TT Ads
Compartir:

Los peces son animales muy sensibles. Cualquier variación termométrica en el hábitat artificial de la pecera afecta a su bienestar. En época invernal, mantener los grados estables puede ser más complicado. Por ello, cambiar las rutinas y tomar ciertas precauciones resulta clave. Además, la disminución de horas solares en estos meses puede obligar a reubicar el acuario en otro espacio de la casa o suplir con iluminación artificial la carencia de luz. La alimentación también debe modificarse cuando llega el frío, ofreciendo a los peces una dieta rica en proteínas para favorecer el desarrollo de una mayor cantidad de grasa corporal. Repasamos los cuidados principales que debemos tener en invierno con nuestro acuario y sus habitantes.

1. Mantener la temperatura estable
Los peces son animales de sangre fría (ectotermos). Su metabolismo no genera calor y dependen del entorno externo para regular su temperatura corporal. En función de cómo sean los habitantes del acuario, necesitarán que el agua esté a una temperatura u otra:

para peces tropicales: el agua debe estar entre 24 y 25 °C.
peces de agua fría: el agua debe estar entre 15 y 20 °C.
Asegurar que el acuario esté en este rango térmico en todas las épocas del año es vital, sobre todo en invierno. Por fortuna, hay muchas soluciones para mantener la temperatura correcta del agua.

🐠 Calentador
Un calentador permite monitorizar los grados a los que está agua, ajustándolos si es necesario. Debe elegirse teniendo en cuenta los litros de capacidad del acuario: un truco sencillo para realizar el cálculo es hacer una equivalencia de litros y vatios (por ejemplo, si la pecera tiene 40 litros el calentador tendrá que ser de 40 W).

Es importante que el calentador tenga termostato para evitar grandes oscilaciones de temperatura en el agua. Asimismo, debe colocarse de modo correcto, sumergido en su totalidad, para evitar que los peces sufran cualquier accidente.

🐠 Termómetro digital
Aunque tengamos un calentador, colocar un termómetro digital en la pecera nunca está de más. Así, de un solo vistazo, podremos comprobar que el agua está dentro de los parámetros de temperatura adecuados para los peces.

🐠 Ubicación del acuario
La colocación de la pecera puede afectar a la conservación de la temperatura correcta del agua. Si el acuario está en una zona expuesta a corrientes de aire o próxima a una ventana, los grados descenderán con más rapidez y obligará al calentador a actuar continuamente.

Siempre que sea posible, ubica la pecera en un espacio soleado y ventilado. De esta forma, se beneficiará de la acción de los rayos solares como calentador natural.

2. Garantizar la luz
Los peces necesitan recibir luz diariamente, preferiblemente natural. En invierno, los días son más cortos, por lo que será necesario recurrir a la iluminación artificial para suplir esta carencia.

Las luces de tubos fluorescentes son las más habituales en los acuarios.
Las leds, más modernas, cumplen a la perfección con esta función y resultan muy económicas.
Utilizar un temporizador para evitar sobrexponer o infraexponer al animal a la luz es también interesante: si no cuidamos las horas de luz que recibe el pez, puede llegar a estresarse y, en casos extremos, morir.

cuidar pecera invierno
Imagen: Cody Wu
3. Ajustar la alimentación
Los peces, como muchos animales, cambian sus ciclos vitales en invierno, entrando en un estado de semiletargo. La temperatura del agua también influye: si baja demasiado, los peces estarán más adormilados y su metabolismo se ralentizará.

En principio no deben alterarse las rutinas de alimentación, ofreciéndoles comida a los peces dos o tres veces al día. Sin embargo, sí es importante cambiar la composición de los piensos escogiendo aquellos que sean más ricos en proteínas; de este modo, generarán una mayor cantidad de grasa corporal al animal. Lo idóneo es empezar con estos alimentos en otoño, para asegurar la adherencia de la dieta. En las tiendas especializadas pueden ayudarnos a hacer la mejor elección.

4. Rutinas de limpieza
El acuario debe mantenerse limpio en todas las épocas del año, incluido el invierno. Si no lo hacemos, podemos poner en peligro el bienestar de los peces, exponiéndoles a contraer enfermedades.

Comprobar el estado del agua de forma rutinaria es fundamental. Utilizar un kit para chequear con cierta regularidad la calidad del agua es la mejor manera de poner remedio antes de que sea demasiado tarde. Los filtros te ayudarán a mantener la pecera lo más limpia posible. Hay dos tipos de filtros:

Los sumergibles, recomendados para peceras más pequeñas y con pocos habitantes.
Los externos, que tienen una mayor capacidad de filtrado.
Hay que escoger el que sea más práctico para el acuario, siempre teniendo en cuenta sus litros de capacidad para que cumpla de forma adecuada con su función.

5. Chequeo visual al menos una vez al día
Además de las medidas anteriores, comprobar el estado físico de nuestros peces a diario es de gran utilidad para prevenir posibles problemas de salud. Si la temperatura y la iluminación son adecuadas, el agua está salubre y la alimentación es correcta, los animales nadarán felices y contentos en el acuario.

Sin embargo, si algo de lo anteriormente comentado falla, es muy probable que los peces muestren algún síntoma externo.

Si nadan solo en el fondo de la pecera y no se desplazan por todo el espacio, es que algo no marcha bien con la temperatura del agua.

El ladeo en el nado también es señal de que el pez está enfermo.

Fuente: consumereroski.es, Sonia Recio

Compartir:
TT Ads

Post not found !

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *