fluido.

El golpe de ariete

 

El golpe de ariete se origina al cerrar bruscamente una válvula instalada en el extremo de una tubería de cierta longitud. Este fenómeno es muy peligroso, ya que la sobrepresión generada llegará entre 60 y 100 veces la presión normal de la tubería, ocasionando roturas en los accesorios instalados en los extremos. Un método para evitar el golpe de ariete es instalar ventosas de aireación.

Filtración convencional

 

La filtración permite eliminar partículas en suspensión de tamaños entre 0,01 y 100 micrones, y puede emplearse con o sin coagulación/floculación. Un filtro convencional opera atrapando materiales utilizando medios granulares, tales como arena, cuarzo, grava o carbón activado.

La Figura 3 muestra los criterios de filtración para agua sin tratamiento, destacando que el objetivo es reducir la turbidez a un nivel igual o menor a 0,2 NTU, previo a la bomba de alta presión.

Se observa que el filtro multimedia, el filtro floculador y el flocodecantador soportan un agua de alimentación de hasta 50, 100 y 1.000 NTU, respectivamente. La experiencia indica que cuando el agua presenta una turbidez sobre 10 NTU se requiere una prefiltración.

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Filtros multimedia

 

Los filtros multimedia constan de una o más capas de medios filtrantes, sean o no de arena, se conocen como “Filtración sobre arena”; pues en muchos casos se trata de distintos materiales de granulometría variable; que se colocan unos sobre otros, en capas de distinto espesor.

Un filtro multimedia puede reducir el SDI del agua de alimentación a valores inferiores a 2, siempre que el SDI original sea menor que 10. Cuando el agua de alimentación presenta valores de SDI superiores a 10, se requerirá forzosamente realizar floculación-coagulación, antes de que el agua ingrese al filtro.

Cuando la filtración multimedia no es suficiente para abatir la turbidez y alcanzar los niveles exigidos (1 NTU y SDI < 5), o los filtros se obstruyen con demasiada rapidez, se recurre a una segunda etapa de filtración de las mismas características.

Los filtros son de mismos materiales y medios filtrantes descritos anteriormente. Esto determina que, si en la primera filtración la velocidad está entre 8 y 10 m/h, en la segunda será entre 14 y 18 m/h.

Filtros de cartucho

 

Por otro lado, los filtros de cartucho son componentes imprescindibles en una planta de osmosis inversa; puesto que la prefiltración con arena y/o multimedia sólo logra un nivel mediano de filtración, considerado insuficiente para mantener las membranas en buen estado.

El nivel de filtración al que los fabricantes de membranas recomiendan es de máximo 5 µm (absolutos); valor que garantiza un funcionamiento continuo sin pérdidas relevantes de la productividad. En ciertas ocasiones se recomienda incluso descender hasta un nivel de filtración de 1 µm.

Debe considerarse que el espacio disponible entre dos capas adyacentes de membranas de un módulo espiral OI, tiene valores entre 50 y 500 µm aproximadamente; correspondiente al ancho del canal por el que circula la alimentación.

Las partículas

 

Entonces; las partículas menores de 5 µm que no sean retenidas por los filtros de cartuchos serán arrastradas por estos canales junto al flujo de agua que circula paralelo a la superficie de la membrana; para salir finalmente con la corriente de rechazo.

Finalmente; cuando se utilizan resinas de intercambio iónico como etapa de pretratamiento (ablandamiento) o postratamiento (eliminación de boro y/o arsénico no rechazado por la osmosis inversa); también deberán considerarse las pérdidas de carga en los lechos empacados con resina y los procedimientos de regeneración y limpieza de los medios adsorbentes.

Para estas operaciones se utilizan bombas, cuyas condiciones de operación deberán también ser determinadas.

Conclusiones

El proceso de osmosis inversa cuenta con múltiples etapas dependientes de la fluidodinámica e hidráulica. Las empresas fabricantes tienen en cuenta los fenómenos indicados anteriormente al momento de diseñar; pero el usuario es quien debe tener la precaución de verificar el correcto funcionamiento de la red hidráulica por medio de los dispositivos de control; y regulación para evitar fallas y detectar problemas.

El contenido de este artículo  fue elaborado por: Ph. D., Aldo Saavedra Fenoglio, Universidad de Santiago de Chile; PhD. Hugo Valdés Riquelme, Universidad Católica del Maule, Talca; y, PhD. Carlos Zúñiga Espinoza, INIA La Cruz, para www.inia.cl.
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