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Un estudio científico ha analizado la orientación de las colmenas para determinar si el hecho de que la piquera se orienta hacia un lado u otro influye en el rendimiento de la colonia. Aunque las diferencias encontradas no son demasiado significativas, los científicos han establecido algunos patrones que permiten sacar conclusiones interesantes.

¿Hacia dónde debe mirar una colmena? ¿Cuál es la orientación más interesante? ¿Debe mirar hacia la salida del sol? ¿Al mediodía? ¿A la puesta de sol? Los apicultores llevan siglos discutiendo esta cuestión y no suelen ponerse de acuerdo: hay teorías que dicen que la mejor orientación de las colmenas es hacia el este, otras hacia el sur y otras, hacia el oeste o incluso el norte.

Para tratar de aclarar este largo debate, un equipo de investigadores del Carl Hayden Bee Research Center de los Estados Unidos ha hecho una serie de pruebas de campo con diferentes orientaciones y sistemas de monitorización de las colmenas. Sus hallazgos acaban de publicarse en la revista Journal of Apicultural Research, una de las más prestigiosas del mundo. El trabajo, firmado por William Meikle, Milagra Weiss y Eli Beren, trata de aportar luz a este asunto, que ha sido tratado por otros muchos investigadores. Sigue leyendo para conocer los resultados de esta investigación.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO
1 – El problema de la orientación de las colmenas
2 – Resultados de la investigación: cuál es la mejor orientación de las piqueras
3 – Orientación de las colmenas: consejos básicos
4 – Bibliografia empleada

1 – El problema de la orientación de las colmenas
Hace mucho tiempo que los apicultores debaten cómo orientar correctamente las colmenas. Una orientación hacia el este, hacia la salida del sol, parece ofrecer ventajas en verano, cuando hace mucho calor y las abejas prefieren estar sombreadas. Y también en invierno, porque reciben luz y calor más temprano. Sin embargo, esta orientación hace que rápidamente se quede la piquera en el lado en sombra de la colmena.

Los que prefieren la orientación sur dicen que es una posición intermedia y, por tanto, válida en todo momento. Por su parte, los que consideran que una colmena debe mirar al oeste aseguran que, de esa forma, las abejas aprovechan más el día y pecorean más horas. Sin embargo, las orientaciones sur y oeste presentan problemas con el calor: demasiadas horas de sol sobre la piquera.

abejas entrando a una colmena a través de un agujero
En estado silvestre, las abejas no se definen por una orientación concreta. Foto: Orangeaurochs, en Flickr.

En torno a estas tres ideas se ha discutido mucho y los manuales de apicultura no siempre se ponen de acuerdo. Además, también hay que tener en cuenta el lugar donde estén las colmenas, el clima de esa zona y otros factores determinantes para decidir la correcta orientación de las colmenas.

Y, en realidad, no sirve observar a las abejas, porque, si pueden elegir, no se decantan por una orientación concreta: para ellas parecen más relevantes las condiciones interiores de la colmena. Cuando buscan ubicaciones en la naturaleza, los enjambres eligen lugares de una determinada capacidad, que estén elevados del suelo, sean estancos y tengan una entrada pequeña y fácil de defender. A partir de ahí, no se decantan por una orientación u otra.

Por tanto, resolver cuál es la orientación de las colmenas más adecuada sigue siendo un problema para los apicultores. El trabajo de Meikle y sus colaboradores publicado en Journal of Apicultural Research aporta algunos datos que permiten aclarar esta cuestión.

2 – Resultados de la investigación: cuál es la mejor orientación de las piqueras
La investigación de estos científicos parte de un objetivo claro: averiguar qué orientación es más favorable para la actividad de las abejas. Pretendían saber de qué forma la orientación influye en su capacidad de cosechar más miel y en el consumo de recursos dentro de la colonia. Así, tras revisar la literatura científica al respecto, partieron de una hipótesis fuerte: la orientación debe ser importante para la actividad de las abejas, al menos durante una parte del año.

Para averiguarlo, tomaron 20 colmenas, las dividieron en cuatro grupos de cinco colonias cada uno y las situaron mirando a los cuatro puntos cardinales. Para orientarlas, fueron moviéndolas poco a poco, en lapsos de entre 2 y 10 días, para evitar confusiones en las abejas.

abejas en la piquera de una colmena con la orientación de las colmenas al este
Abejas, en la piquera de una colmena. Foto: Quisnovus, en Flickr.

Todas eran colonias sanas, con reinas jóvenes y fuertes, y con un mínimo de un kilogramo de abejas. Las colmenas eran Langstroth estándar, de 10 panales y pintadas.

El lugar de ubicación se situó al norte de la ciudad de Tucson, en Arizona, una zona en la que son frecuentes los mezquites, árboles que dan una de las mieles más exclusivas del mundo. También cactus, creosota, alfalfa y otras plantas melíferas. El periodo de análisis empezó el 1 de abril de 2019 y acabó en junio de 2020.

Cada colmena se colocó sobre una báscula electrónica, un dispositivo inteligente capaz de monitorizar continuamente el peso de la colmena, así como otros parámetros. Además, en el interior de cada colonia se colocó un sensor de temperatura conectado a la red. Son equipos habituales ya en la llamada apicultura de precisión.

Con estos dispositivos y la observación, analizaron cuatro puntos clave:
Inicio de la mañana. Momento en el que la colonia inicia su actividad cada día.
Fin del día. Momento en que las abejas cesan la actividad exterior.

Cantidad de pecoreadoras. Se calculó la cantidad de abejas pecoreadoras diarias.
Cada día se tomó la referencia del peso de cada colmena y su variación con respeto al día anterior.
Además, en repetidas inspecciones se valoró el estado de cada colmena, su evolución, la cantidad de cría y otros indicadores de buena salud.

Análisis de los datos de invierno
Tras un año de muestreo y recogida de información, los investigadores pudieron iniciar el análisis de los datos y obtener resultados. En el artículo explican que la orientación tuvo influencia en algunos parámetros, pero no en otros.

Así, sus datos prueban que, entre diciembre de 2019 y marzo de 2020, las colmenas orientadas al este comenzaron la actividad de vuelo diaria 50 minutos antes que las colmenas orientadas al oeste y terminaron la actividad de vuelo 57 minutos antes que las colmenas orientadas al sur.

colmenas cubiertas de nieve
En invierno, la orientación al este da peores resultados. Foto: Andrea Mantelli, en Flickr.

Por otra parte, las colmenas que miraban al este (a la salida del sol) tenían un 27 por ciento menos de pecoreadoras al principio de la temporada. Además, perdían menos peso diario, un 40 por ciento menos que las orientadas al norte, y su temperatura promedio fue 7 grados más baja que las que miraban al este. Es decir, su actividad fue mucho más baja.

Análisis de los datos de primavera
Dada la configuración del periodo de análisis, la primavera fue el único tramo del año que se pudo monitorizar dos veces. Así, entre abril y junio de 2019 y el mismo bimestre de 2020 se han encontrado diferencias. En el segundo año, las colmenas que miraban al este empezaban a trabajar mucho más temprano, hasta 24 minutos antes que las otras. Sin embargo, en 2019 no se había registrado esta diferencia, con lo que los datos no son concluyentes.

En ese año, para los meses de abril a junio, las colmenas que se orientaban al este presentaban mucha menos cantidad de pecoreadoras.

Conclusiones del estudio
Con estos resultados, los investigadores consideran que la orientación de la piquera “puede ser un factor que afecte al comportamiento de la colonia, particularmente durante las épocas del año en que tanto la luz como la temperatura limitan la actividad de vuelo y donde las colmenas están completamente expuestas al sol”.

Por otro lado, los resultados muestran que el factor en el que más impacta la orientación es en el momento de inicio de la actividad de la colmena. Esto se debe a que la luz del sol incide más temprano en las colmenas con orientación al este. A cambio, la orientación oeste hace que las abejas trabajen hasta más tarde.
Los investigadores consideran que esta diferencia puede ser muy importante en épocas del año en que los recursos disponibles en el campo sean escasos y se concentren en un momento del día. Esto sucede, por ejemplo, con muchas plantas que tienen más néctar por la mañana, cuando la temperatura es más fresca.

Además, las colmenas que se orientaban hacia la salida del sol también tuvieron una pérdida diaria de peso de la colmena un 40% menor que las colmenas orientadas al norte durante el período de invierno. Las principales fuentes de pérdida de peso de la colmena son pérdidas de abejas adultas, consumo de alimentación y pérdida de humedad del metabolismo de las abejas y del secado del néctar.

Pese a estas diferencias, lo cierto es que el estudio no encuentra cambios en la cantidad de cría y de abejas adultas relacionados con la orientación de las piqueras.

Y, finalmente, algo que sí deja claro el estudio es que la peor orientación de todas es la que mira al norte. Las otras tres (este, sur y oeste) tienen sus ventajas y sus desventajas.

3 – Orientación de las colmenas: consejos básicos
A la vista de los resultados del estudio, parece claro que la orientación de las colmenas hacia el este tiene algunas ventajas: arrancan antes a trabajar y parece que consumen menos recursos que, por ejemplo, las que miran al norte.

En todo caso, a la hora de ubicar las colmenas hay que tener en cuenta esa orientación. Y, por supuesto, es básico contar con datos como la climatología.

abejas en entrada de una colmena con la orientación de las colmenas al oeste
Abejas en la piquera. Foto: Rebecca Leaman, en Flickr.

Así, en zonas muy cálidas, conviene orientar las colmenas más hacia el este. De esa forma, aprovecharán mejor las mañanas y no tendrán tanto calor en las tardes largas y calurosas del verano. En estos lugares, conviene incluso sombrear las colmenas con árboles o cobertizos.

En cambio, en lugares más fríos, la orientación más aconsejable es al sur o hacia el oeste. Así, en invierno, las abejas podrán aprovechar mejor las horas más cálidas del día.

Como se puede ver, la orientación de las colmenas es un factor importante que se debe tener en cuenta a la hora de instalar un apiario. ¿Cómo orientas tus colmenas? Cuéntanoslo en los comentarios.

4 – Bibliografía empleada
Biri, Melchiorre & Prats, Carmen (1988) El gran libro de las abejas. Barcelona: Editorial de Vecchi.

Jean Prost, Pierre (2007) Apicultura. Conocimiento de la abeja. Manejo de la colmena. Barcelona: Editorial Mundi Prensa.

Lasanta, Eugenio. Apicultura práctica tradicional y moderna: La esencia en el hexágono. Madrid: Liber Factory.

Philippe, Jean-Marie (2008) Guía del apicultor. Utilizable en todas las regiones apícolas del mundo. Barcelona, Omega.

Robles, Elena & Salvachúa, Carmelo (2012) Iniciación a la apicultura. Tecnología y calendario. Madrid: Editorial Mundi Prensa.

Meikle, W; Weiss, M. & Beren, E. (2023) Effects of hive entrance orientation on honey bee colony activity. Journal of Apicultural Research. DOI: 10.1080/00218839.2023.2165769

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