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Cuatro años de trabajo, y más de una década después de que se encargara su construcción, la torre Tao Zhu Yin Yuan (también conocida como Agora Garden Tower) de Vincent Callebaut en Taipei, Taiwán, está por fin a punto de ser completada, y parece que la espera ha merecido la pena.

El proyecto residencial de gran altura tiene forma inspirada en el ADN, incorpora miles de plantas en su fachada y multitud de rasgos que potencian su sostenibilidad, como la energía solar, recogida de agua de lluvia, etc.

Con una altura de 93,2 metros, la Tao Zhu Yin Yuan tiene 21 plantas (más cuatro sótanos) y se caracteriza por un inusual diseño inspirado en la doble hélice del ADN. Veinte de las plantas se retuercen 4,5 grados por planta a medida que el edificio se eleva, con un total de 90 grados de abajo a arriba.

Aunque el aspecto no es tan verde como se sugería en los primeros renders, es comprensible, ya que los 23.000 árboles, arbustos y plantas que se han plantado en el jardín de la planta baja, los balcones y las terrazas, aún tienen que crecer.

SWA se encarga de las tareas de paisajismo y Vincent Callebaut Architectures (VCA) afirma que todas esas plantas eliminarán cada año un gran cantidad de CO2 de la atmósfera local.

La absorción anual de carbono alcanza unas 130 toneladas con una cobertura verde del 246%, que es casi cinco veces superior a la normativa local, lo que lo convierte en un vistoso parque forestal urbano en todas las estaciones. Para aumentar el volumen de absorción de carbono, los botánicos especializados plantan múltiples especies de árboles con mejor volumen de absorción de carbono para contribuir a proteger la calidad del aire.

El proyecto está previsto que se clasifique como LEED Gold. Entre los elementos sostenibles más destacados están el uso de la energía solar y eólica para reducir el consumo de la red eléctrica (aunque todavía no disponemos de cifras concretas sobre el consumo de energía), el reciclaje del agua de lluvia, la ventilación natural y los sistemas de control de la energía. También se han instalado ascensores regenerativos, calefacción eficiente y grifería de bajo consumo.

Además, los terremotos y los fuertes vientos son una preocupación real en esa parte del mundo, por lo que VCA ha empleado lo que denomina una protección sísmica de «grado de planta nuclear» en forma de un diseño estructural que, según la empresa, supera la normativa sísmica.

El diseño estructural se inspiró en la estructura corporal del esquiador. El núcleo central de la torre es el cuerpo humano. La estructura de celosía de 5 m por encima de la 21F son los dos brazos. Las megacolumnas de los dos lados son los bastones de esquí. Un sistema estructural suspendido y un sistema de cerchas Vierendeel (un conjunto de vigas por cada dos pisos) transfieren todo el peso a través de los brazos (vigas) al cuerpo (núcleo central) y luego a los cimientos. El resultado es un diseño estructural único que combina la ciencia de la mecánica y el arte de la estética.

El exterior del Tao Zhu Yin Yuan parece casi terminado, y ahora se está trabajando para acabar su interior, cuya finalización oficial está prevista para finales de 2021.

Fuente:vincent.callebaut.org

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El proyecto, que comenzó su fase de diseño y conceptualización en 2020, cuenta con el apoyo y financiación del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) y el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Durante dos años se ha llevado a cabo el estudio y desarrollo de este nuevo modelo arquitectónico denominado Vertical Sunning, con un diseño solar pasivo que utiliza estrategias inteligentes de luz y agua para maximizar la eficiencia del sistema.

“Para concebir la estructura, hemos utilizado novedosas tecnologías de Ray Tracing que buscan optimizar la captación de radiación PAR, y homogeneicen la distribución de la luz a los cultivos que estarán situados en su interior”, afirma Juan Pardo, responsable de Innovación en Novagric y manager del proyecto.

El cultivo de alimentos indoor ha ido evolucionando, pero la inversión en las instalaciones sigue siendo elevada, hasta el punto de que numerosas investigaciones ponen de relieve la necesidad de reducir los gastos de explotación para aumentar su rentabilidad. El proyecto I+D+i Vertical Sunning pretende resolver este punto crítico de los módulos de Vertical Farming actuales: el elevado coste energético.

“Nuestro objetivo era el desarrollo de un nuevo modelo de producción de alimentos en vertical sin iluminación artificial, que priorice el acceso y distribución de la radiación solar, con sistemas de climatización de bajo consumo energético y utilizando el agua y la luz solar como base para reducir la huella de carbono”, explica Juan Pardo.

El prototipo construido se encuentra en las instalaciones tecnológicas de Novagric, en Alhama de Murcia, y está en plena producción.

El modelo constructivo utiliza materiales modulares y ligeros en forma de racks móviles que se desplazan para aprovechar el espacio, variando la disposición de los cultivos siguiendo la trayectoria de la luz del sol.

Para minimizar el consumo energético de refrigeración, se utiliza el agua que aprovecha su capacidad de filtro óptico para absorber la radiación infrarroja y permitir el acceso de la PAR, a la vez que se reduce el calentamiento de la envolvente y se distribuye el calor al interior.

El sistema de riego es mediante hidroponía, reduciendo hasta un 50% el consumo de agua frente a otros sistemas de riego en cultivos en sustrato.

Actualmente se encuentran en fase de estudio técnico-agronómico, donde se validará el diseño en entorno de cultivo real. Gracias al gran volumen de cultivo disponible, además de especies de hoja y aromáticas, se han introducido también nuevas variedades más complejas y poco habituales en sistemas de cultivo vertical para resolver el reto de la productividad en estos entornos.

Con esto, se cumplirían los tres objetivos de Novagric para el desarrollo de nuevas tecnologías y estrategias competitivas para producción de cultivos: utilización del sol como fuente de energía, reducción del consumo energético y la introducción de nuevas especies de cultivo para ampliar la gama de vegetales disponibles en este sistema productivo, concluye Pardo.

Fuente: novagric.com

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Nunca antes hemos tenido tantas opciones para cultivar aunque no tengamos un trocito de tierra donde hacerlo. Existen las mesas de cultivo, el cultivo en azoteas, en paredes como huertos verticales y un sinfín de ideas para poder cultivar aunque sea una mata de guindillas o rábanos o tomates cherry en un simple jardinera o maceta, todas estas son diferentes formas de tener un huerto urbano.

La desconexión de la gente urbanita con la naturaleza es abrumadora. Aunque creemos espacios verdes como jardines y parques, siempre hay una separación física que influye en nuestra genética ancestral. El asfalto, por lo general nos cansa y necesitamos escapar de la ciudad a menudo para sentir el aire más limpio y fresco.

Esta misma desconexión la hemos sufrido con la alimentación. Todo viene envasado, todo viene encerado, impoluto, brillante, sin gusanos, sin caracoles entre hoja y hoja de lechuga. Todas las verduras son turgentes, perfectas, sin manchas, sin hojas comidas por alguna larva de algún insecto o pájaro hambriento de brotes verdes.

Y es después de esa desconexión tan absoluta cuando mucha gente siente la irrefrenable sensación de volver a mancharse las manos de tierra y estar preocupado por el riego, por el abonado, por las malas hierbas, por los insectos depredadores… todo ello para conseguir en muchos casos aunque solo sea 4 lechugas y 3 tomates que comes con más intensidad que cualquier tomate raff bio en caja de madera y con todas las etiquetas de ecológico que hayas podido comprar. ¿Por qué? Muy sencillo. Lo has hecho tú.

El coste de la tierra para un huerto urbano

Parece una nimiedad pero es por lo primero por lo que tenemos que empezar. Tener un suelo donde cultivar es algo inherente a la agricultura y al huerto. ¿Seguro? En la gran mayor parte de casos sí, pero recuerda que hay infinidad de proyectos de huertos en ciudades en casi cualquier espacio.

Una azotea, un balcón, un patio, el bajo de una casa, hasta una maceta! Pero no vamos a discutir que quien tenga un cacho de jardín, o un pueblo cerca de donde vive, tiene mucho ganado. Afortunadamente, los agentes sociales de las ciudades (ayuntamientos, asociaciones etc) de muchos sitios, se han dado cuenta del aumento de tenencia a cultivar en las ciudades.

No tengo tierra. ¿Cómo empiezo?

Si no tienes un pedazo de suelo donde empezar, el plan número uno es empezar por una mesa de cultivo, tierra, semillas y una regadera. No necesitas mucho más.

Las mesas de cultivo son la mayor inversión inicial si optas por este tipo de huerto urbano. El rango de precios es muy amplio, hay de todos los tipos.

Las semillas son baratas. Aunque si eres nuevo en esto te recomendamos que empieces en primavera comprando plantones de hortalizas ya germinadas, lechugas por ejemplo.

¿Si tengo tierra, por dónde debería empezarmi huerto urbano?

Tener un pequeño terreno es lo ideal para producciones algo mayores que te permitan incluso regalar hortalizas a familiares y amigos pero requiere una inversión inicial algo más elevada. Si tenemos más metros, necesitaremos aperos algo más adecuados. Azadones, y pala para quitar piedras y cantos, igualar el suelo y airearlo si está compactado.

El bancal profundo es una de las maneras más interesantes de empezar para recuperar un suelo que no ha sido utilizado y enriquecerlo con estiércol compostado equino y algo de mantillo a partes iguales.

El siguiente punto es saber de dónde vamos a obtener un punto de agua para el riego. Una vez lo tengamos, debemos decidir si regamos a manguera o regadera de primeras o si queremos automatizarlo. En este caso, el coste de electroválvulas, programador, cableado, tubos, codos, conexiones, grifería, difusores de riego etc requieren una inversión algo mayor. Si se saca partido, al final, merece la pena hacer tu propio sistema de riego.

Fuente: agromatica.es

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