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Aunque a priori pueda parecer una pregunta rara, saber iluminar un invernadero tiene su miga. En ocasiones las plantas van a necesitar un pequeño empujón lumínico si están cultivadas en zonas donde las horas de luz son muy pocas o directamente hablamos de un cultivo hidropónico en interior. Sea cual fuere la situación, vamos a meternos de lleno en las clorofilas, las radiaciones solares y qué tipo de luz es la más adecuada para que un cultivo pueda realizar la fotosíntesis correctamente con luz artificial.

¿Y qué tiene que ver esto con iluminar un invernadero?
Lo tiene que ver todo. Las plantas por lo general son verdes. Salvo contadas excepciones, el color verde domina el mundo vegetal y la razón es muy sencilla. La presencia de clorofilas, ese pigmento que permite a la planta realizar la tan conocida fotosíntesis para transformar CO2, agua y nutrientes en compuestos hidrocarbonados. ¿Y por qué son verdes? Esta pregunta ya la contestamos hace unos años en un artículo sobre los satélites Sentinel del programa de la Agencia Espacial Europea (ESA).

¿Por qué las plantas son verdes?

Hablemos de radiaciones y espectro electromagnético

La respuesta a esa pregunta la tenemos aquí. Esto es un gráfico de absorción relativa de los pigmentos vegetales en función de la longitud de onda (color) del espectro electromagnético dentro de la radiación visible (la que capta el ojo humano).

longitudes de onda de luz en las plantas
Un resumen rápido es que las clorofilas a y b (las más importantes) tienen un pico de absorción de radiación principalmente en las longitudes de onda más energéticas dentro del espectro visible (400-500 nm) y esto corresponde a los colores violeta-azul. Los carotenos también tienen picos de absorción dentro de este rango. Es la longitud de onda más importante para el crecimiento vegetativo de la planta.

Otro pico de estas clorofilas se muestra entre los 600 y 700 nm correspondiente a los colores anaranjados y rojos. En esta zona se favorece la emisión de tallos y la floración.

Sin embargo, si vemos la gráfica, observamos un descenso muy acusado en las longitudes de onda correspondientes al verde y al infrarrojo cercano. Esto significa que la luz verde no la absorben para nada reflejándola en su totalidad. Como si de un espejo y esa es la razón principal por la cual vemos las hojas de las plantas de color verde. De la totalidad del espectro visible, lo que menos absorben es la longitud de onda correspondiente a los verdes, lo reflejan y es lo que llega a nuestros ojos.

Todo esto es teoría de color y luz electromagnética. Los colores los vemos así porque los elementos reflejan (o no absorben) las longitudes de onda correspondientes al color que vemos.

Para iluminar un invernadero, entender los picos de absorción de radiación es básico para saber qué tipo de luz elegir.

Tipos de luz para iluminar un invernadero
Dentro de los tipos de luz artificial que tenemos podemos diferenciar:

Lámpara incandescente: Principalmente genera mucha intensidad en el espectro de los rojos. Por tanto la eficiencia fotosintética no va a ser muy notable.

Iluminación con fluorescentes: Son más azules, generan más cantidad en los azules y en los verdes (que no nos interesan). Consumen relativamente poco pero pecan de tener poca intensidad. No son muy utilizadas salvo que el cultivo requiera de poco

Lámparas HID: En general generan mucha radiación en los amarillos, naranjas y rojos (vapor de sodio). Algunas de mercurio a alta pr Son económicas en cuanto a consumo (por eso se ponen en alumbrado público) e irradian una buena cantidad de flujo de luz. El problema principal son sus

Iluminación con halógenos: Mejoran mucho la emisión de radiación en los azules, violetas pero menos en los rojos. son sensiblemente mejores que las anteriores. Su consumo en Wh es excesivo.

Iluminación LED: Aquí es donde la tecnología lumínica ha encontrado el elemento disruptor. Podemos modular el tipo de luz, el color de luz y la intensidad. Combinando LEDs de longitudes de onda muy específicas en los azules, violetas y los rojos podemos conseguir las longitudes de onda perfectas para equilibrar el crecimiento vegetativo y la floración de los cultivos. Además, el consumo es mucho menor.

iluminar un invernadero
La combinación de LEDs azules, violetas y rojos generan la luz ideal para optimizar el crecimiento
Una vez decidido el espectro. ¿Cuántas pongo? Hablemos de intensidades.
Una vez elegido el tipo de luz para iluminar un invernadero el siguiente paso es saber cuántas luminarias se ponen. Como cálculo de ingeniería está todo hecho ya. Los cultivos tienen cálculos de lux necesarios en todo su ciclo vital para dimensionar la intensidad lumínica necesaria para cada cultivo. Cada tipo de planta es distinta. Por ejemplo los pimientos necesitan más radiación para fructificar que un calabacín. Esto se conoce con el nombre de PAR (Photosynthetically Active Radiation) o en español Radiación fotosintéticamente activa. Este parámetro mide los fotones necesarios de tasa mínima fotosintética para cada cultivo.

Sabiendo este parámetro se optimiza la adquisición de luminarias para tener un equilibrio entre la intensidad lumínica necesaria para un PAR adecuado con un consumo contenido de electricidad.

Evidentemente, no hay una intensidad cada vez mayor en que la planta sea capaz de asimilar toda esa radiación. De hecho, hay un consumo asociado a esa absorción para generar las moléculas y nutrientes que la planta va «fabricando». Esta proporción va aumentando hasta determinado punto. A partir de ahí la planta no puede absorber más cantidad de CO2 gracias a la fotosíntesis en la que la intensidad lumínica está directamente implicada.

punto de compensación de la luz
El punto de compensación es el punto en el que la absorción neta de CO2 y el O2 producido es 0. Para que la planta empiece a crecer, tenemos que llegar a este punto como mínimo. De lo contrario, la planta acabará muriendo. Esto aumenta de forma más o menos lineal hasta que llegamos a un máximo.

A partir de este punto, toda la luz extra que estemos aportando no servirá de nada y puede ser incluso contraproducente además de gastar electricidad innecesariamente.

Fuente: agromatica.es

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Los científicos han desarrollado la fotosíntesis artificial como medio para producir alimentos sin necesidad de la fotosíntesis orgánica.

Fotosíntesis artificial

El proceso convierte el agua, la energía y el dióxido de carbono en acetato a lo largo de dos pasos electrocatalíticos.

Después, en la oscuridad, los organismos que producen alimentos utilizan el acetato. La conversión de la luz solar en alimento podría ser hasta 18 veces más eficiente con el sistema híbrido orgánico-inorgánico.

Durante millones de años, la fotosíntesis se ha desarrollado en las plantas para convertir el agua, el dióxido de carbono y la energía solar en biomasa vegetal y en los alimentos que consumen los humanos.

Sin embargo, este mecanismo es increíblemente ineficiente, ya que sólo el 1% de la energía de la luz solar llega realmente a la planta.

Al adoptar la fotosíntesis artificial, los investigadores de las universidades de Delaware y Riverside han descubierto un medio para producir alimentos sin el requisito de la fotosíntesis biológica.

Proceso electrocatalítico
El estudio utilizó un proceso electrocatalítico de dos pasos para transformar el CO2, la energía y el agua en acetato, que es la forma química del ingrediente principal del vinagre.

Luego, en la oscuridad, los organismos que producen alimentos utilizan el acetato. Este sistema híbrido orgánico-inorgánico podría mejorar la eficiencia de la conversión de la luz solar en alimentos, hasta 18 veces más eficiente para algunos cultivos, cuando se combina con paneles solares para crear la electricidad que alimenta la electrocatálisis.

Con nuestro enfoque esperábamos descubrir un medio novedoso de fabricar alimentos que pudiera romper las restricciones impuestas por la fotosíntesis biológica, Robert Jinkerson, profesor adjunto de Ingeniería Química y Medioambiental de la Universidad de California en Riverside.

La salida del electrolizador se ajustó para ayudar al crecimiento de los organismos productores de alimentos con el fin de unir todas las partes del sistema.

Fotosíntesis artificial
Electrolizadores
Los electrolizadores son máquinas que utilizan la electricidad para transformar sustancias químicas y productos inutilizables, como el CO2, en recursos básicos. Las mayores cantidades de acetato generadas en un electrolizador hasta la fecha se consiguieron aumentando la cantidad de acetato producido y reduciendo la cantidad de sal utilizada.

Fuimos capaces de obtener una alta selectividad hacia el acetato que no se puede alcanzar con las vías tradicionales de electrólisis de CO2 utilizando un montaje de electrólisis de CO2 en tándem de última generación construido en nuestro laboratorio, Feng Jiao, Universidad de Delaware.

Los experimentos revelaron que una variedad de especies productoras de alimentos, incluidas las algas verdes, la levadura y el micelio de hongos que produce setas, pueden cultivarse en la oscuridad directamente en la salida del electrolizador rica en acetato.

Con este método, la producción de algas es unas cuatro veces más eficiente desde el punto de vista energético que su cultivo por fotosíntesis. Cuando se utiliza el azúcar del maíz en lugar de los métodos de cultivo tradicionales, la producción de levadura es unas 18 veces más eficiente desde el punto de vista energético.

Fotosíntesis artificial
Fotosíntesis biológica
Sin ninguna ayuda de la fotosíntesis biológica, hemos sido capaces de desarrollar criaturas que producen alimentos. Estas criaturas suelen crecer con azúcares vegetales o ingredientes derivados del petróleo, que son subproductos de la fotosíntesis biológica que se produjo hace millones de años.

En comparación con la producción de alimentos que depende de la fotosíntesis biológica, esta técnica es una forma más eficaz de convertir la energía solar en alimentos, Elizabeth Hann, estudiante de doctorado del laboratorio Jinkerson.

También se estudió si esta técnica podría utilizarse para cultivar. Cuando se cultivaron en la oscuridad, el caupí, el tomate, el tabaco, el arroz; la colza y el guisante verde fueron capaces de utilizar el carbono del acetato.

Descubrimos que diversos cultivos eran capaces de convertir el acetato que les dábamos en los componentes moleculares esenciales que un organismo necesita para desarrollarse y prosperar. Ahora estamos trabajando en técnicas de cultivo e ingeniería que podrían permitirnos cultivar con acetato como fuente de energía adicional para aumentar el rendimiento agrícola, Marcus Harland-Dunaway, estudiante de doctorado en el laboratorio Jinkerson.

Producción de alimentos con fotosíntesis artificial
La fotosíntesis artificial permite cultivar alimentos en las condiciones más complicadas; que ha traído el cambio climático humano al liberar a la agricultura de su total dependencia de la luz.

Si los cultivos para las personas y los animales crecieran en condiciones reguladas y menos intensivas en recursos, la sequía; las inundaciones y la menor disponibilidad de tierras serían un peligro menor para la seguridad alimentaria mundial.

Además, se podrían cultivar en zonas urbanas y otras regiones que ahora no son aptas para la agricultura; e incluso alimentar a los futuros viajeros espaciales.

El uso de técnicas de fotosíntesis artificial podría suponer un cambio de paradigma en la forma de alimentar a la población. A medida que la producción de alimentos sea más eficiente, se necesitará menos tierra, lo que reducirá el efecto medioambiental de la agricultura.

Además, la mejora de la eficiencia energética podría ayudar a alimentar a más miembros de la tripulación; al tiempo que se utilizan menos recursos para la agricultura en zonas no tradicionales, como el espacio, Robert Jinkerson.

Este método de producción de alimentos se presentó al Deep Space Food Challenge de la NASA y ganó la fase I.

Fuente: ecoinventos.com

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Los científicos han desarrollado la fotosíntesis artificial como medio para producir alimentos sin necesidad de la fotosíntesis orgánica.

 Fotosíntesis artificialFotosíntesis artificial

 

El proceso convierte el agua, la energía y el dióxido de carbono en acetato a lo largo de dos pasos electrocatalíticos.

Después, en la oscuridad, los organismos que producen alimentos utilizan el acetato. La conversión de la luz solar en alimento podría ser hasta 18 veces más eficiente con el sistema híbrido orgánico-inorgánico.

Durante millones de años, la fotosíntesis se ha desarrollado en las plantas para convertir el agua, el dióxido de carbono y la energía solar en biomasa vegetal y en los alimentos que consumen los humanos.

Sin embargo, este mecanismo es increíblemente ineficiente, ya que sólo el 1% de la energía de la luz solar llega realmente a la planta.

Al adoptar la fotosíntesis artificial, los investigadores de las universidades de Delaware y Riverside han descubierto un medio para producir alimentos sin el requisito de la fotosíntesis biológica.

Proceso electrocatalítico

 

El estudio utilizó un proceso electrocatalítico de dos pasos para transformar el CO2, la energía y el agua en acetato, que es la forma química del ingrediente principal del vinagre.

Luego, en la oscuridad, los organismos que producen alimentos utilizan el acetato. Este sistema híbrido orgánico-inorgánico podría mejorar la eficiencia de la conversión de la luz solar en alimentos, hasta 18 veces más eficiente para algunos cultivos, cuando se combina con paneles solares para crear la electricidad que alimenta la electrocatálisis.

Con nuestro enfoque esperábamos descubrir un medio novedoso de fabricar alimentos que pudiera romper las restricciones impuestas por la fotosíntesis biológica, Robert Jinkerson, profesor adjunto de Ingeniería Química y Medioambiental de la Universidad de California en Riverside.

La salida del electrolizador se ajustó para ayudar al crecimiento de los organismos productores de alimentos con el fin de unir todas las partes del sistema.

 Fotosíntesis artificial

Electrolizadores

 

Los electrolizadores son máquinas que utilizan la electricidad para transformar sustancias químicas y productos inutilizables, como el CO2, en recursos básicos. Las mayores cantidades de acetato generadas en un electrolizador hasta la fecha se consiguieron aumentando la cantidad de acetato producido y reduciendo la cantidad de sal utilizada.

Fuimos capaces de obtener una alta selectividad hacia el acetato que no se puede alcanzar con las vías tradicionales de electrólisis de CO2 utilizando un montaje de electrólisis de CO2 en tándem de última generación construido en nuestro laboratorio, Feng Jiao, Universidad de Delaware.

Los experimentos revelaron que una variedad de especies productoras de alimentos, incluidas las algas verdes, la levadura y el micelio de hongos que produce setas, pueden cultivarse en la oscuridad directamente en la salida del electrolizador rica en acetato.

Con este método, la producción de algas es unas cuatro veces más eficiente desde el punto de vista energético que su cultivo por fotosíntesis. Cuando se utiliza el azúcar del maíz en lugar de los métodos de cultivo tradicionales, la producción de levadura es unas 18 veces más eficiente desde el punto de vista energético.

 Fotosíntesis artificial

Fotosíntesis biológica

Sin ninguna ayuda de la fotosíntesis biológica, hemos sido capaces de desarrollar criaturas que producen alimentos. Estas criaturas suelen crecer con azúcares vegetales o ingredientes derivados del petróleo, que son subproductos de la fotosíntesis biológica que se produjo hace millones de años.

En comparación con la producción de alimentos que depende de la fotosíntesis biológica, esta técnica es una forma más eficaz de convertir la energía solar en alimentos, Elizabeth Hann, estudiante de doctorado del laboratorio Jinkerson.

También se estudió si esta técnica podría utilizarse para cultivar. Cuando se cultivaron en la oscuridad, el caupí, el tomate, el tabaco, el arroz; la colza y el guisante verde fueron capaces de utilizar el carbono del acetato.

Descubrimos que diversos cultivos eran capaces de convertir el acetato que les dábamos en los componentes moleculares esenciales que un organismo necesita para desarrollarse y prosperar. Ahora estamos trabajando en técnicas de cultivo e ingeniería que podrían permitirnos cultivar con acetato como fuente de energía adicional para aumentar el rendimiento agrícola, Marcus Harland-Dunaway, estudiante de doctorado en el laboratorio Jinkerson.

Producción de alimentos con fotosíntesis artificial

 

La fotosíntesis artificial permite cultivar alimentos en las condiciones más complicadas; que ha traído el cambio climático humano al liberar a la agricultura de su total dependencia de la luz.

Si los cultivos para las personas y los animales crecieran en condiciones reguladas y menos intensivas en recursos, la sequía; las inundaciones y la menor disponibilidad de tierras serían un peligro menor para la seguridad alimentaria mundial.

Además, se podrían cultivar en zonas urbanas y otras regiones que ahora no son aptas para la agricultura; e incluso alimentar a los futuros viajeros espaciales.

El uso de técnicas de fotosíntesis artificial podría suponer un cambio de paradigma en la forma de alimentar a la población. A medida que la producción de alimentos sea más eficiente, se necesitará menos tierra, lo que reducirá el efecto medioambiental de la agricultura.

Además, la mejora de la eficiencia energética podría ayudar a alimentar a más miembros de la tripulación; al tiempo que se utilizan menos recursos para la agricultura en zonas no tradicionales, como el espacio, Robert Jinkerson.

Este método de producción de alimentos se presentó al Deep Space Food Challenge de la NASA y ganó la fase I.

Fuente: ecoinventos

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