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Descubre cómo la tecnología natural de bajo coste puede ayudar a purificar el aire y mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades. Conoce las diferentes opciones disponibles y los estudios de casos exitosos. Una solución eficaz y sostenible para un problema global.

La contaminación del aire es un problema global que afecta a la salud de las personas y al medio ambiente. La contaminación del aire interior en edificios y viviendas también es un problema grave, ya que pasamos la mayor parte de nuestras vidas en espacios cerrados. La contaminación del aire se debe a diversas fuentes, como la industria, el transporte y la quema de combustibles fósiles.

La contaminación del aire tiene un impacto negativo en la salud humana, incluyendo problemas respiratorios, cardíacos y el cáncer. Además, también contribuye al cambio climático y al deterioro de la biodiversidad.

Es importante encontrar soluciones eficaces para purificar el aire y mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades. Sin embargo, muchas de las tecnologías existentes son caras y pueden tener un impacto ambiental negativo. Por lo tanto, es crucial encontrar soluciones de bajo costo y sostenibles para abordar este problema. Una de estas soluciones son las tecnologías naturales de purificación de aire.

Tecnologías actuales de purificación de aire
Existen varias tecnologías actuales utilizadas para purificar el aire, algunas de las cuales incluyen:

Filtros de aire: Los filtros de aire se utilizan para eliminar las partículas y contaminantes del aire. Sin embargo, estos filtros requieren ser reemplazados con frecuencia y pueden ser costosos.

Purificadores de aire electrónicos: Estos purificadores utilizan corriente eléctrica para ionizar y atrapar las partículas del aire. Aunque son eficaces, también pueden ser costosos y requieren un mantenimiento regular.

Sistemas de ventilación mecánica: Estos sistemas utilizan ventiladores y conductos para eliminar el aire viciado y reemplazarlo con aire fresco. Sin embargo, estos sistemas pueden ser costosos de instalar y operar.
Tecnologías químicas: existen tecnologías químicas para purificar el aire, como los purificadores de aire con ozono, pero estos pueden tener efectos negativos en la salud humana y no son recomendados para su uso en espacios cerrados.

En general, estas tecnologías son eficaces para purificar el aire, pero a menudo tienen limitaciones en términos de coste e impacto ambiental. Además, algunas de ellas pueden tener efectos negativos en la salud humana si no se usan adecuadamente.

Tecnologías naturales de purificación de aire
Las tecnologías naturales de purificación de aire son aquellas que utilizan procesos y elementos naturales para limpiar el aire. Algunos ejemplos de estas tecnologías incluyen:

Sistemas de filtración de aire naturales: Estos sistemas utilizan materiales naturales como la lana de roca, la lana de vidrio y la lana de cáñamo para filtrar las partículas del aire. Estos sistemas son más ecológicos y menos costosos que los filtros de aire tradicionales.

Purificación por plantas: Las plantas tienen la capacidad de absorber y neutralizar los contaminantes del aire mediante la fotosíntesis. Algunas plantas específicas son más eficaces que otras para purificar el aire.
Sistemas de purificación por biotecnología: Los sistemas de purificación por biotecnología utilizan microorganismos y procesos biológicos para eliminar los contaminantes del aire. Por ejemplo, los sistemas de purificación con microorganismos como bacterias y hongos pueden ser usados para eliminar compuestos orgánicos volátiles y otros contaminantes.

En general, las tecnologías naturales de purificación de aire son una opción sostenible y económica para mejorar la calidad del aire. Además, son menos impactantes para el medio ambiente y no tienen efectos negativos para la salud humana. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas tecnologías pueden requerir un mantenimiento y una planificación adecuados para ser efectivas.

Estudios de casos
En 2010, un edificio en Rotterdam, Países Bajos, implementó un sistema de filtración de aire natural con lana de roca para purificar el aire interior. El sistema redujo significativamente la cantidad de partículas en el aire y mejoró la calidad del aire en el edificio.

En 2011, un estudio realizado en China encontró que la purificación del aire mediante plantas puede reducir significativamente los niveles de dióxido de carbono y compuestos orgánicos volátiles en ambientes interiores.
En 2014, un hospital en Estados Unidos instaló un sistema de purificación de aire por biotecnología que utiliza bacterias para eliminar los compuestos orgánicos volátiles del aire. El sistema mejoró significativamente la calidad del aire en el hospital y redujo la incidencia de infecciones respiratorias.
En 2016, un estudio realizado en Japón encontró que la purificación del aire mediante plantas puede reducir significativamente los niveles de formaldehído, un compuesto orgánico volátil que se encuentra comúnmente en productos de construcción y mobiliario.

En 2018 una ciudad en India, Pune, implementó un sistema de purificación de aire por biotecnología que utiliza hongos para eliminar los compuestos orgánicos volátiles y los contaminantes del aire. El sistema ayudó a mejorar significativamente la calidad del aire en la ciudad y a reducir la incidencia de enfermedades respiratorias.

Estos ejemplos muestran que las tecnologías naturales de purificación de aire son efectivas para mejorar la calidad del aire y pueden ser implementadas en una variedad de entornos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada proyecto debe ser diseñado y adaptado a las condiciones específicas del lugar.

Fuente: ecoinventos.com

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Si vives en cualquier país mínimamente desarrollado, en los últimas décadas nos meten por los 5 sentidos estos dos palabros y la población en general parece no concienciarse del todo. ¿Hay que hacerlo? ¿Tenemos que ser nosotros individualmente los primeros concienciados? Son preguntas al aire que me hago que tienen difícil respuesta y seguramente daría para debates interminables. Seguimos con nuestras vidas y la realidad es que salvo imposición legal, impuestos varios (excesivos incluso), campañas educativas e incluso agendas europeas como la 2030 (también con matices que habría que tratar a fondo…), el porcentaje que intenta llevar este tipo de vida es mínimo.

¿Qué significa vida sostenible? ¿Sostenible con quién? ¿Con qué? ¿Se puede llegar a esto? ¿Quién pone los límites de lo que se considera sostenible o no? Hagamos una reflexión y centrémonos en la parte que nos toca de este blog que al fin y al cabo es la agricultura en toda su dimensión (tanto la de autosuficiencia como la tecnificada como negocio rentable).

Amplitud del término «vida sostenible»

Esto es amplísimo. Resumamos qué hace un habitante medio de casi cualquier país europeo:

  • Tiene un trabajo
  • Tiene una casa
  • Invierte tiempo y dinero en ocio
  • Se va de vacaciones 1 o 2 veces al año
  • Tiene al menos un medio de transporte propio (coche en la mayoría de casos).
  • Consume alimentos
  • Consume bienes y servicios

Entendemos por vida sostenible, aquella vida que satisface nuestras necesidades (individuales, colectivas…) generando el mínimo impacto en los recursos naturales, de manera que permita a las generaciones futuras vivir un entorno saludable, de recursos no agotados y a la vez manteniendo un crecimiento o una sostenibilidad económica que nos permita llegar a las metas personales que cada uno se proponga.

¿Qué consideramos hoy por vida sostenible? Aquí tenemos un ejemplo de blog sobre vida sostenible. ¿Lo es realmente? Eso te dejo que lo decidas tú. Yo voy a poner dos extremos a continuación para sentar unas bases de qué podría ser y qué no.

Si nos fuéramos al primer extremo, un ermitaño, un eremita, un asceta serían extremadamente sostenibles. Son los mayores entes ecologistas que existen. Personas con una profunda vida interior que viven en solitario, haciendo un uso energético mínimo, prácticamente sin impactar en el medio, con lo justo para vivir. Todos tenemos claro que esa vida no la podemos llevar los 8000 millones que somos. Casi todos ni querríamos llevar ese tipo de vida.

En el otro extremo, una persona con suficiente dinero, apalancada en hábitos extremadamente consumistas (que no capitalistas, que no es lo mismo), devoradora de energía sería el extremo opuesto ¿no? El capitalismo se fundamenta en el trabajo, el ahorro y la inversión, no en el consumo. El consumismo es otra cosa.

Si te das cuenta, la tendencia social general tira más a este lado de la balanza que al otro. Aunque tengas pajitas de bambú en vez de plástico, aunque tengas una caldera de condensación, aunque compres cosas «certificadas como eco», aunque te compres un «coche eco», aunque compres el café o el cacao en el comercio justo, aunque compres ropa eco, aunque tengas tres cubos de colores en la cocina para reciclar, aunque cultives 4 tomates en el balcón… Puedo poner mil ejemplos más pero creo que se entiende el argumento. ¿Crees que eso es suficiente para evitar un consumo energético desmesurado y un desgaste material de planeta?

Las comodidades, el tenerlo todo fácil, a golpe de tarjeta, que me lo traigan, que me lo den hecho para que pueda dedicarme a lo que realmente quiero es lo que me empuja a satisfacer necesidades y a invertir mi tiempo y dinero en consumir para no tener que hacerlo yo. Necesidades reales o necesidades impuestas. ¿Necesitamos un coche? ¿Necesitamos un smartphone? ¿Necesitamos irnos de vacaciones a la otra punta del mundo al menos una vez cada año o 2 años? Igual sí, igual no. Depende de cada uno. Unos sacrificarán unas cosas, otros otras, otros ninguna, porque ¿quiénes somos para impedirle viajar a alguien? Si considero que ir a trabajar andando o en bici es un hábito de vida sostenible ¿te puedo criticar por ir en coche?, ¿te lo puedo prohibir?.

En lo que nos toca, la agricultura, hay un término que define en su máxima expresión la sostenibilidad en este ámbito. LA PERMACULTURA

¿Qué es la permacultura?

Esto ya lo hemos tratado en Agromática en artículos de hace bastantes años. Te los dejamos por aquí, pero te hacemos un pequeño resumen. La permacultura responde a 7 principios en los que, siendo realista, hay que matizar ciertas cosas según mi opinión.

  • Manejo de la tierra y la naturaleza (bancos de semillas, regeneración de entornos y ecosistemas, convivencia de plantas en estos biomas naturales… (esto muchas veces se pelea con los rendimientos productivos a la hora de alimentar a tanta gente. Es un dilema complicado).
  • Bioconstrucción: Construcción de casas lo más pasivas posible (esto es algo muy complejo en las sociedades y urbes actuales). Se tiende a ello con los certificados energéticos de las viviendas pero son imposiciones gubernamentales mal ejecutadas que acaban teniendo partes negativas que no compensan el beneficio global.
  • Herramientas y tecnología: basado en el uso de energías renovables y el aprovechamiento eficiente. Tal y como estamos con la energía en 2022 es un tema que levanta ampollas y muy dificil de tratar por cómo (no) ha llevado Europa la transición energética.
  • Educación y cultura: Conciencia social y educación de forma holística en todos los ámbitos de la vida. Aquí entra la disyuntiva de si eso implica en imponer una cultura a gente que no quiere aceptarla. ¿Aceptarías ser un ermitaño para no contaminar? Yo dejo ahí la pregunta y la reflexión corre de tu cuenta.
  • Bienestar físico y espiritual: Alimentación saludable, deporte… En eso estamos de acuerdo.
  • Economía y fianza: Basada en el intercambio, el ahorro, bajo consumo. En muchos casos incompatible con los modelos de producción actuales. No digo malos, digo actuales. No juzgo si son malos o no, pero la realidad es que dan de comer a mucha gente. Y sustituir eso es difícil.
  • Tenencia de la tierra y gobierno comunitario: La idea de la cooperativa está a la orden del día en este ámbito y no me parece mala idea. Asociaciones civiles libres de ponerse de acuerdo en cómo gestionar tierras individuales para un bien común.
permacultura, vida sostenible

Podrás encontrar muchos más matices de lo que significa la permacultura. Nos ha llamado la atención el concepto de la permacultura según Diario responsable que ya incluso diferencian entre permacultura urbana y rural. Y tiene bastante sentido. Muchos de los principios antes descritos son difícilmente abarcables en urbes y seguro que hay matices que hay que modificar, o readaptar para llegar a tendencias similares pero no iguales. Todas esas pegas que pongo en los 7 principios, quizá se puedan acomodar dentro de pequeños gestos enmarcados dentro del concepto permacultura urbana.

¿Tener un huerto es una forma de permacultura?

Es un pequeño gesto sí. Ahora bien. Si hablamos de rendimientos, gasto, contaminación y recursos utilizados para cultivar un huerto igual te sale más caro que comprar la fruta y verdura. Además, energéticamente igual no sale tan «eficiente«. Imagina aquella persona que tiene un huerto a 5-15 km de su vivienda (en las ciudades ocurre más de lo que parece), en una parcelita en un pueblo cercano. Si usa el coche para ir y venir a regar, toda esa buena intención, se quema en forma de litros y litros de gasoil. Mejor ve a la tienda de abajo de casa, compra los tomates.

Si vas a cultivar un huerto por razones medioambientales plantéate el resto de tu existencia de la misma forma. El transporte, la alimentación, el ocio, los bienes materiales…todo. Es la única manera de acercarse al ideal de la permacultura sin llegar a caer en la hipocresía más absoluta.

Cultivar tus propios alimentos en un jardincito usando o no la permacultura como ideal para impactar menos en el planeta es una fantástica idea casi utópica a la que tender pero no te digas a ti mismo que estás ayudando al planeta porque la realidad es que de lo que cultivas a lo que consumes durante el año no creo ni que llegue al 10%. El otro 90 lo compras de la agricultura y ganadería tradicional. Hablo en general. Si lo haces, hazlo porque te gusta, porque quieres aprender, porque quieres ver crecer aquello que normalmente compras en bandejas, por afición… Porque los beneficios de cultivar un huerto son muchos, pero llegar a la autosuficiencia alimentaria requiere mucho más esfuerzo de lo que nos pensamos.

¿Crees que llevas una vida sostenible? ¿Ha cambiado tu percepción sobre al asunto al leer este artículo? Déjanoslo en los comentarios.

agromatic.com

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Identificar y cuantificar los micro(nano)plásticos en los campos de fresas y evaluar los impactos de los microplásticos en las propiedades del suelo y el rendimiento de las plantas para explorar el efecto del tipo y la dosis de microplásticos presentes en los suelos y su combinación con otros contaminantes, son algunos de los objetivos que se ha propuesto el académico del Departamento de Suelos y Recursos Naturales, de la Facultad de Agronomía, de la Universidad de Concepción, Dr. Mauricio Schoebitz Cid, quien recientemente se adjudicó recursos Fondecyt Regular, por un monto de 228 millones de pesos.

 

Académico del Departamento de Suelos y Recursos Naturales, de la Facultad de Agronomía, de UdeC, Dr. Mauricio Schoebitz Cid.

 

La investigación se extenderá por 4 años, ya que tal como lo explicó el experto, el proyecto estudiará el efecto de los microplásticos sobre la microbiota del suelo y el impacto sobre el crecimiento y acumulación de sustancias bioactivas en plantas de frutillas.

“En los agroecosistemas, los microplásticos (MPs) pueden ingresar al medio ambiente del suelo directamente (lodos de alcantarillado, aguas residuales, deposición atmosférica) o indirectamente a través de la degradación in situ de fragmentos de plástico (cubiertas de plástico, tuberías de agua, cubiertas de invernaderos, macetas de vivero y bolsas de ensilaje).

Las cubiertas o “mulch” plásticos son una práctica mundial en los últimos años en la agricultura, porque las cubiertas plásticas generan efectos supresores sobre las malezas, modifican la temperatura del suelo, la humedad y promueven un mayor rendimiento y calidad de la fruta. Sin embargo, estas prácticas producen una gran contaminación del suelo que, en consecuencia, afecta el crecimiento de las plantas”, explicó el Dr. Schoebitz.

De acuerdo a lo mencionado por el experto, el uso excesivo de plásticos en la agricultura ha provocado que muchos suelos estén contaminados con grandes cantidades de residuos plásticos. “Estamos hablando de (63-430.000 toneladas en Europa y 44-300.000 toneladas en Norteamérica) e incluso concentraciones tan altas como el 7% del peso de los MPs se han reportado en suelos superiores altamente contaminados. Varios estudios, en el campo de la agricultura, han demostrado que los MPs pueden tener efectos adversos en el suelo, la fauna, los microorganismos del suelo y pueden actuar como vector de otros contaminantes, como patógenos humanos, contaminantes orgánicos persistentes y metales pesados”.

En este sentido, sostuvo que dentro de las primeras tareas se considera en los campos de frutillas extraer e identificar los MPs, mediante microscopía infrarroja transformada de Fourier (FTIR) y se cuantificarán mediante espectroscopía visible del infrarrojo cercano para monitorear los MPs en los suelos con el fin de evaluar los efectos físicos y químicos del suelo.

En la investigación participarán como coinvestigadores, los académicos: Nelson Zapata, María Dolores López, ambos de la Facultad de Agronomía, Juan Araya de la Facultad de Farmacia de la UdeC, Milko Jorquera de Ingeniería, Ciencia y Administración de la Universidad de la Frontera y el profesor, Antonio Roldán del CEBAS-CSIC de España.

Además, el investigador principal, Dr. Mauricio Schoebitz contará con la colaboración de los estudiantes que pertenecen al Laboratorio de Microbiología de Suelos, Gustavo Riveros (estudiante doctorado Programa en Ciencias de la Agronomía), Andrés Pinto (estudiante magíster Programa en Ciencias Agronómicas), Vanessa Flores (estudiante pregrado Agronomía) y Cristóbal Sáez (estudiante pregrado Agronomía).

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