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Máquinas que diseñan alimentos: el machine learning o aprendizaje automático se pone al servicio del consumidor para crear productos novedosos, adaptados a sus necesidades y más sostenibles

Todo parece indicar que el año 2023 será clave en el empleo de la inteligencia artificial en la industria de alimentos y bebidas. La empresa de investigaciones de mercado estadounidense Datassential señala que un 77 % de los consumidores afirma que estaría dispuesto a probar un producto “diseñado por ordenador”. Entre las aplicaciones emergentes están, según el centro tecnológico Ainia, el manejo de información por parte de ordenadores para el diseño de dietas totalmente personalizadas en función de las necesidades y los gustos de cada persona, y también la implementación de robots en las zonas de cultivo para dar un nuevo uso a la fruta caída en el suelo, entre otras.

Hay que remontarse al verano de 1955 —año en el que nacieron Bill Gates y Steve Jobs, enorme casualidad— para encontrar el primer uso del término inteligencia artificial. Fue el entonces joven profesor, John McCarthy, el que explicó en la Conferencia de Dartmouth, celebrada en la universidad norteamericana del mismo nombre, que la inteligencia artificial es el proceso de “aprendizaje” de las máquinas que les permite “usar un lenguaje, dar forma a abstracciones y conceptos y solucionar problemas reservados a los humanos”.

Pese a su carácter de definición primitiva, ese es el concepto de inteligencia artificial que ha pervivido, en su esencia, hasta nuestros días. En su conferencia ‘Inteligencia artificial en alimentos: tecnología clave‘, pronunciada en el FoodTech Summit & Expo celebrado en Ciudad de México, en diciembre de 2020, el estratega especializado en tecnología Peter Ros hacía referencia al machine learning como la herramienta más usada en el seno de la industria alimentaria.

Qué hace la inteligencia artificial en la industria alimentaria
“A través del machine learning podemos hacer cosas que antes eran imposibles debido a que los sistemas informáticos aprenden de los contextos que están viviendo, incorporan patrones de comportamiento e identifican grupos similares”, detalla David Martínez, jefe de desarrollo estratégico de negocio y alianzas con empresas de Ainia, centro tecnológico español que lleva a cabo distintas iniciativas para impulsar el uso de la inteligencia artificial en la industria alimentaria.

Una industria cada vez más abierta a estas innovaciones. Un informe de la consultora Facts and Factors de 2021 fija en un 45,7 % el aumento del uso de la inteligencia artificial en la industria de alimentos y bebidas hasta el año 2026. Y esto es a nivel global. El informe ‘El estado del Foodtech en España‘ revela que en 2022 el uso de inteligencia artificial se incrementó en más de 12 puntos respecto al año anterior en el sector del foodtech en nuestro país. Esto se debe a sus múltiples aplicaciones.

🥫 Mejorar productos que ya existen
Uno de sus usos principales tiene que ver con un empleo inteligente de la recopilación de datos. En la actualidad, hay más información que nunca: la encontramos en Internet, redes sociales… La inteligencia artificial es capaz de analizar miles de ingredientes a partir de distintas bases de datos e identificar sus características organolépticas y bioquímicas para determinar cuáles se pueden combinar entre sí de una mejor manera para conformar un producto determinado.

También es capaz de identificar qué ingredientes tienen unas características similares para sustituir uno u otro en una receta. Además, tiene la capacidad de hacer ese análisis y ofrecer los resultados de una manera muy rápida.

“Toda esa información se aplica en el desarrollo de nuevos productos, pero también en la modificación de algunos que ya existen con la intención de que sean mejores”, describe Martínez.

Un ejemplo de su uso en la industria alimentaria ha sido la de elegir el mejor sustituto para el aceite de palma. La inteligencia artificial no solo es capaz de detectar esa crisis de reputación de un ingrediente basada en millones de menciones en sitios web y redes sociales, sino que también es capaz de buscar entre miles de resultados de ingredientes cuál se puede aproximar más, desde un punto de vista sensorial, al aceite de palma y cambiarlo por otro.

🥫 Acercarse más a los gustos de los consumidores
Otro ejemplo: por su enorme capacidad de análisis, la inteligencia artificial puede detectar ingredientes de moda entre toda la información que podemos encontrar en Internet. “Pensemos en que hay muchas menciones a la chía; la inteligencia artificial da ese resultado y nosotros trasladamos a las empresas con las que colaboramos que hay un interés por parte del consumidor”, analiza Martínez.

Esto permite cambiar fórmulas para adecuarse mejor a la demanda del mercado y que, por ejemplo, una empresa lance unas galletas con semillas de chía para cubrir un nicho, beneficiándose porque son ventas y haciendo que el consumidor final encuentre un producto más adecuado a sus gustos.

mejorar alimentos con inteligencia artificial
🥫 Crear productos alimenticios nuevos
Otra aplicación de la inteligencia artificial para la que los expertos ven un futuro brillante tiene que ver con el desarrollo de un producto desde cero a partir de la combinación de ingredientes alternativos a los de origen animal. Es el proyecto Food Computing, un prototipo de algoritmo de formulación avanzado basado en técnicas de machine learning desarrollado por este centro de investigación.

En este sentido, este proyecto es una adaptación de la técnica que ya hemos visto anteriormente: la inteligencia artificial es capaz de identificar entre miles de ingredientes vegetales uno con unas características similares al ingrediente animal que se desea sustituir. Para ello, el algoritmo escoge entre millones de correlaciones en tiempo récord (algo imposible para el ser humano).

“A partir de esto, somos capaces de establecer fórmulas o recetas que permitan que un producto cárnico o lácteo pase a ser completamente vegetal, pero, al mismo tiempo, manteniendo sus propiedades y sus características organolépticas. Este será un campo en el que se alcanzarán grandes hallazgos en los próximos años y que permitirá dar un salto de gigante para satisfacer a un creciente número de consumidores que apuestan por una alimentación vegana o vegetariana”, resume Martínez.

🥫 Cocinar para nosotros
Este proyecto, que está dando sus primeros pasos, encuentra eco en otras iniciativas surgidas en diferentes partes del mundo. Un ejemplo es el de la empresa chilena NotCo, que emplea un algoritmo de inteligencia artificial —que tiene hasta nombre propio, Giuseppe—, para crear productos sustitutivos de la leche o de la carne a partir de ingredientes de origen no animal.

El chef virtual de NotCo recibe información en forma de datos y la analiza buscando coincidencias de sabor y textura. Después de que Giuseppe cree las recetas, estas se analizan en grupo por parte del equipo para dictaminar si la combinación de ingredientes recrea de manera fidedigna aquello que se pretende replicar.

Que una inteligencia artificial cocine para nosotros suena a ciencia ficción, pero solo es un uso extremadamente eficiente de información puesta al servicio de un consumidor ávido de seguir un nuevo modelo de alimentación sin ingredientes de origen animal.

🥫 Diseñar envases más atractivos
Pero el cliente de hoy en día no solo está en busca de alimentos más saludables, más innovadores o que se ajusten a su modelo de alimentación: también necesita que sean más atractivos. En un mundo en el que muchos consumidores eligen un refresco en función de su lata o se decantan por un aceite de oliva y no por otro según su envase, la inteligencia artificial también tiene mucho que aportar.

Un ejemplo es el de los zumos prensados en frío de la marca Freshkia, comercializados por la empresa española Comfresh. Para llegar al diseño definitivo del envase, esta compañía empleó el software de acceso libre DALL-E 2, que es capaz de crear imágenes a partir de palabras. Utilizándolo, han creado 11 diseños o “mundos creativos”, tal y como ellos mismos los denominan, uno por cada sabor.

Pero ¿cómo lo han hecho? “A partir de un enorme mapa de conceptos —como descripciones y valores de la marca— que se establecen previamente, la inteligencia artificial es capaz de crear conceptos muy atractivos a una velocidad vertiginosa, mucho más rápido de lo que lo haría un diseñador humano. Esta manera de trabajar permite incluso llegar a mundos creativos y soluciones que no te hubieras imaginado nunca”, explica Ruth Falquina, CEO de Estado Latente, agencia de tecnocreatividad responsable del proyecto. “Se trata del primer producto del mercado codiseñado con inteligencia artificial”, comentan desde la empresa.

El ejemplo del vino «inteligente»
¿Quién es el responsable de que un vino sea mejor o peor? ¿La viña o la bodega? Ni uno ni otro: en un futuro próximo, el principal causante de que un cava, un rioja o un albariño sea de mejor calidad podría ser la inteligencia artificial.

La bodega Raventós Codorníu lidera Alimente21, un consorcio en el que están presentes otras empresas como las cárnicas Aldelís y Prolongo y proveedores tecnológicos punteros como Mapex y Omron Iberia. En este proyecto conjunto la inteligencia artificial es la base para mejorar procesos productivos que reviertan en la calidad del producto. “Es, sin duda, el proyecto más avanzado en materia de aplicación de la inteligencia artificial en el sector de la industria alimentaria en nuestro país”, explica Vicenç Segales, responsable de Ingeniería y Mantenimiento de la empresa.

inteligencia artificial para hacer vino
🍇 Algoritmos para las uvas
Este proyecto consiste en implantar algoritmos de inteligencia artificial que nos dan información sobre cómo tratar la uva y cómo seleccionarla con el fin de mejorar la calidad de la materia prima que llega a la bodega y que, finalmente, permite obtener un mejor vino. Esa uva que llega en estado óptimo a la bodega también vuelve a verse beneficiada por el empleo de la inteligencia artificial.

“Hemos desarrollado, en colaboración con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), unos algoritmos que nos permiten mejorar el proceso de prensado para seguir sacando lo mejor de esa uva que llega del viñedo”, cuenta Segales. En el caso del prensado de la uva, se pueden poner unos parámetros determinados en la máquina que lo realiza. Sin embargo, una vez que comienza ese prensado, la uva puede no comportarse como estaba previsto: la inteligencia artificial se adapta y es capaz de regular en tiempo real la presión —aumentarla o reducirla— para conseguir el mejor mosto.

Finalmente, también se sirven de la inteligencia artificial para establecer controles de niveles que permitan que no haya defectos en las botellas ni cuerpos extraños. Esto se hacía antes con sistemas electrónicos y ahora a través de algoritmos. Esto permite que el vino se encuentre entre algodones en cada una de las partes del proceso de elaboración.

Eficacia sostenible
Además de buscar un vino mejor, hay otro gran beneficiado: el medio ambiente. “La inteligencia artificial nos permite mejorar la eficiencia energética. Esto nos beneficia a nivel interno, pero también de cara al consumidor, que nos percibe como una empresa mucho más sostenible”, afirma Segales.

Esto se consigue por dos caminos:

➡️ Mejorar la merma del producto
“La inteligencia artificial es capaz de controlar que el tapón se introduzca de manera correcta en la botella y ajustar desviaciones por desgaste del uso de la máquina en tiempo real. O controlar que la etiqueta esté bien puesta, corrigiendo una mala colocación o un funcionamiento deficiente de la máquina. Hay que pensar que esto ayuda a desperdiciar menos botellas y, por tanto, menos producto”, explican los responsables del proyecto.

➡️ Controlar la temperatura
La otra línea consiste en el control de temperatura para la fermentación del vino: “El sistema es capaz de acumular frío durante la noche cuando la temperatura baja, teniendo también en cuenta parámetros como la humedad, y aprovechar ese frío acumulado para las horas de más calor. Esto hace que seamos más eficientes desde un punto de vista energético, porque reducimos nuestra huella de carbono”, describe Segales.

Empresas más inteligentes para consumidores más inteligentes, por la vía de máquinas capaces de diseñar y crear mejores productos: el futuro ya está aquí y beneficia a todos.

Imagen: Getty Images

Fuente: consumerroski.es

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Por: Miguel Ángel Lurueña Martínez

El avance del conocimiento y la transformación en los hábitos de vida (por ejemplo, ahora somos más sedentarios), explican, en parte, los cambios en la percepción de algunos alimentos, que antes se creían saludables y ahora no lo son. Lo que antes tomábamos sin ningún tipo de control, ahora tenemos que moderar o evitar su consumo. Del mismo modo, otros alimentos han tenido muy mala reputación durante años, pero ahora sabemos que esa mala fama era inmerecida. Te mostramos cuáles son unos y otros.

Alimentos saludables que antes no lo eran
A finales de la década de 1950, el fisiólogo estadounidense Ancel Keys realizó un famoso estudio que le llevó a concluir que el consumo de grasas se relacionaba con las muertes por enfermedades cardiovasculares. Este es uno de los principales motivos por los que algunos alimentos altos en grasas fueron demonizados hasta hace unos pocos años.

Alimento Antes Ahora
Leche entera Se creía que su consumo provocaba aumento de peso y de los niveles de colesterol, debido a su contenido en grasa (3,6 %). La leche entera no se relaciona con aumento de peso ni de colesterol, además aporta vitaminas y es más saciante. Para la población general, especialmente para niños, se recomienda optar por esta versión.

Pescado azul Por su contenido en grasa, se creía que el consumo de pescado azul provocaba aumento de peso y de los niveles de colesterol en sangre. Contiene ácidos grasos esenciales, como omega 3, y se considera un alimento saludable.

Huevo Debido a su contenido en colesterol, se pensaba que aumentaba el colesterol en sangre y se recomendaba no comer más de tres a la semana. Rico en proteínas y no aumenta el colesterol. Podemos consumirlo con normalidad, es decir, podríamos ingerir siete a la semana, pero no sería buena idea comer siete al día.

Frutos secos Se creía que no eran muy recomendables por su alto aporte calórico y su elevado contenido en grasa, que podría provocar aumento de peso. Hoy sabemos que los frutos secos son saludables y no se relacionan con el aumento de peso.

Aceite de oliva Se pensaba que el aceite de oliva era poco saludable porque podía aumentar los niveles de colesterol y se recomendaban otros aceites, como el de girasol o el de maíz. Sabemos que el aceite de oliva es saludable y el más recomendable de los que hay en nuestro entorno.

Cacao Se pensaba que provocaba aumento de peso debido a su alto contenido graso. También se consideraba insano porque normalmente se comercializaba azucarado. El cacao puro tiene cabida dentro de una dieta saludable, así como el chocolate con alta proporción de cacao (a partir del 75 %), eso sí, para consumir con moderación.

Aguacate Es una fruta muy grasa, así que se pensaba que podía provocar aumento de peso. Sabemos que no todas las grasas tienen el mismo efecto sobre la salud. El aguacate es saludable.
Alimentos poco recomendables que tenían buena fama
arroz blanco no es saludable

Alimento Antes Ahora
Pan, arroz blanco y pasta Se consideraban saludables y una importante fuente de energía en un contexto donde se realizaba más trabajo físico. Por esas razones se recomendaban como base de la dieta. Las harinas refinadas pueden aumentar el riesgo de diabetes tipo 2. Además, pueden favorecer la obesidad, especialmente en un contexto en el que buena parte de la población es sedentaria. Se recomienda optar por cereales integrales y basar la dieta en otros vegetales, como hortalizas o verduras.

Carnes procesadas (jamón cocido, pechuga de pavo, embutidos…) No existía evidencia que desaconsejara su consumo. Incluso se consideraban productos saludables. La evidencia científica ha mostrado que aumentan el riesgo de sufrir cáncer colorrectal. Por lo tanto, se recomienda evitar o reducir su consumo en la medida de lo posible.
Carne roja No existía evidencia que desaconsejara su consumo y se consideraba un alimento saludable. Aporta nutrientes interesantes, como proteínas y vitaminas, pero es probable que un elevado consumo aumente el riesgo de sufrir cáncer colorrectal. Se recomienda reducir su consumo.

Productos azucarados No existía evidencia que desaconsejara el consumo de productos como galletas y yogures azucarados, tabletas de chocolate, bollería o refrescos.Se relaciona con enfermedades como caries, obesidad y diabetes tipo 2, entre otras. Se recomienda evitar su consumo en la medida de lo posible.

Vino o cerveza Las bebidas con una baja graduación de alcohol no se percibían como productos perjudiciales e incluso algunas versiones se ofrecían a los niños para desayunar, como ocurría con el vino dulce.

Fuente: consumereroski.es

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La yersiniosis es una enfermedad que podemos contraer, si consumimos alimentos contaminados con la bacteria responsable: la Yersinia. Se trata de una enfermedad zoonótica (es decir, que se transmite de los animales a las personas) que afecta al tracto intestinal. Y es la tercera más frecuente de Europa. En las siguientes líneas, con ayuda de la Fundación Vasca para la Seguridad Alimentaria (Elika), te contamos qué es la Yersinia, cuáles son sus efectos en nuestra salud de la yersiniosis y cómo prevenirla con un buen manejo de los alimentos.

Qué es la ‘Yersinia’
La Yersinia no es una única bacteria, sino un género de bacterias conformado por más de diez especies. Dos de ellas son las que pueden causar toxiinfecciones alimentarias: la Yersinia enterocolítica y laYersinia pseudotuberculosis.

La Yersinia enterocolítica se encuentra, sobre todo, en el cerdo (en sus amígdalas, heces y tracto gastrointestinal). Es la responsable del 99 % de las intoxicaciones.

La Yersinia pseudotuberculosis se halla en animales domésticos y en animales salvajes (por ejemplo, cerdos, ciervos, aves silvestres y roedores), así como en aguas no tratadas.

A qué temperatura puede vivir la ‘Yersinia’
Uno de los principales problemas de estas bacterias es que pueden vivir y reproducirse en un rango muy amplio de temperatura. Resisten entre 0 y 42 ºC; por tanto, pueden sobrevivir dentro del frigorífico. «La capacidad de multiplicarse a bajas temperaturas es motivo de considerable preocupación», señalan desde Elika.

Y es que, además, permanecen viables a temperatura de congelación, por lo que sobreviven en alimentos congelados durante varias semanas. No solo eso: la Yersinia persiste más en los alimentos cocinados y platos preparados listos para su consumo que en los alimentos crudos, puede crecer en envases al vacío y en atmósfera modificada, y toleran muy bien las condiciones de pH alcalino, en comparación con las condiciones ácidas.

Cómo se transmite la ‘Yersinia’
La yersinia tiene tres vías de transmisión:

Por contacto directo con animales enfermos.
Por contaminación cruzada, tanto en las explotaciones ganaderas como en la transformación de los alimentos, y en la preparación y cocinado de los alimentos en casa.

Por consumo de alimentos contaminados con esta bacteria. Esta es la principal vía de transmisión.
Qué es la yersiniosis y cuáles son sus síntomas
La yersiniosis es una enfermedad gastrointestinal que afecta, sobre todo, a niños y jóvenes menores de 15 años, a los mayores de 65 años y a las personas inmunideprimidas. Tiene un periodo de incubación de entre 4 y 7 días, y sus síntomas pueden durar hasta 3 semanas.

síntomas de la yersinia y duración

En general, el cuadro clínico de la yersiniosis es similar al de una gastroenteritis. Los principales son los siguientes:

Diarrea
Vómitos
Fiebre
Dolor abdominal
Cómo prevenir la yersiniosis en casa
Los expertos de Elika señalan que gran parte de las yersiniosis ocurren en el hogar por un inadecuado cocinado (a menos de 70 ºC) y una insuficiente refrigeración de la carne y platos preparados. Entre las medidas de prevención, recomiendan estas cinco:

Usar agua y materias primas seguras. Lavar bien con agua corriente las frutas y hortalizas que vayan a consumirse crudas.
Mantener los alimentos a temperaturas seguras. Refrigerar los alimentos a temperaturas inferiores a 5 °C para limitar o reducir el crecimiento potencial.

Mantener la limpieza con la consiguiente desinfección de las superficies, utensilios y tablas para cortar.
Evitar la contaminación cruzada. Separar alimentos crudos y cocinados para evitar la contaminación cruzada.
Cocinar a más de 70 ºC. Cocinar completamente los alimentos (70 ºC) y mantenerlos calientes hasta su consumo. Refrigerar los excedentes lo antes posible (a menos de 5 ºC) y consumirlos en 24 horas, previamente recalentados.
Además de estas medidas generales de manipulación de alimentos, es importante tener en cuenta estas otras:

Mantener la cadena de frío durante el transporte, especialmente de los alimentos crudos susceptibles de ser contaminados con virus.

Cumplir las indicaciones de tiempo y temperaturas de conservación, así como la fecha de caducidad que figuran en el etiquetado de los alimentos.

No descongelar los alimentos a temperatura ambiente, sino en la parte baja del frigorífico.
No consumir embutidos de procedencia no garantizada.

Fuente: consumereroski.com

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La República Dominicana es uno de los países que ha logrado disminuir el índice de hambre en su población al pasar de 8.3 % a 6.7%, aun habiendo aumentado a nivel global y en América Latina.

La información la ofreció la directora de la División de Alianzas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Marcela Villarreal, en una entrevista exclusiva para el periódico Listín Diario, acompañada del representante en el país, Rodrigo Castañeda, durante una visita reciente a RD.

De acuerdo con la especialista en temas de pobreza, el último informe testifica que República Dominicana es el único país, junto a Panamá, donde el hambre se pudo reducir, mientras que en toda la región el hambre aumentó, afectando a alrededor de 56 millones de personas.

Por su parte, el representante país de FAO, Rodrigo Castañeda, precisó que el índice del hambre bajó de 8.3 % en 2018 a 6.7 % en 2021, lo cual, según agregó, implica que alrededor de 700,000 personas aún no tienen facilidad para acceder a los alimentos que cubran sus necesidades básicas para desarrollar sus actividades normalmente.

Castañeda atribuyó el logro de reducción de los indicadores del hambre, a que Republica Dominicana produce suficientes alimentos. “Hay mayor disponibilidad de alimentos para la población, lo que corresponde a una buena gestión del Estado y de los sectores productivos, específicamente de los productores”.

Destacó que los niveles de hambre que aún exhibe el país no se deben a falta de producción, sino que viene por un tema de acceso. A pesar de los indicadores de que hay muy buena producción, se siente la pobreza, sobre todo en las comunidades periféricas, “porque la gente no tiene dinero para comprar esos alimentos”. En ese sentido, dijo que “se debe seguir trabajando para mejorar los ingresos familiares, con generación de empleos y mantener las políticas de protección social”.

Los representantes de FAO insistieron en la necesidad de mantener el incentivo y apoyo a los productores para seguir disminuyendo la cifra de pobreza extrema en el país. “Hay que darles apoyo en la preparación de la tierra, apoyo en la siembra, apoyo en maquinaria, apoyo del Banco Agrícola, apoyo para recuperarse del COVID, sobre todo a los agricultores familiares”, indicó Villarreal.

Apuntó que se debe seguir facilitando el acceso al crédito. “En el caso de las mujeres, es más, tienen mucha más dificultad para producir, porque no tienen tierra, pero cuando tienen tierra, son pequeñas porciones sin títulos”, situación que dijo les hace más difícil poder tomar préstamos para producir.

Marcela Villarreal, que estuvo en el país para la firma del convenio de la Red Internacional de Universidades, precisó que “es la primera vez que estamos viendo a nivel mundial que la pobreza extrema aumenta”.

Apuntó que, desde el 2014, el hambre ha aumentado un 14 % a nivel mundial, afectando a cerca de 150 millones de personas.

La funcionaria señaló como los tres factores responsables de que el hambre esté aumentando: cambio climático, conflictos armados y los problemas económicos.

Villareal explicó que el cambio climático obviamente afecta a los pequeños agricultores más que a los agroempresarios, por las largas sequías y los eventos extremos. “Ese es un tema que vamos a ver hacia el futuro, creando aún más pobreza”, enfatizó Villarreal.

Al hablar sobre las proyecciones para el 2023, Marcela Villarreal indicó que todo va a depender del comportamiento de la guerra en Ucrania, pero que se prevé que el hambre siga aumentando, ya que los precios de los insumos agrícolas, como los fertilizantes, seguirán al alza y esto eleva los costos de producción.

Entre los desafíos, los representantes de FAO señalaron el aumento de la producción apoyando la agricultura familiar, facilitando el crédito y propiciando mercados.

Fuente: presidencia.gob.do

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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), adscrita al Ministerio de Consumo, pidió este martes “prudencia” para “no generar alarma” en torno a un brote de Salmonella registrado en Noruega y que el país nórdico asocia al consumo de pepinos españoles.

Así lo precisaron a Servimedia fuentes de dicha agencia a raíz de una información adelantada por el diario El País, a partir de una información emitida por las autoridades noruegas. Las mismas fuentes puntualizaron que la información sobre la “posible procedencia española” de los alimentos “no está confirmada”.

Asimismo, aseveraron que la información que notificó Noruega mediante el Sistema Rápido de Alertas de la UE (RASFF) “no es concluyente” ni está “suficientemente verificada”, por lo que, a su juicio, podría deberse a “otro alimento”.

La Aesan ya se ha puesto en contacto con el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias y las autoridades autonómicas para, en el caso de que se tratase de un alimento de origen español, “tener analizada la trazabilidad”.

Brote en Noruega, Países Bajos y Suecia
El Instituto de Salud Pública de Noruega informó que un total de 72 personas en el país fueron diagnosticadas con la bacteria gastrointestinal Salmonella agona entre finales de octubre y principios de diciembre, 24 de las cuales requirieron hospitalización.

Después de analizar más de 50 entrevistas de pacientes e información de compra, se supo que “casi el 90 por ciento de los infectados habían comido pepino la semana antes de enfermar”. Este estudio ayudó a descartar otras hipótesis como fuente de infección en este brote y, «tras un extenso trabajo de rastreo por parte de la Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria», se identificaron determinados lotes de pepino de un proveedor español “como la fuente más probable de infección”.

Además del brote en Noruega, también se han notificado casos con la misma cepa en Suecia y los Países Bajos en el mismo período. Sin embargo, el hecho de que no se hayan reportado nuevos casos de enfermedad en las últimas semanas podría indicar que “el producto contaminado ya no está en el mercado” y que “el brote probablemente haya terminado”, indica el comunicado, “aunque no puede descartarse que aparezcan más casos”.

Fuente: fhi.no / noticiasdesalud.es

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Por Francine Brossard, directora ejecutiva FIA.


 

Francine Brossard

 

Un llamado a repensar el modelo agroalimentario actual que asegure la alimentación para todos. Esa es nuestra batalla, y nuestra meta, que no se te detiene.

Hasta hace algunos años nuestra producción en agricultura se solía pensar de forma cuantitativa, sin considerar en cómo se alcanzaba dicha producción. Sin embargo, las inclemencias y efectos del cambio climático, reflejados entre otros, en sequía, han reconvertido diversos territorios, obligando a los agricultores a buscar nuevas formas de producir, rescatar variedades e innovar para poder continuar en el rubro.

Desde esta necesidad el Ministerio de Agricultura ha implementado el “Plan Nacional de Seguridad y soberanía alimentaria”, de forma tal de favorecer el acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos, para satisfacer sus necesidades alimenticias en forma segura, y conforme a sus requerimientos. Es por ello que la Fundación para la Innovación Agraria ha establecido entre sus lineamientos estratégicos el promover y contar con “Sistemas Alimentarios Sostenibles”.

Los Sistemas Alimentarios Sostenibles, garantizan la seguridad alimentaria y la nutrición de todas las personas sin poner en riesgo sus bases económicas, sociales y ambientales para las futuras generaciones, abarcando cada actividad relacionada a la cadena agroalimentaria y sus efectos, como: medio ambiente, insumos, procesos, infraestructura, instituciones, mercados, comercio, producción, procesamiento y distribución.

Desde FIA seguimos apoyando la pequeña y mediana agricultura y hemos iniciado un camino claro y definido para promover e impulsar innovaciones que promuevan el establecimiento de Sistemas Alimentarios Sostenibles ya sea a nivel de producción, transformación, transporte, venta y consumo de los productos alimenticios y agrícolas de origen nacional.

Esto debe hacerse con el aporte de diversos actores, implementando capacitaciones y orientando a las comunidades rurales sobre diferentes sistemas y variedades de alimentos que mantengan activa la producción, y al mismo tiempo disponer de productos que se adapten a los nuevos hábitos alimenticios, nuevas dietas alimentarias, y requerimientos nutritivos especiales para algunos segmentos de la población, como niños, niñas y adultos mayores.

FIA viene trabajando hace años en la diversificación de la matriz productiva para la obtención de alimentos sostenibles manteniendo su calidad y beneficios nutritivos e inocuidad alimentaria. Hoy hemos creado un nuevo programa: “Programa de Transferencia y Adopción de Innovación”, mediante el cual estamos entregando a la comunidad agrícola todo el acervo y conocimiento acumulado durante más de 25 años de existencia a partir de los resultados obtenidos de los proyectos apoyados por FIA.

Por otra parte, estamos apoyando a los y las jóvenes rurales, con el ánimo de reconquistarlas/os y hacerlas/os parte de las acciones de innovación para que ellas y ellos puedan continuar este camino de emprendimiento y renovación del sector. Hemos identificado varios proyectos que demuestran que la juventud rural está motivada y que su impulso innovador los ha llevado a resolver variados problemas de su sector, tanto productivos, de comercialización y/o gestión. Dado lo anterior, nuestra fundación se ha enfocado en apoyar este grupo etario de la población agrícola con nuestro “Programa de Juventud rural emprendedora”.

A pesar de que se ha avanzado bastante, entregando permanentemente información acerca de la seguridad alimentaria, se requiere seguir apoyando la innovación a distintos niveles de producción primaria mediante el aprovechamiento de recursos, apuntando a la diversificación y transformación, mediante manejos cada vez más sostenibles como: producción orgánica, agroecológica, regenerativa, uso de bioinsumos, entre otras.

En esta línea, hay que sumar el rescate de alimentos mediante la agregación de valor, resaltando la identidad local y las tradiciones. Pensar de manera saludable para que en su procesamiento sean inocuos y mantengan su calidad y beneficios nutritivos, por otro lado reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos, que ascienden, según FAO, a un tercio de la producción total de alimentos destinados al consumo humano.

En esta labor de alimentar la población nacional, la mujer juega un rol clave, tanto en la producción agrícola como en la seguridad alimentaria. Las mujeres son las principales agricultoras y productoras en gran parte del mundo, sin embargo, su trabajo agrícola sigue siendo bastante invisibilizado. Sin embargo, desde hace unos pocos años, las mujeres rurales han demostrado una capacidad adicional, y es su facilidad de adaptación y adopción de nuevas herramientas tecnológicas, como ha sido demostrado en un reciente documento que hemos publicado junto a INDAP y Prodemu. En este documento se evidencian las nuevas habilidades digitales que han ido adquiriendo como un nuevo aporte a la economía familiar, y explorando en el uso de herramientas tecnológicas transversales como las redes sociales, e incluso comercio virtual mediante plataformas en la web.

Todo este panorama nos hace reflexionar en que nuestra agricultura debe adecuarse cada vez más a un entorno económico y social más exigente y competitivo, tanto por condiciones naturales y climáticas inestables, por economías internacionales oscilantes y con consumidores cada vez más informados y demandantes en calidad y diversidad de productos, con efectos directos hacia nuestra producción alimentaria nacional. Por ello nuestra Fundación continua trabajando para entregar soluciones innovadoras, que se adapten y que se difundan hacia el sector silvoagropecuario y de esta forma colaborar en esta importante labor de nutrir la población con alimentos sanos, y considerando los Sistemas Alimentarios Sostenibles.

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En la República Dominicana, al igual que en la mayoría de los países en vías de desarrollo, la AF ofrece una alternativa idónea para fomentar la seguridad y soberanía alimentaria. La vinculación entre la AF y la seguridad alimentaria viene dada por dos principios: una producción más eficiente aumenta la disponibilidad de alimentos con la que contaría la población y mejores cosechas significa aumento de ingresos para las familias rurales, lo cual garantiza el acceso a la comida. A pesar de su carácter esencial, el agropecuario es el más pequeño de los sectores de la economía dominicana. Representa, según el Banco Central, sólo el 5,3% del PIB por sectores de origen en 2017, frente al 26,4% de las industrias y 61,1% de los servicios (el restante 7,2% corresponde a impuestos netos de subsidios). En comparación, durante ese mismo año, la agricultura empleó 9,6% de la mano de obra del país, según la referencia de World Development Indicators y respondió por el 6,2% de las exportaciones. La ubicación geográfica de la República Dominicana facilita el comercio con importantes países del mundo. La diversidad de sus condiciones climáticas amplía la gama de cultivos y de cría de animales. En el país, las políticas de fomento de la AF han sido parte de los programas de protección social del Estado dominicano, desde que oficialmente se comenzó a abordar el tema. Sin embargo, antes de 2016 no existía una definición de AF en el país que permitiera identificar a los productores que pertenecían a esta categoría. Familias productoras dominicanas Como seguimiento al año de la AF (2016), la comunidad internacional se encuentra al inicio del Decenio de la Agricultura Familiar 2019-2028. Se espera que el Decenio ayude a establecer bases y parámetros para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a fin de erradicar el hambre y la pobreza a través de la mejora de estrategias diferenciadas.

Este programa, perteneciente a la serie “Reseñas de Agricultura Familiar” producida por CIESPAL, ALER,FAO, ausculta y describe la situación de la agricultura familiar en República Dominicana, recurriendo al testimonio de representantes de la cooperación internacional, del gobierno dominicano y de las organizaciones de productores.

Producción: CIESPAL / Hugo Ramírez, Coordinación General ALER

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Por: Natalie Devenin. Diseñadora Industrial y Master en Nuevos Hábitos Alimentarios

¿Puede haber algo más onírico y placentero que un manto multicolor de flores frescas y aromáticas, cual desierto florido? ¿Pues qué tal un delicado pétalo, de la más delicada flor, dejándose caer sobre su boca? Y si a esto ¿le agregamos una copa de espumante?

Pues sí, esta experiencia sensorial poco común para la mayoría, es algo que podemos experimentar en distintos contextos. Lentamente, las flores comestibles han ganado un espacio dentro del mercado chileno, y al parecer, llegaron para quedarse y marcar una huella visual, tan llamativa como esa escena de “American Beauty”.

Desde antaño, las plantas y flores han cumplido distintos roles, en diversas culturas. Desde una función meramente ornamental, a ser utilizadas como medicina natural, e incluso como veneno, según sea su dosis y preparación. La mayoría de nosotros está acostumbrado al consumo de hierbas medicinales, plantas silvestres que podemos encontrar en el campo, e incluso en nuestros jardines, pero comer flores, es otra cosa. El preparar e ingerir infusiones en base a diversas hierbas es algo que forma parte de la cultura, con una connotación de sanación y cuidado natural. Podemos encontrar hierbas envasadas y diversos productos fitoterapéuticos en farmacias. Pero, ¿y las flores?

Las flores tienen una connotación diferente, más asociada al lujo, placer y cosmética. Su principal uso es en un contexto de alta gastronomía, apelando a una experiencia sutil y única, sin dejar de lado sus funciones benéficas.

En el año 2009, el Ministerio de Salud de Chile lanzó un catastro de plantas medicinales, llamado “Medicamentos Herbarios Tradicionales, 103 especies vegetales” (éste puede encontrarse fácilmente en internet, y descargarse como pdf), el que busca difundir información y “revalorizar el acervo cultural autóctono” sobre el consumo de plantas con propiedades para la salud. En éste  se pueden encontrar sus características descriptivas, su uso doméstico medicinal e información sobre sus orígenes y una ficha técnica.

Este catastro cuenta con 103 plantas validadas por el MinSal, entregando indicaciones de uso, las cuales incluyen ocasionalmente la incorporación de sus flores para preparar infusiones, compresas y en algunos casos, su uso gastronómico, como es el caso de la Borraja (Borago Officinalis), una flor muy atractiva tanto en su forma y color, cuyo origen proviene de la zona mediterránea europea y Asia menor. Esta flor, que puede ser utilizada en ensaladas, tortillas u otras preparaciones, tiene propiedades diuréticas, sudoríficas, depurativas y anti-inflamatorias. Esta flor puede ser conseguida en formato fresco, a través de “Toronjil Cuyano”, un proyecto apoyado por INDAP, en la zona de Limache, V Región de Chile.

Otro ejemplo de emprendimiento chileno relacionado a flores comestibles, es un proyecto apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria, bastante destacado y novedoso, fácil de encontrar en ferias gastronómicas y mercados gourmet. Este es el caso de Alupra, una Pyme de la zona de La Araucanía, cuyo equipo emprendedor decidió revalorizar la exótica flor nacional, el copihue. Sin embargo, Alupra ofrece una propuesta de consumo diferente, pues su oferta consiste en pétalos de copihue en formato de conserva, con una versión salada, a modo de carpaccio, para acompañar y decorar platos, y otra versión dulce, para innovar en postres y cócteles.

Otro ejemplo que podemos encontrar en el mercado nacional es el caso de un producto australiano, Wild Hibiscus, también una flor en conserva utilizada principalmente para cócteles, con una impresionante presentación, un Hibiscus sumergido en una copa de espumante, añadiendo un toque de color audaz y vibrante. Aparte de estos ejemplos poco convencionales, se pueden encontrar también otros productos un poco más tradicionales, como la mermelada de pétalos de rosa, de producción artesanal.

En base a esto, podemos ver que poco a poco, las flores se van ganando un nuevo espacio en nuestros paladares curiosos. Ahora las flores son un bien multisensorial por descubrir, que entretienen nuestra vista, olfato, gusto y tacto.

¿Podrían las flores cultivadas convertirse en un ítem gastronómico deseado como experiencia de consumo para los chilenos? Aún hay mucho por explorar y mucha materia prima para experimentar… Bienvenidos sean los valientes innovadores que nos provean de nuevas experiencias con las flores comestibles.

Fotografía: Inao

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Nunca antes hemos tenido tantas opciones para cultivar aunque no tengamos un trocito de tierra donde hacerlo. Existen las mesas de cultivo, el cultivo en azoteas, en paredes como huertos verticales y un sinfín de ideas para poder cultivar aunque sea una mata de guindillas o rábanos o tomates cherry en un simple jardinera o maceta, todas estas son diferentes formas de tener un huerto urbano.

La desconexión de la gente urbanita con la naturaleza es abrumadora. Aunque creemos espacios verdes como jardines y parques, siempre hay una separación física que influye en nuestra genética ancestral. El asfalto, por lo general nos cansa y necesitamos escapar de la ciudad a menudo para sentir el aire más limpio y fresco.

Esta misma desconexión la hemos sufrido con la alimentación. Todo viene envasado, todo viene encerado, impoluto, brillante, sin gusanos, sin caracoles entre hoja y hoja de lechuga. Todas las verduras son turgentes, perfectas, sin manchas, sin hojas comidas por alguna larva de algún insecto o pájaro hambriento de brotes verdes.

Y es después de esa desconexión tan absoluta cuando mucha gente siente la irrefrenable sensación de volver a mancharse las manos de tierra y estar preocupado por el riego, por el abonado, por las malas hierbas, por los insectos depredadores… todo ello para conseguir en muchos casos aunque solo sea 4 lechugas y 3 tomates que comes con más intensidad que cualquier tomate raff bio en caja de madera y con todas las etiquetas de ecológico que hayas podido comprar. ¿Por qué? Muy sencillo. Lo has hecho tú.

El coste de la tierra para un huerto urbano

Parece una nimiedad pero es por lo primero por lo que tenemos que empezar. Tener un suelo donde cultivar es algo inherente a la agricultura y al huerto. ¿Seguro? En la gran mayor parte de casos sí, pero recuerda que hay infinidad de proyectos de huertos en ciudades en casi cualquier espacio.

Una azotea, un balcón, un patio, el bajo de una casa, hasta una maceta! Pero no vamos a discutir que quien tenga un cacho de jardín, o un pueblo cerca de donde vive, tiene mucho ganado. Afortunadamente, los agentes sociales de las ciudades (ayuntamientos, asociaciones etc) de muchos sitios, se han dado cuenta del aumento de tenencia a cultivar en las ciudades.

No tengo tierra. ¿Cómo empiezo?

Si no tienes un pedazo de suelo donde empezar, el plan número uno es empezar por una mesa de cultivo, tierra, semillas y una regadera. No necesitas mucho más.

Las mesas de cultivo son la mayor inversión inicial si optas por este tipo de huerto urbano. El rango de precios es muy amplio, hay de todos los tipos.

Las semillas son baratas. Aunque si eres nuevo en esto te recomendamos que empieces en primavera comprando plantones de hortalizas ya germinadas, lechugas por ejemplo.

¿Si tengo tierra, por dónde debería empezarmi huerto urbano?

Tener un pequeño terreno es lo ideal para producciones algo mayores que te permitan incluso regalar hortalizas a familiares y amigos pero requiere una inversión inicial algo más elevada. Si tenemos más metros, necesitaremos aperos algo más adecuados. Azadones, y pala para quitar piedras y cantos, igualar el suelo y airearlo si está compactado.

El bancal profundo es una de las maneras más interesantes de empezar para recuperar un suelo que no ha sido utilizado y enriquecerlo con estiércol compostado equino y algo de mantillo a partes iguales.

El siguiente punto es saber de dónde vamos a obtener un punto de agua para el riego. Una vez lo tengamos, debemos decidir si regamos a manguera o regadera de primeras o si queremos automatizarlo. En este caso, el coste de electroválvulas, programador, cableado, tubos, codos, conexiones, grifería, difusores de riego etc requieren una inversión algo mayor. Si se saca partido, al final, merece la pena hacer tu propio sistema de riego.

Fuente: agromatica.es

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Mediante la agricultura vertical, una empresa alemana dedicada a la producción de hortalizas ha demostrado que es posible reducir en un 99% la superficie de cultivo y en un 95% el consumo de agua, sin pesticidas ni químicos, gracias a la agricultura vertical.

De la mano de SSI Schaefer, esta empresa ha construido huertos verticales altamente automáticos utilizando su solución SSI LOGIMAT, un almacén vertical que aporta las condiciones necesarias para sus cultivos.

SSI LOGIMAT proveyó la plataforma tecnológica necesaria, tanto las soluciones físicas, en forma de sistemas para almacenamiento y desalmacenamiento, como un software adecuado que pudo integrarse en las soluciones de software propias de la empresa. El resultado posibilita una solución que es hasta 400 veces más eficiente que la agricultura tradicional y que permite que en un área de 25 m² sea posible cultivar el equivalente a lo que se produce en 8.000.

La agricultura vertical representa un modelo con múltiples ventajas: permite acercar el producto al consumidor, acorta considerablemente la cadena de suministro, y con ello la necesidad de transporte y las emisiones de CO₂ en un contexto en el que el cambio climático, junto con el agotamiento de los recursos, la pérdida de ecosistemas y de biodiversidad, son un hecho. Significa asimismo un mejor acceso a alimentos frescos, nutritivos y diversos para el consumidor y también empleos mejor pagados y de mayor calidad para una nueva generación de agricultores, destacan los fundadores de esta empresa.

SSI Schaefer estará presente en el evento Logistics & Automation de Ifema Madrid que se llevará a cabo los días 26 y 27 de octubre.

 

Fuente: financialfood.es

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