El cultivo hidropónico está en un momento de auge, por lo que no es raro que, últimamente, hayas escuchado hablar de la hidroponia por distintas vías.
Si todavía no sabes qué es este método o, si ya tienes ciertas pistas, pero quieres profundizar un poco más y sacarle todo el jugo para producir tus propios alimentos 100% naturales, abordamos todas las claves, o las 5 W, del cultivo hidropónico: qué es, cómo funciona, cuándo crear tu jardín hidropónico, quién puede hacerlo, dónde y, crucial, por qué optar por este sistema de cultivo frente al tradicional.
Qué es el cultivo hidropónico
Para no liarte con explicaciones excesivamente técnicas, iremos al grano.
El cultivo hidropónico es aquel que prescinde totalmente de la tierra para cultivar los alimentos. ¿Por qué? Te puedes estar preguntando. Pues porque no es necesaria, y porque haciéndolo se evitan algunos de los problemas clásicos del cultivo tradicional, además de la necesidad del uso de pesticidas.
Así, un huerto hidropónico funcionará con las raíces en suspensión y con soportes variados que pueden ir desde la corteza, hasta la grava o la espuma.
A lo anterior, claro, se suma el agua que, en este caso, se acompaña de los nutrientes necesarios para que los cultivos prosperen.
Cómo es un huerto hidropónico
Decir que hay un tipo de cultivo hidropónico en cada huerto creado a partir de esta técnica es exagerado, pero no tanto. Las opciones están realmente abiertas y, además, no paran de crecer con nuevas propuestas. Sin embargo, sí se puede hablar de dos tipologías claras.
De un lado está el método que simplemente se vale del agua y de los elementos nutritivos que necesitan los cultivos, como por ejemplo los Deep Water Culture (DWC). En este último tipo, uno de los más baratos y fáciles de habilitar en casa, las raíces están suspendidas en una solución oxigenada de agua y nutrientes.
Por otra parte, están las técnicas que sí se apoyan en un medio sólido. Si se opta por esta vía se puede elegir entre muchas alternativas. Las hay que acuden a sustratos de origen orgánico, como pueden ser las cortezas o los restos de musgo y, también, las que se inclinan por opciones inorgánicas como la espuma o la arena.
Para quién es el cultivo hidropónico
El abanico es este sentido es tan amplio que va desde profesionales hasta cualquier ciudadano de a pie.
Además, para este tipo de cultivos, las opciones se abren a personas que, por la falta de espacio en sus viviendas, no podían ni plantearse crear su propio huerto urbano casero.
En relación con el cómo, pero más en la práctica, cualquiera puede montarse su sistema hidropónico casero o, si lo prefiere, buscar en el mercado la alternativa que mejor le cuadre. Y no son pocas.
Los huertos hidropónicos domésticos de IKEA, la serie KRYDDA/VÄXER, ofrecen una de las posibilidades que encajan con todos aquellos que quieran lanzarse al cultivo de sus propios alimentos, incluso sin tener experiencia alguna en este campo.
Nano Garden, lanzado por Hyundai Engineering, es otra opción que habilita el cultivo en la cocina de prácticamente cualquier hogar.
Dónde hacer un sistema hidropónico
Si le has echado un ojo a las propuestas anteriores verás que la respuesta a esta cuestión tiene pocos límites.
Prácticamente cualquier sitio es bueno y ofrece margen suficiente para albergar un cultivo por hidroponía.
En el caso de Niwa OWE, por ejemplo, la opción mini permite surtirse de productos frescos y seguros solo con un espacio de 68 centímetros de alto, por 49 de largo y 35 de fondo.
Si ni siquiera dispones de ese hueco libre, hasta las ventanas urbanas son buenas. Una muestra la ofrece el proyecto Windowfarm, que promueve el ‘si tienes una ventana, tienes un huerto urbano’.
Sin embargo, no todo cultivo hidropónico tiene por qué ser en vertical, en interiores o en espacios reducidos. Prueba de ello la ofrece este sistema hidropónico casero con 168 plantas, que dará mucho juego para la alimentación sana y segura.
Por qué elegir el cultivo hidropónico
Razones, desde luego, no faltan. Algunas de las más destacadas, además de la mayor eficiencia respecto al espacio necesario, son las siguientes:
Estabilidad de las producciones a lo largo del año.
Ahorro de recursos, fundamentalmente de agua gracias a la reutilización de la misma.
Alimentos más seguros por la ausencia de productos químicos y de riesgos de enfermedades que se producen en la tierra.
Más posibilidades de éxito de los cultivos por su menor vulnerabilidad a elementos externos como, por ejemplo, las inclemencias meteorológicas.
Además de las anteriores se suman la regeneración del suelo y las ventajas propias de contar con un huerto casero, que tampoco son pocas.
El reencuentro con la naturaleza, el ahorro y, fundamental, la garantía de que los alimentos que consumes son saludables y seguros son aspectos que marcan la diferencia entre quienes cuentan con un huerto en el hogar, tanto en tierra, como hidropónico, una opción cada vez más extendida.
Cuándo elegir un cultivo hidropónico
Qué es un cultivo hidropónico
Básicamente en cualquier momento en el que uno lo decida. Además, como verás cuando llegues al por qué inclinarse por este método, uno de los fuertes de este tipo de cultivo frente al convencional es que la temporada se extiende a lo largo del año.
Fuente: ecoinventos.com